Las noticias para las vaquitas de mar, una especie que habita en México, en la reserva de la biósfera del alto golfo de California, no dejan de ser pésimas. A pesar de los esfuerzos en conservación y los esfuerzos que ha realizado el Gobierno de México para evitar que la especie, ya amenazada, no desaparezca, el número de individuos sigue cayendo frásticamente.
En el 2015, la población total era de 97 ejemplares, en el 2017 cayó a 30 y un año después, en el 2018, se hablaba de solo 22 individuos. Pero según el último reporte emitido por el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), la cifra actualmente estaría en sólo 10 vaquitas de mar. (Le sugerimos: Esperanza para las vaquitas marinas )
A través de un monitoreo acústico y con fotografías, el Comité encontró que “ la catastrófica tasa de disminución desde 2011 continúa con la tendencia de la tasa en los últimos tres años: en alrededor del 50%. El análisis indicó que solo unas 10 vaquitas seguían vivas en 2018 (con un 95% de probabilidad de que el valor verdadero esté entre 6 y 22)”, aclara la CIRVA.
El reporte también señala que “las vaquitas marinas están concentradas en un área cada vez más pequeña de unos 24 por 12 kilómetros (15 por 7,4 millas)” .
Pero este reporte sale justo cuando la organización Sea Shepard publicó una noticia igual de desoladora. Dos de sus botes hallaron el cuerpo de una animal en una red de pesca mientras se encontraba en una misión por el Golfo de California para, precisamente, quitar las redes de pesca que son ilegales en este refugio protegidos.
Aunque en principio no se pudo identificar de qué especie se trataba, las autoridades confirmaron hoy que era una vaquita de mar. “Las vaquitas marinas se enredan en redes colocadas para la pesca de totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China”, explica el periódico el Nuevo Herald. (Lea: Los presidentes de México y China respaldan protección a vaquita marina)