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En Medellín y sus alrededores parece que está creciendo la buena costumbre de separar la basura con el fin de cuidar el medio ambiente. Por lo menos, así lo señala un sondeo realizado por la Universidad de Medellín, a través del Centro de Opinión Pública, en el que se entrevistó a 1.033 personas de la ciudad, sus corregimientos y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Según los resultados del sondeo, el 77.6% de las personas afirma que en sus casas sí separan los residuos sólidos según el tipo de material, mientras que el 22.4% no lo hacen. La principal razón para hacer esta separación es el cuidado del medio ambiente (34.9%), seguido de querer colaborar con los recicladores (26%), evitar la propagación de enfermedades (16.9%), evitar el llenado prematuro de rellenos sanitarios (14,6%) y obtener recursos económicos (4.2%). Un pequeño porcentaje, el 3.4%, lo hacen porque está de moda, y un 0.05%, “no sabe”. (Lea también: Más de 200.000 envases ha logrado reciclar el Metro de Medellín)
Del total de personas que afirmaron separar sus residuos, el 35,4% lo hace mediante dos recipientes, el 28,4% utiliza tres recipientes, el 6,6% lo hace con uno, mientras que las otras respuestas tienen porcentajes inferiores al 5,3%. Cifras que según Andrés Felipe Jiménez Vásquez, profesor del programa Ingeniería Ambiental de la Universidad de Medellín tendría que ver con que “el poco espacio disponible dentro del hogar para el almacenamiento de residuos, además de lo cual se presenta el almacenamiento de residuos ordinarios en un recipiente y el de residuos reciclables en el otro”.
Ahora, el destino a la que llegan los residuos es variado, pues mientras el 41.6% afirmó que se los da a un reciclador informal, el 29.9% dijo que se los daba al servicio de aseo público. Otro 4.1% dijo que ellos mismos le sacaban provecho, mientras el 1.5% los vende y un 0.5% no lo sabe. “La razón por la cual los residuos aprovechables separados se están presentando junto con los residuos ordinarios en la ruta del prestador del aseo es la inexistencia de rutas selectivas, en gran parte de los barrios de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá”, agrega Vásquez.
No obstante, la cifra que da la Universidad de Medellín sobre esta región dista mucha del promedio nacional. A principios del año 2017 el Ministerio de Ambiente dio a conocer que, a diario, en Colombia se producen entre 30.000 y 32.000 toneladas de basuras, de las cuales sólo se recicla el 17%. En el caso de Bogotá, se generan unas 7.500 toneladas al día y se reciclan entre 14% y 15%. Un número mínimo si se tiene en cuenta que en países como Holanda y Suecia las políticas públicas han permitido reciclar hasta el 95% de la basura que se produce.
Aunque en Colombia se lanzó, hace un año, la aplicación RedPosconsumo, a través de la cual los ciudadanos pueden identificar más de 5.400 puntos de reciclaje en el país, todavía se trata de pasos pequeños ante una situación que es urgente. Según el mismo ministerio, cerca de 321 rellenos sanitarios en el país cumplirán su ciclo útil en los próximos años, por lo que se necesitan alternativas prontas. (Lea acá: Gracias al reciclaje, el mundo deja de emitir 100 kilos de CO2 por persona al año)
La cuestión de la basura, entonces, no es solo una ambiental, sino que está relacionada con emergencias sanitarias. Un estudio del Banco Mundial y Planeación Nacional de 2015 indica que, “si se continúa con la misma dinámica de generación de residuos, sin adecuadas medidas para mejorar su aprovechamiento o tratamiento, y con patrones de producción y consumo insostenibles, en el año 2030 tendremos emergencias sanitarias en la mayoría de ciudades del país y una alta generación de emisiones de gases de efecto invernadero”.