Identifican intimidación sexual en las sociedades de primates

Después de observar los hábitos de apareamiento de un grupo de babuinos chacma, durante 4 años, investigadores encontraron que los machos de estas especies utilizan a menudo la intimidación sexual para controlar a las hembras.

Redacción VIVIR
07 de julio de 2017 - 02:38 p. m.
Pixabay
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Estas conclusiones, publicadas en Current Biology, se suman a la evidencia ya existente de que los primates usan tácticas coercitivas para restringir las decisiones de apareamiento femenino, cuestionando así la extensión de la libertad sexual  y sugiriendo que la intimidación sexual tiene una larga historia evolutiva.

El equipo de científicos, liderado por Alice Baniel, observó los hábitos de apareamiento entre estos animales, ya que, como explican en su publicación en Currente Biology, sintieron curiosidad por el comportamiento violento y la intimidación sexual en los babuinos que viven en Namibia (África), esto debido a que hasta el momento no se habían detectado muchos casos de machos forzando a una hembra a aparearse, sí especulaban de alguna muestra de violencia, pero no este tipo de control tan "humano".   

Todavía no se sabe si los machos son estratégicos o reaccionan a cambios de su entorno al acosar las hembras, pero “cuando estaba en el campo observando a los babuinos, a menudo me di cuenta de que los machos estaban dirigiendo ataques  o persecuciones hacia las hembras en celo", dice Baniel en un comunicado publicado junto a su estudio.

Según la investigadora, se pensaba que las hembras gozaban de una “libertad relativa” para expresar sus preferencias sexuales en este tipo de sociedades, pero no era así, incluso, al seguir el comportamiento de estos primates notaron que las hembras fértiles eran las que sufrían más agresiones. De hecho, los ataques masculinos fueron una fuente importante de lesiones para las hembras fértiles.

Para explorar esas dinámicas los investigadores recopilaron datos sobre el sexo y la agresión durante cuatro años en dos grandes grupos de babuinos, y gracias a esa inmersión expresan que este tipo de comportamientos sí existía entre los chimpancés, pero el nuevo estudio sugiere que puede ser común en las sociedades salvajes, lo que abre la posibilidad de que la intimidación sexual en los seres humanos tenga una historia evolutiva.

Por Redacción VIVIR

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