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“Nunca es fácil decir adiós ni dejar una trayectoria larga de proyectos, de ideas, de retos y, sobretodo, de aventuras, pero me voy muy satisfecha y alegre. Creo que el Instituto está en uno de sus mejores momentos y tengo la certeza de que vendrán cosas mucho más grandes. Reitero mis agradecimientos y compromiso de seguir proyectando al Humboldt en todos los espacios donde me sea posible como bien lo hice en el pasado”. Estas fueron las palabras que eligió Brigitte Baptiste para anunciar su retiro como directora general de una de las entidades más importantes en investigación científica del país, el Instituto Humboldt. (Lea: Brigitte Baptiste es galardonada por sus logros en cultura y desarrollo)
Su retiro voluntario, anunciado a finales de la semana pasada, concluye una labor que empezó en 2001. Para entonces, esta bióloga graduada de la Universidad Javeriana había coordinado el Programa de Uso y Valoración de Biodiversidad (1995-2000). Luego, ocupó el cargo de subdirectora de Investigaciones en el instituto hasta 2009, cuando tomó una pausa para dedicarse a la docencia trabajando para su alma máter en temas que iban desde políticas de gestión ambiental, conservación de paisajes rurales y ecología de sistemas complejos.
Al retornar, hacia 2011, Baptiste se desempeñó como la cabeza del Humboldt, impulsando su distinción tanto en esferas de la opinión pública como medios de comunicación y espacios de participación ciudadana, asímismo ha representado al gremio científico nacional en espacios internacionales. Un ejemplo de ello es su presencia como autoridad científica de Colombia ante la CITES (Convención Internacional para el Comercio de Vida Silvestre) y ante el nuevo Panel Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) en el que es miembro de su Panel Global de 25 expertos (MEP) en nombre de América Latina y el Caribe.
La despedida de Baptiste, que responde a motivos estrictamente personales, deja un legado marcado por su "visión transgresora y progresista de la naturaleza", como lo define el mismo instituto en su comunicado de prensa. La posición de esta bióloga de 55 años, conocida por asumirse como una mujer transgénero, defendió ideas progesistas como la de Ecología Queer, "entendida como la manifestación permanente de la diferencia y el escenario idóneo para la aparición de lo no convencional, aspectos que pasan desapercibidos por la visión homogénea de la humanidad en cuanto a la identidad orgánica de la flora y la fauna", explicó el instituto.
Gracias a su visión y esfuerzo, durante su dirección esta entidad pudo desarrollar proyectos que han fortalecido los conocimientos científicos del país. Entre ellos se cuenta la participación del Humboldt en expediciones impulsadas por el Gobierno tras la firma del acuerdo de paz, llamadas Colombia BIO, o la construcción del decálogo Transiciones Socioecológicas hacia la Sostenibilidad e incluso la iniciativa de crear la primera novela gráfica de diversidad biológica colombiana, publicada el año pasado bajo el nombre de Crónicas de la Resiliencia, el origen.