Desde el pasado 31 de marzo comenzó a arder el bosque de Unguía, en Chocó. Un día después el Ministerio de Ambiente llegó a la zona del lugar para evaluar las causas y las consecuencias de éste. La Fuerza Aérea y los Bomberos también hicieron acompañamiento en la zona.
Los primeros días la información escaseó y nadie dio razón de lo ocurrido en el Pacífico. El Ministerio de Ambiente aseguró que por el momento era imposible calcular la cantidad de bosque afectada y que se enfocaron en extinguir las llamas. El ministro Luis Gilberto Murillo informó el 4 de abril que el Cuerpo de Bomberos tenía el control del 98% del incendio.
Sin embargo, este jueves el coordinador de Gestión de Riesgo de Unguía, Rodrigo Restrepo, le aseguró a RCN Radio que existen focos del incendio en el resguardo indígena Archía y que, hasta el momento, no se han podido controlar por las difíciles situaciones, los fuertes vientos y las altas temperaturas. Confirmó que están a 32°C.
“Son terrenos pendientes y están bastante retirados por eso se dificulta controlar varios focos al tiempo. La situación es muy difícil, los terrenos están retirados, lo que complica la presencia de los bomberos y las máquinas en la zona”, explicó Restrepo a la emisora.
Restrepo aclaró que a pesar de las labores de los habitantes de la zona, la Defensa Civil y los Bomberos, cerca de 900 hectáreas de bosque se han quemado. Sin embargo, se desconoce la afectación total a las especies de fauna y flora. En la zona viven el Oso Perezoso, la tortuga Icotea y el Mono aullador colorado y tiene especies nativas como árboles maderables y robles.
Aunque aún se desconocen las causas de la conflagración, se maneja la hipótesis de que éste fue provocado por la imprudencia de personas que comenzaron a hacer quemas para encontrar a tortugas hicotea. “Todo es materia de investigación. Tenemos indicios de algunas personas que estaban en el lugar donde se inició el incendio. La Fiscalía va a empezar con los procesos para dar con quienes infringieron la ley”, concluyó Restrepo.