Tractor aplastó 331 frailejones en los páramos de Telecom y Merchán, en Boyacá

El vehículo estaba a cargo de un contratista de la Gobernación de Boyacá, que iba a ingresar postes para cerrar los predios de Piedra Herrada, Yadira y Peñita, ubicados en la vereda Monte de Luz. / CAR Cundinamarca

Un frailejón crece un centímetro cada año. Su función, vital para el bienestar de los páramos, consiste en absorber el agua de las nubes, retenerla y luego descargarla de nuevo al río. Pero, pese a su importancia, resaltada con frecuencia por las autoridades ambientales, esta semana un tractor destruyó más de 300 en el páramo de Telecom y Merchán, en el municipio de Saboyá (Boyacá). (Lea: Está lloviendo plástico: Hallan fibras microscópicas sobre las Montañas Rocosas en EE. UU.) 

El hecho, que ha generado indignación en redes sociales, fue denunciado por funcionarios de la CAR Cundinamarca y la Policía Nacional al escuchar el testimonio de los habitantes y vecinos de esta Reserva Forestal Protectora - RFP. El vehículo, que ingresó al terreno para descargar unos postes es, al parecer, de un contratista de la Gobernación de Boyacá. 

Su paso, que tenía como objetivo cerrar con este material algunos terrenos, arrasó con 331 plantas de frailejón de tipo Espeletia sp luego de pasar sobre ellos en zig zag. La afectación sucedió en los predios Piedra Herrada, Yadira y Peñita, ubicados en la vereda Monte de Luz, a una altura promedio de 3.300 msnm. 

La investigación que han llevado a cabo las autoridades ambientales demostró que "los presuntos responsables del contrato de cerramiento del predio con cerca perimetral son los señores Luis Ángel Barrera y Miguel Rodriguez. Esta es la versión entregada por uno de los habitantes de sector. Posteriormente desde la CAR por vía telefónica con la Gobernación de Boyacá se pudo establecer que existe un contrato para la Restauración con procesos de reforestación y aislamiento en predios de la Gobernación y los Municipios de Boyacá.”, dice el informe técnico firmado por la CAR tras la visita realizada en el páramo. 

Así pues, la afectación del ecosistema y el daño causado a estas plantas recae sobre las personas que ordenaron el paso del tractor con el material que llevaba consigo. Esto compromete a los firmantes del contrato quienes podrían enfrentar sanciones.