Faenas de noche y de día para pescar bagre rayado y bocachico. Canoas en alta mar o al borde de la costa de donde cuelgan anzuelos, cóngolos o canastas de mano. Paciencia y precisión. Un sinfín de cuentos y canciones para el río. Eso es solo una partecita de la riqueza de esta actividad de la que viven alrededor de 35.000 pescadores gracias a las aguas del río Magdalena, un afluente que hasta hace 40 años proveía hasta 70.000 toneladas de pescado anualmente, ahora solo 10.000. Estos hombres y mujeres, en especial sus conocimientos y sus técnicas, acaban de ser aprobados entre las postulaciones para convertirse en patrimonio cultural inmaterial de la nación. (Lea: El rol de los campesinos en la Protección de los Parques Naturales)
La noticia fue difundida en Twitter por Juan Carlos Gutiérrez, subdirector de la Fundación Alma, que lleva una década trabajando con pescadores artesanales del Magdalena. "Aprobada en este momento la postulación ante el Concejo Nacional de Patrimonio Cultural de Colombia, los CONOCIMIENTOS Y TECNICAS ASOCIADAS A LA PESCA ARTESANAL EN LAS PLANICIES DEL RÍO MAGDALENA como Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación", publicó el ambientalista.
— JuanCarlosG (@elcarlosjuan) November 7, 2019 Otros usuarios de este red social han celebrado la noticia y felicitado a esta fundación que, en compañía de organizaciones de pescadores artesanales de esta parte del país, postuló la pesca artesanal después de haber investigado durante los últimos cuatro años "el universo de expresiones culturales" de esta población. Así lo indicaron los ambientalistas a través de un comunicado.
Lo que sigue para afirmar esta actividad como patrimonio es un proceso en el que el Concejo Nacional de Patrimonio, presidido por la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, construya un expediente de postulación y a la vez un plan especial de salvaguardia de la mano de las comunidades del Magdalena. Esto durará entre un año o dos.
Si bien la decisión de convertirlo en patrimonio debe estudiarse, es tal el logro de esta aprobación ya que "obedece a una deuda histórica del país con el grupo de portadores y portadoras de esta manifestación integrada al agua y a los ecosistemas que la soportan. Esta, reconoce la diversidad biocultural, que reúne el universo de conocimientos y prácticas ancestrales y vigentesde los pueblos ribereños", explicó la misma fundación.
*Esta noticia fue corregida a las 12:20 p.m. con precisiones del Ministerio de Cultura