El movimiento antivacunas también afecta a las mascotas

Ha habido un aumento en las personas que se niegan a vacunar a las mascotas contra enfermedades mortales, incluidas algunas que pueden infectar a los humanos.

- Redacción Vivir
09 de abril de 2019 - 10:44 p. m.
Los perros y gatos pueden tener enfermedades que también afectan a los humanos, y que van desde las garrapatas hasta la leptospirosis. / Wikimedia Commons
Los perros y gatos pueden tener enfermedades que también afectan a los humanos, y que van desde las garrapatas hasta la leptospirosis. / Wikimedia Commons

Este año, la Organización Mundial de la Salud incluyó el movimiento antivacunas entre sus 10 mayores amenazas para la salud mundial, lo que indica un aumento del 30% en el número de casos de sarampión en todo el mundo y un “resurgimiento” de la enfermedad en países que estuvieron cerca de eliminarla.

El movimiento antivacunas se ha extendido a las mascotas, o animales domésticos con los que convivenlas personas que deciden no vacunarse ni vacunar a sus hijos.

De acuerdo con The Guardian Australia, los veterinarios de los países europeos y Australia han lanzado alarmas que han sido poco atendidas en periódicos y revistas especializadas sobre una tendencia creciente de personas que llegan con sus mascotas a hacer chequeos médicos, y que deciden no vacunarlas o expresan que las mascotas no están vacunadas porque pueden “causar autismo” a los perros y gatos (pero los expone a enfermedades como el virus del parvo, que ataca el sistema digestivo de los perros y puede ser mortal).  

Cabe argumentar que las vacunas no causan autismo ni en perros ni en humanos, y que incluso, el autismo no es una condición que afecte a perros o gatos o a otros animales no humanos.

Las vacunas no causan autismo en perros o humanos. Pero hay una distinción importante: no existe el autismo en los perros.

De acuerdo con The Guardian, para medir qué tanto el movimiento antivacunas estaba afectando a las mascotas, Naomi Smith, socióloga de la Federation University en Victoria, ha publicado una investigación sobre la presencia del movimiento contra la vacunación en las redes sociales mediante el rastreo de cientos de miles de publicaciones y comentarios en las populares páginas de Facebook contra la vacunación.

Lo más preocupante fue un correo electrónico de un veterinario equino en Queensland, quien le dijo a Smith que continuamente se enfrentaba a la reticencia de los llamados “antivaxxers” que se oponen a la vacuna contra el virus Hendra, una enfermedad que afecta a los equinos y a los humanos. Aunque es muy rara, se han reportado casos casi todos los años desde 1994.

La vacuna contra Hendra no está exenta de críticas: el año pasado, los propietarios de caballos de Nueva Gales del Sur y Queensland iniciaron una acción colectiva contra la compañía farmacéutica responsable de desarrollarla, alegando que no proporcionó advertencias adecuadas sobre los posibles efectos secundarios. Pero Paula Parker, presidenta de la Asociación Veterinaria Australiana, cree que gran parte de la oposición al virus se basa en argumentos de "mala fe".

“Desafortunadamente, hay algunas personas que hacen argumentos de mala fe sobre Hendra, y otras que se meten en los agujeros de los conejos de internet y salen mal informadas, es desgarrador para nosotros porque es una vacuna increíble para una enfermedad que amenaza la vida de los caballos y los humanos”, decía el correo.

De acuerdo con el diario británico, también para la socióloga existe un vínculo entre la llamada industria del bienestar y la propagación de mensajes contra la vacunación.

“Lo que es super interesante sobre el movimiento del bienestar, o la industria, es que cualquiera puede hablar de ello, no tiene que tener ningún tipo de credenciales, y parece ser que esas conversaciones naturalmente conducen a una sospecha de biomédica establecida”, dice.

Smith señala el ejemplo de Taylor Winterstein, esposa del jugador de rugby del equipo Penrith Panthers, Frank Winterstein, quien afirma que las vacunas causan alergias y cree que los padres están siendo "intimidados" por los médicos que los "presionan" para que vacunen a sus hijos. El Daily Telegraph informó el mes pasado que Winterstein estaba cobrando 200 dólares por talleres informativos, enseñando a otros padres sobre sus puntos de vista.

Por - Redacción Vivir

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