El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, instaló el Consejo Técnico Consultivo para el Licenciamiento Ambiental, un órgano asesor que hará parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y que será consultado cuando se trate de proyecto críticos. Durante su primera sesión, por ejemplo, el Consejo le empezó a hacer seguimiento a los desastres ambientales que dejaron atrás las fallas del proyecto hidroeléctrico Hidroituango y el pozo La Lizama 158. (Vea acá: Lizama 158: ¿se puede repetir el desastre ambiental en otros pozos?)
“La instancia se constituye en una de las principales herramientas con que contará la ANLA, para absolver dudas o inquietudes técnicas de las licencias ambientales a su cargo o en temas relacionados con los mismos”, afirmó Murillo.
La principal función que tendrá el Consejo es hacer recomendaciones sobre lienciamiento ambiental, tanto al ministerio de Ambiente como a la ANLA, sobre los procesos de licenciamiento. Sin embargo, según explica la cartera ambiental, “las solicitudes de otorgamiento o modificación de licencias ambientales de competencia de la ANLA, radicadas antes de la entrada en vigencia de de la resolución que le da instalación al Consejo, no serán sometidas a consideración del Sistema Técnico de Clasificación”.
La razón por la que se crea esta instancia es que los Decretos 3570 de 2011 y 3573 de 2011 obligaron al ministerio de Ambiente dar conceptos vinculantes sobre los licenciamientos ambientales. Mecanismo que la cartera empezará a ejercer a través de lo que consulte con el Consejo Técnico Consultivo.
Sobre qué tan útil es la creación de este Consejo frente a casos como Hidroituango y Lizama 158, la directora de la ANLA, Claudia González, sostuvo que, “en el caso de Hidroituango, la autoridad ambiental continúa haciendo seguimiento a la contingencia, recibiendo y procesando los reportes que se hacen cada 12 horas y advierte que ha evolucionado de forma positiva el nivel de infiltraciones y disminución de caudales a través del llenado prioritario”. (Lea acá: Hidroituango, al borde de una emergencia social y ambiental)
Respecto al pozo Lizama 158, se hizo una relación de los pronunciamientos que la ANLA ha hecho frente a la contingencia, que son 7 actos administrativos de seguimiento y control, 4 actos de procedimiento sancionatorio y la respuesta a un recurso de reposición. (Vea acá: Hidroituango: la megaobra energética que puso en vilo a Colombia)
La primera sesión se llevó a cabo con la presencia de los Viceministros de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los directivos de la entidad, la Directora General de la ANLA, el Subdirector de Evaluación y el jefe de la Oficina Asesora Jurídica de la ANLA, los directores generales de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) y del Instituto Humboldt y funcionarios de Corantioquia y del IDEAM.