El cuidado del medio ambiente se pone de moda

Pastora Correa, directora del programa de Diseño Gráfico, y Carolina Obregón, directora del programa Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. / Andrés Torres - El Espectador

“La moda es una de las industrias que más impacto tienen sobre el medio ambiente, por eso necesita de profesionales conscientes y respetuosos de la vida”, dice Carolina Obregón, directora de la carrera de Diseño y Gestión de la Moda que la Universidad Jorge Tadeo Lozano lanzó el pasado 20 de marzo.

La preocupación por la sostenibilidad humana y ambiental es, precisamente, uno de los ejes fundacionales del nuevo programa. Durante más de un lustro, un equipo de expertos de diferentes áreas del diseño, el mercadeo, la ingeniería química, las artes plásticas y la publicidad se encargaron de planear y construir un programa académico en el que la dimensión medioambiental es la protagonista.

Según Pastora Correa, directora del programa de Diseño Gráfico y líder del nuevo proyecto académico, el trabajo desarrollado por Juan Pablo Hinestroza, director del laboratorio de Nanotecnología Textil de la Universidad de Cornell, en Nueva York, a través de la modificación molecular y atómica, ha conseguido darles a los textiles capacidades extraordinarias tales como identificar y mitigar los materiales contaminantes que rondan en el ambiente o impedir que virus y bacterias lleguen al organismo de la persona que los usa.

“Nuestra mayor motivación es fomentar un nuevo paradigma de la moda que guarde consecuencia con los principales retos socioambientales a los que el mundo se ve abocado”, señala Carolina Obregón.

En ese sentido —explica—, “el programa de Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Jorge Tadeo Lozano espera formar diseñadores capaces de saber elegir los materiales y las tecnologías adecuadas para elaborar sus prendas, de leer el contexto que les rodea, de considerar el legado histórico y cultural a la hora de fundar sus empresas, de construir ambientes laborales justos, de innovar y, espacialmente, de generar una nueva cultura del consumo entre una sociedad que ignora la dimensión del impacto de esta industria sobre el planeta Tierra”.