A Jane Goodall —una mujer, científica, activista y embajadora de Paz de las Naciones Unidas— pocas cosas le quedaron por hacer y es una de las británicas más importantes de la historia de nuestra humanidad, pues demostró, en los años 60, que los chimpancés construyen y utilizan herramientas, un hecho que revolucionó al mundo científico y sin duda le cambió la vida y lo que en ese entonces ella imaginaba como ideal y perfecto en medio de la selva en Gombe, Tanzania.
A los 16 años soñaba con ser científica y viajar a África. Sin formación para hacerlo, su madre fue su primera y más importante patrocinadora, pero sobre todo su polo a tierra. Con el dinero justo para estar en Tanzania por seis meses, Jane, decidida y terca, como ella se describe, no lograba dimensionar en aquel entonces lo que sería de sí misma una vez lograra ganar la confianza de los chimpancés. Trabajó duro, se esforzó y pudo observar lo que nunca nadie había logrado: la utilización de herramientas para capturar termitas por parte de los chimpancés. Seguramente Jane debe recordar el momento preciso en que esto sucedió, pues lo describe como si hubiera sido hace apenas unas semanas; pero esto no era lo más difícil, sino lograr convencer al mundo científico de su hallazgo.
Algunos dijeron que ella había enseñado a los chimpancés a usar las ramas para atrapar las termitas, otros dudaban de que esto fuera real, pero las imágenes capturadas por Hugo van Lawick eran irrefutables y suficientes para emprender su lucha a favor de la conservación, aunque yo diría que es más una lucha por la empatía y la esperanza.
Es la tercera vez que la doctora Jane Goodall acepta una invitación de Planet On para Colombia, y para mí conversar con ella siempre resulta un reto, pues tiene una mística y un sentimiento indescriptibles, y por mi parte tengo muchas preguntas y sobre todo admiración. En esta nueva oportunidad, Jane es divertida, tranquila y llena de recuerdos que esperan ser compartidos. No existe un ápice de egoísmo cuando comparte su experiencia, vivencias y legado.
Hablar de nuestra relación con la naturaleza con ella, Ph. D. En Etología de la Universidad de Cambridge, es sin duda un placer y una clase magistral; es reconocernos como una especie más en el mundo natural, es entender que nuestro rol no es más importante que el del resto de los que habitan este planeta. Tal vez esto es lo que hace de ella una de las científicas más importantes y queridas del mundo. Jane Goodall no busca ser reconocida por su aporte a la ciencia; al contrario, espera que la ciencia y la humanidad reconozcan en las otras especies su importancia y la relevancia que tienen para nuestra propia existencia.
No ha sido una lucha fácil, y ella dice que no parará de alzar su voz mientras viva. Su edad no le ha impedido llevar su mensaje por el mundo, viajar casi todos los días y despertarse en habitaciones de hotel la mayoría del tiempo, desde que se convirtió en activista ambiental. Pero su travesía tiene una única motivación, que la llena de orgullo y brillo en sus ojos cuando habla de ella. Roots & Shoots, su programa bandera, lo que ella describe como su mayor orgullo y lo mejor que ha hecho a lo largo de su vida. Creer, confiar y empoderar a miles de jóvenes en todo el mundo para cambiarlo con sus acciones. Jane confía, sin miedo a equivocarse, en que son los jóvenes del mundo los únicos capaces de cambiarlo, con pequeñas acciones, actuando localmente y luego impactando el mundo. Sin pretensiones ni falsas promesas ella los llena, nos llena, de esperanza por un planeta distinto, por una sociedad empática y respetuosa de los otros, por un mundo sin crueldad contra los animales y sin explotación de nuestras selvas a cambio de un nuevo centro comercial.
En estos meses aislada en su casa en el Reino Unido, Jane reconoce estar mucho más ocupada que cuando viajaba sin parar, ya que la tecnología la ha acercado mucho más a todos los que esperan compartir una pequeña parte de su tiempo, y sin duda la virtualidad se lo ha permitido sin límites, tal vez con mucha más libertad de la que ella habría imaginado. No solo da conferencias, entrevistas y protagoniza documentales sobre su vida, Jane Goodall ahora se lanza a la educación virtual, con la que espera que muchos más jóvenes puedan acceder a lo que para ella debería ser básico. Ella misma reconoce que es imposible cambiar el comportamiento de una persona o su forma de pensar y relacionarse con el mundo natural si no ha sido educada en estos temas, no es su culpa, señala Jane. Por esto, la principal herramienta que debemos darles es la educación.
Sin más, Jane y su equipo del Instituto Jane Goodall y de Roots & Shoots en todo el mundo se dieron a la tarea de desarrollar un curso virtual para jóvenes líderes ambientales, dirigido a quienes estén entre los 15 y 17 años, vinculados a una institución educativa actualmente. La inscripción es gratuita y debe ser realizada por la institución, enviando un correo electrónico a lideresambientales@janegoodall.org.ar con el nombre del participante, nombre de la institución y correo electrónico de contacto. Las inscripciones cierran el 28 de septiembre, el curso inicia el 9 de octubre. Para obtener más información, pueden ingresar a https://janegoodall.org.ar/lideres-ambientales-online/.
Mantener nuestra esperanza, ser empáticos y educar desde el corazón a quienes por miles de motivos no han sido educados en temas ambientales es la tarea, el desafío y la invitación de Jane para que el planeta pueda volver al camino correcto, para salvar a miles de especies y a nosotros mismos de un futuro desolador, sombrío y sin esperanza.