El oro ilegal que terminó en mercados internacionales

El oro proveniente de fuentes no éticas de Venezuela ingresó a cadenas mundiales luego de ser “lavado” en países como Colombia e islas del Caribe. A pesar de las sanciones internacionales, las aerolíneas siguen volando con oro a los mercados europeos y estadounidenses.

*Especial para El Espectador
25 de julio de 2019 - 02:00 a. m.
Colombia produjo 35 toneladas de oro en 2018, pero exportó 45 toneladas. Las 10 toneladas extra probablemente corresponden a oro venezolano que se "legaliza" en el país antes de llegar a mercados internacionales. / Ignacio Marín
Colombia produjo 35 toneladas de oro en 2018, pero exportó 45 toneladas. Las 10 toneladas extra probablemente corresponden a oro venezolano que se "legaliza" en el país antes de llegar a mercados internacionales. / Ignacio Marín

*Por Antonio Maria Delgado, Jay Weaver, Jim Wyss, Kyra Gurney, Nicholas Nehamas y Pamela Kalkman.

Según documentos filtrados por la Aduana de Aruba, el oro venezolano —en su mayor parte extraído ilegalmente— está llegando a la cadena mundial de suministro de oro.

El preciado metal salta por el Caribe y llega a grandes refinerías a miles de kilómetros de distancia, en Estados Unidos, Europa y el Medio Oriente. El oro de Venezuela pasa por naciones que exportan grandes cantidades del metal, pero que no tienen minas, refinerías ni depósitos propios, y así se oscurece su origen. Las islas caribeñas holandesas de Curazao y Aruba pertenecen a esta categoría.

Según fuentes gubernamentales y documentos filtrados, salieron al menos 130 toneladas de oro de Curazao y unas treinta toneladas de Aruba entre 2014 y 2018; de ese total, el 90 % procedió de Venezuela. Aunque ese oro importado parece tener los documentos en orden, autoridades de las islas dicen que su origen es dudoso, en el mejor de los casos.

Los documentos confirman que el oro entra a las islas procedente de Venezuela en vuelos privados, a veces yendo de una isla a otra, lo que oscurece incluso más la ruta. Al final, el oro se envía en vuelos comerciales a refinerías en Estados Unidos, los Emiratos Árabes Unidos, Suiza y Bélgica, sin ninguna indicación de que fue extraído en Venezuela. Así funciona el tráfico de oro desde Venezuela hasta los mercados estadounidenses y europeos. 

Los compradores

Es difícil saber quién compra este oro venezolano procedente del Caribe neerlandés. Pero los documentos filtrados de la aduana de Aruba identificaron una empresa en Dubai y dos comerciantes de oro en el llamado Distrito del Diamante de Amberes, uno de los lugares más importantes del mundo para comerciar diamantes. Una de esas empresas es Tony Goetz NV, uno de los comerciantes de oro más prominentes de Bélgica y el único que tiene una planta de fundición en el país. Según los documentos aduaneros, la firma compró 46 libras (21 kilos) de oro en diciembre de 2016.

Al preguntársele por la importación de oro del Caribe neerlandés, dice que no sabe si el envío de 2016 realmente se concretó. Goetz reconoce que su empresa compró oro en las islas hasta hace tres años, pero que ya no compra oro de Venezuela ni de Aruba o Curazao, precisamente porque el origen es muy difícil de determinar. En 2017, el gobierno venezolano pidió a Goetz que refinara unas tres toneladas de oro. Pero en una carta al Banco Central de Venezuela, la compañía negó la solicitud por falta de transparencia. El abogado de la empresa, Bert Luyten, confirmó que en 2017 la junta directiva decidió no importar más oro venezolano.

Argentor Essayeurs, otro comerciante de oro belga a pocas cuadras de distancia en el Distrito de los Diamantes, también apareció en los documentos filtrados de la aduana de Aruba. Entre enero de 2016 y diciembre de 2017, la compañía importó oro del Caribe neerlandés por valor de 6 millones de dólares. El director Gianni Proost no niega que la empresa comerciaba a través de Aruba y Curazao, pero dice que dejó de hacerlo hace aproximadamente un año.

Un caso más claro es el de GoetzGold en Dubai. La compañía es propiedad de Alain Goetz, el hermano menor de Sylvain Goetz. Según los abogados de ambas empresas, las firmas en Dubai y Bélgica están completamente separadas. Los documentos aduaneros muestran que entre octubre de 2017 y octubre de 2018 GoetzGold compró 24 toneladas de oro al Banco Central de Venezuela. Un abogado de GoetzGold dijo en un correo electrónico que cada envío de oro desde Aruba y Curazao proviene “de distribuidores legales y certificados y también es revisado por las autoridades aduaneras”. Pero la compañía no dijo si había comprado oro venezolano.

La cantidad de oro enviado a Bélgica y Dubai es nada comparada con la enviada a Suiza, donde se refina alrededor del 75% del oro del mundo. Según la Aduana suiza, el país importó 40,090 kilos desde Curazao entre enero de 2015 y abril de 2019, con un valor aduanero de 1,292,336,974 francos suizos, unos 1,300 millones de dólares.

Las cuatro refinerías suizas más grandes pertenecen a los participantes más poderosos de la industria del oro. Uno de ellos, Valcambi, no respondió a preguntas, diciendo que cualquier respuesta contendría “información sensible de la empresa”.

Otra, Argor-Heraeus, dijo que se apega a las leyes suizas e internacionales sobre el comercio de oro, y añadió que está “comprometida con la transparencia, la sustentabilidad y el respeto a los derechos humanos”. Sin embargo, no respondió a preguntas específicas sobre el oro procedente de Venezuela, Aruba y Curazao. Las otras dos firmas, PAMP y Metalor, dijeron que no están comprando oro a estos países.

Oro por los aires

Uno de los participantes clave en este juego global de oscurecer el origen del oro son las aerolíneas comerciales que transportan el mineral. Una parte significativa del oro que sale de las minas ilegales de Venezuela llega por avión al Aeropuerto de Schiphol de Amsterdam, después de haber pasado por las zonas de tránsito en el Caribe.

Directivos de Royal Dutch Airlines (KLM) declinaron ser entrevistados para este reportaje, pero indicaron en un correo electrónico que “no están de acuerdo con la caracterización de que grandes cantidades de oro llegan a los Países Bajos en vuelos de KLM procedentes de Curazao”.

Posteriormente, el portavoz de KLM reconoció que “hubo tres envíos en 2018 y dos en 2019, que pasaron por canales oficiales y se completaron con la aprobación de todas las autoridades”. Debido a la “naturaleza sensible de los envíos”, la aerolínea, que es mayoritariamente propiedad del Estado, se negó a decir más.

Sin embargo, los funcionarios de la aduana holandesa dicen que las aerolíneas comerciales enviaron mucho más oro que eso. En un correo electrónico, la agencia dijo que desde 2015 hasta 2018 se hicieron un total de 310 envíos de oro desde la Zona Franca de Curazao a Schiphol, para un total de 36.086,5 kilos, por valor de casi 1.500 millones de dólares. La mayoría fue a Suiza y Turquía, dijo. 

Los minerales de conflicto más finos de Florida

Con 2.200 kilómetros, la frontera colombo-venezolana es una de las más extensas y menos controladas de Latinoamérica, y el oro que pasa por ella sigue su ruta hacia uno de los mercados de oro más grandes del mundo: Miami.

Funciona así: el oro venezolano pasa por la frontera colombiana en auto, avión e incluso en bote o a pie, a veces con la ayuda de sindicatos criminales de Venezuela, grupos guerrilleros o militares corruptos. Los traficantes falsifican documentos para hacer creer que el oro se extrajo legalmente en Colombia y el metal se puede vender a importadores de Miami y otros países.

Según un estudio de la OCDE, los importadores de Florida compraron aproximadamente un tercio de las exportaciones de oro de Colombia en el 2016. La mayor parte del oro venezolano que llega a Estados Unidos ingresa a través del Aeropuerto Internacional de Miami en barras rudimentarias y luego se vende por todo el país, según fuentes policiales, integrantes de la industria y funcionarios del régimen venezolano.

El oro venezolano también se envía en jets privados a Aruba, que se encuentra a solo treinta kilómetros al norte de la costa de Venezuela. Los datos de exportación de Aruba muestran que World Precious Metals, con sede en Miami, recibió seis envíos de oro de la isla en 2014 y 2015. ¿El país de origen del oro en la lista? Venezuela según los registros aduaneros de Aruba.

Abasteciendo peces gordos

En abril de 2019, la Fiscalía presentó cargos contra el exportador CIJ Gutiérrez por vender oro ilegal. Según dijeron algunos investigadores de las agencias policiales para este reportaje, la compañía obtenía metal de minas ilegales de Venezuela y Colombia.

Registros comerciales muestran que la compañía exportó ese oro a los principales distribuidores de metales preciosos que suministran a grandes compañías como Apple, IBM, General Motors, Ford, Starbucks y Verizon.

“Mucho oro venezolano está llegando a Miami, pero [disfrazado] de oro colombiano”, dijo Iván Díaz Corzo, exmiembro de la Unidad Nacional contra la Minería Ilegal de la Policía.Cuando CIJ Gutiérrez fue acusada, los investigadores descubrieron que muchas de las compañías e individuos a los que la firma indicó que había comprado oro entre 2006 y 2016 eran compañías fantasma o personas ficticias, según comunicado emitido por la Fiscalía. Son más de $700 millones en oro con origen sospechoso. Varios ejecutivos de la empresa fueron detenidos y la Fiscalía tomó el control de la compañía. (En contexto: CIJ Gutiérrez, investigada por lavado de activos)

Un funcionario de la Fiscalía, que habló en anonimato, dijo que creen que la mayor parte del oro de CIJ Gutiérrez provenía de Colombia, incluyendo metal extraído en operaciones mineras controladas por organizaciones delictivas, pero no descartan la posibilidad de que una parte haya salido de Venezuela.

El exrepresentante legal de CIJ Gutiérrez, Andrés Vieira Gutiérrez, no respondió a solicitudes de declaración sobre el caso. La interventora de la compañía nombrada por el Gobierno, Ana Sauda Palomino, dijo en un correo electrónico que no ha encontrado evidencia de que la compañía haya comprado oro venezolano, pero admitió que aún no ha terminado una revisión exhaustiva de los registros de la compañía. Palomino también resaltó que la compañía o sus ejecutivos no han sido declarados culpables de delito alguno.

La oficial agregó que todos los proveedores de la empresa deben cumplir las políticas y los procedimientos de la compañía que, según dijo, se apega a los estándares del sector minero y las normas contra el lavado de dinero.Parte del oro de CIJ Gutiérrez fue comprado por compañías estadounidenses, como Republic Metals Corp. (RMC), su único cliente en el sur de Florida y uno de los mayores refinadores del país.

Republic, que se declaró en bancarrota el año pasado, importó US$12,5 millones en oro de CIJ Gutiérrez entre 2008 y 2012, según datos de la agencia aduanera de Colombia y datos proporcionados por el proveedor de datos de comercio global Import Genius. Pero esos datos no muestran si la empresa colombiana envió oro venezolano durante ese período.

En una carta dirigida a estos reporteros, el abogado de la familia que era dueña de Republic antes de venderla este año, como parte de su declaración de bancarrota, dijo que “la pasada relación con Gutiérrez está más allá de la insignificancia” y amenazó con demandar por difamación si Republic es mencionada en este reportaje.

“Hace más de siete años, RMC recibió tres envíos de prueba de Gutiérrez totalizando menos de US$12,5 millones”, escribió el abogado J. Erik Connolly. “En base a esos envíos de prueba, RMC decidió no entrar en una relación comercial con Gutiérrez o escoger a Gutiérrez como proveedor. La familia implementó programas de controles de primera línea en RMC para eliminar la posibilidad de recibir oro de fuentes indebidas. Los deberían felicitar por sus esfuerzos”.

En años más recientes, CIJ Gutiérrez ha vendido cantidades mucho mayores de oro a la refinería suiza Argor-Heraeus, y a la de dueños japoneses Asahi, que tiene instalaciones en Salt Lake City (Utah) y que recientemente compró las instalaciones de Republic en Miami.

Argor-Heraeus, que vende oro a gigantes estadounidenses como Apple, IBM y General Motors, entre otras compañías, compró oro de CIJ Gutiérrez entre 2008 y 2018 por US$2.400 millones, según registros aduaneros.

Asahi, cuyos clientes incluyen Ford, Starbucks y Verizon, compró US$856 millones a la firma colombiana entre 2015 y 2018, según los mismos registros.

Asahi declinó pronunciarse sobre sus negocios con CIJ Gutiérrez. Argor-Heraeus dijo en un comunicado que estaba “firmemente comprometido con su responsabilidad de respetar los más altos estándares en su cadena de suministros”, pero no contestó preguntas específicas sobre sus negocios con la compañía colombiana.

Ford dijo en un comunicado: “No estábamos al tanto de este tema previamente y lo estamos investigando”.GM, por su parte, dijo que prohíbe a sus proveedores participar en la contratación de menores o en prácticas de corrupción. “Al escoger hacer negocios con GM, nuestros proveedores aceptan nuestros términos y condiciones”, dijo la compañía en un pronunciamiento por escrito, “y en el caso de nuestros proveedores más grandes también esperamos que certifiquen anualmente el cumplimiento de estas cláusulas en nuestro contrato. Nosotros hacemos seguimiento de la situación con los proveedores que no confirman el cumplimiento”.

Apple señaló que el contenido de oro de sus iPhones es de aproximadamente una centésima parte de un gramo, en promedio. “Siguiendo una revisión exhaustiva y auditorías de terceros, no estamos al tanto de que el oro de Venezuela llegue a nuestra cadena de suministro”, dijo la compañía en un comunicado. Las otras compañías que compraron oro a Asahi y Argor-Heraeus no respondieron a solicitudes de declaración.

“Aquí hay mucha gente dispuesta a comprar oro”, dijo un funcionario policial estadounidense al tanto de las investigaciones del contrabando del metal, quien no estaba autorizado para hablar del caso públicamente. “[Los compradores] miran los papeles [de procedencia] pero en realidad no verifican. Si no quieres saber, no lo vas a saber.”

*Este proyecto es el resultado de una alianza periodística entre Info Amazonia (Brasil), el Miami Herald (Estados Unidos), Runrun.es (Venezuela), Correo del Caroní (Venezuela) y De Correspondent (Holanda). El proyecto fue posible gracias a la Human Rights Foundation y es apoyado por una contribución del Fondo Holandés para Proyectos de Periodismo. Para conocer el resto del especial, visite http://smugglersparadise.infoamazonia.org.

Por *Especial para El Espectador

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