Santurbán, de nuevo un motivo de discordia

Miles de personas marcharon ayer por las calles de Bucaramanga para solicitar que no se otorgue el permiso de explotación de ese mineral en los límites del páramo.

Redacción Medio ambiente
07 de octubre de 2017 - 09:00 p. m.
Este 6 de octubre cientos de santandereanos salieron a marchar para manifestar su descontento frente a la posible explotación de oro en el Páramo de Santurbán.  / / John Álvarez Pinto
Este 6 de octubre cientos de santandereanos salieron a marchar para manifestar su descontento frente a la posible explotación de oro en el Páramo de Santurbán. / / John Álvarez Pinto

Pocos días antes de la Navidad de 2014, el entonces ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, organizó una rueda de prensa en Bucaramanga que los santandereanos habían estado esperando por años. En compañía de varios funcionarios, anunció que la mayoría del páramo de Santurbán, localizado en la cordillera Oriental colombiana, sería intocable. Casi 99 mil hectáreas (76 % del total) deberían conservarse intactas. Otras 25 mil, dijo entonces Vallejo, deberían reconvertirse a páramo, pues estaban siendo utilizadas de manera inadecuada. Aunque, como escribió entonces el periodista Pastor Virviescas en este diario, quedaron muchas dudas sin resolver, con esa decisión parecía que el Minambiente había puesto punto final a una vieja discusión en torno a la explotación de oro. Sin embargo, el debate estaba lejos de resolverse y ayer tuvo, de nuevo, otro gran capítulo.

Como lo hicieron hace siete años, ayer, bajo el lema “Marcha por el agua”, miles de personas se reunieron en la paza de Banderas de Bucaramanga, para manifestar su voz de protesta. Las intenciones de explotar oro por parte de la empresa Sociedad Minera de Santander S.A.S. (Minesa), que pertenece al Gobierno de Abu Dabi, Emiratos Árabes, les volvió a causar malestar. ¿La razón? Como dice Mario Flórez, integrante del Comité para la Defensa del Páramo de Santurbán, que reúne a 14 municipios, temen que la explotación ponga en riesgo el suministro de agua.

La discusión es semejante a la de hace siete años, cuando también convocaron multitudinarias marchas, pero en esta ocasión tiene varios ingredientes que parecen hacerla más compleja. A diferencia de lo que buscaba la compañía canadiense GreyStar (explotar oro a cielo abierto), hoy Minesa busca hacer una mina subterránea. Sus estudios empezaron en 2010 y, tras hacer análisis de prefactibilidad el año pasado, el 28 de agosto de 2017 radicaron una solicitud de licencia ambiental ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).

Como lo han repetido en varias ocasiones, el proyecto está ubicado fuera de la línea que delimita el páramo y si tienen vía libre explotarán 9 millones de onzas de mineral. “Generaremos 1.000 empleos directos y 4.000 indirectos”. Además, aseguran, no usarán ni cianuro ni mercurio. “Oponerse a la minería legal solo conducirá al incremento de la minería ilegal”, insisten.

Hasta el momento, no cuentan con el permiso para explotar, pero los santandereanos quieren anticiparse a la decisión de la ANLA. Los argumentos que expone Minesa no parecen convencerlos. A Andrés Ángel, geólogo de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) , tampoco. Pese a que los detalles técnicos son complejos y requieren un análisis más amplio, asegura que hacer túneles de hasta 30 metros de altura puede modificar las aguas subterráneas: “No debemos ver el páramo como una superficie, sino como un gran sistema en el cual hay un suelo y un subsuelo que están conectados”. “La línea base de delimitación del páramo no resuelve su problema de gestión”, complementa Carlos Lozano, abogado de la misma organización.

Otro ingrediente más, siempre presente en esta discusión, es que los municipios mineros como Vetas y California, tradicionalmente han hecho explotación de oro. Aunque el Minambiente había prometido empezar a crear proyectos productivos para estas familias, esa incertidumbre hoy sigue presente.

Mientras que una organización llamada Asociación de Municipios del Páramo de Santurbán (Asomunsanturbán) aseguró a través de un comunicado que están en desacuerdo con la manifestación de ayer y que están convencidos de que el oro y el agua pueden ser valorados y aprovechados con responsabilidad, Mario Flórez, del Comité de la Defensa del Páramo, insiste en que ellos defienden a los pequeños mineros. “No estamos en contra de ellos. Lo que hemos solicitado es que tengan un acompañamiento del Estado para mejorar sus prácticas –dice–. “Es muy distinto hablar de una gran expectativa de ganancia, que de los derechos de un pequeño minero que tiene que ver con un mínimo vital”, asegura Lozano Acosta.

Por el momento, la discusión mucho más amplia no está resuelta. La ANLA tiene, por ahora, la decisión en sus manos y, según ha dicho su directora, Claudia González, antes de noviembre habrá una audiencia pública para escuchar a las diferentes partes. ¿Qué sucederá si otorgan el permiso de explotación? Los santandereanos insisten en que seguirán haciendo resistencia. 

 

Por Redacción Medio ambiente

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