Sudáfrica lucha desde hace años contra la caza furtiva de rinocerontes, una especie que está en peligro y ha sido amenazada por sus cuernos. Se cree que tienen propiedades curativas o, simplemente, en algunas culturas, son adquiridos como trofeo. Luego de varias estrategias de conservación, la ministra de Medio Ambiente, Barbara Creecy, aseguró que habían logrado reducir a la mitad el número de ejemplares que mueren por esta causa.
Por medio de un comunicado, Creecy informó que había una una reducción en los primeros seis meses, cuando se registraron que 166 rinocerontes habían sido cazados ilegalmente. Una reducción de casi el 53% con respecto al mismo periodo de tiempo de hace un año, cuando se presentaron 316 muertes. (Lea: Biólogos proponen usar drones para proteger a los rinocerontes de los cazadores)
Sin embargo, Creecy advirtió que el número de casos estaba volviendo a aumentar a medida que se levantaban las restricciones de confinamiento relacionadas con la pandemia por el COVID-19. “Aunque hemos podido detener la escalada, tenemos que seguir con el monitoreo”, añadió.
Entre las estrategias que ha implementado en los últimos 10 años el ministerio están el control al tráfico ilegal de cuernos de rinoceronte, que está compuesto principalmente de queratina, la misma sustancia que las uñas humanas. (Puede leer: ‘Delitos contra la fauna silvestre aumentan el riesgo de enfermedades infecciosas’, ONU)
El Ministerio de Ambiente no desconoce que jugaron un papel trascendental las interrupciones en la cadena de suministro derivadas de las restricciones impuestas a los viajes durante el confinamiento en Sudáfrica.
Los cuernos de rinoceronte son vendidos en polvo y se promociona como cura contra el cáncer y otras enfermedades. Se vende tradicionalmente en China y en Vietnam, donde son considerados como afrodisíacos o utilizados en la medicina tradicional. (Podría leer: ¿Queda algún camino para salvar al rinoceronte blanco del norte?)