Trump nombra un cazador para comandar los recursos naturales de EE.UU.

Ryan Zinke es un pescador experto y un cazador preciso que se opuso a reducir las emisiones de CO2. Donald Trump le acaba de encargar gestionar más de dos millones de kilómetros cuadrados de tierras.

EFE
17 de diciembre de 2016 - 06:13 p. m.
Ryan Zinke, nuevo secretario del Interior de Donald Trump, se ha mostrado escéptico del cambio climático.  / Wikipedia
Ryan Zinke, nuevo secretario del Interior de Donald Trump, se ha mostrado escéptico del cambio climático. / Wikipedia

Nacido en la rural Montana hace 55 años, Ryan Zinke es un pescador experto y un cazador preciso, comandó tropas del cuerpo de elite de la Armada, los Navy SEAL, y ahora tendrá en sus manos los recursos naturales de Estados Unidos como nuevo secretario del Interior de Donald Trump.

De joven fue elegido Eagle Scout, el mayor rango dentro de los Boy Scouts, gracias a un estudio sobre los bancos fluviales y las fuentes de contaminación del agua, su primera “mirada crítica” hacia el medioambiente, según explicó en sus memorias recién publicadas “American Commander”.

Se graduó de Geografía en la Universidad de Oregón en 1984 y dos años más tarde se alistó en los Navy SEAL, cuerpo de elite en el que se especializó en demolición submarina y en el que sirvió durante más de dos décadas, hasta el 2008, y con el que comandó a 3.500 hombres de las fuerzas especiales en Irak.

Una vez colgado el uniforme, Zinke dio el paso a la política, primero como senador en Montana y después como el representante del único distrito de su estado en la Cámara de Estados Unidos, cargo para el que ganó su primera reelección el pasado 8 de noviembre con más del 56 % de los votos.

Sin embargo, su destino inmediato parece lejos del Congreso, ya que el presidente electo, Donald Trump, ha depositado su confianza en él para comandar los recursos naturales del país, un nombramiento que, como el resto del Gabinete, genera incertidumbres, ya que el todavía congresista tendrá en sus manos la gestión de terrenos federales, parques nacionales y proyectos energéticos.

Los ecologistas dudan de su proteccionismo

Aunque Zinke se remonta a sus tiempos de Eagle Scout para reivindicarse como un proteccionista del medioambiente, grupos ecologistas lo han puesto en duda a raíz de algunas de sus votaciones en el Congreso, como su apoyo a que tierras federales recaigan en manos de los estados o de entidades privadas.

También se ha opuesto a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, metano en este caso, en los proyectos energéticos extractivos en tierras gestionadas por el Departamento del Interior y a la moratoria del todavía presidente, Barack Obama, al alquiler de estos terrenos federales para explotaciones de carbón. Trump, de hecho, pretende poner fin a esa moratoria y promover un aumento de las prospecciones petroleras marítimas y terrestres en áreas controladas por el Estado.

El empresario neoyorquino llega a la Casa Blanca con un programa desarrollista y extractivo bajo el brazo en cuya aplicación jugará un importante papel Zinke.
El departamento de Interior

Con unos 70.000 empleados y un presupuesto superior a los 20.000 millones de dólares, el Departamento del Interior gestiona más de dos millones de kilómetros cuadrados de tierras (unas cuatro veces la superficie de España), inmensas extensiones concentradas en su mayor parte en el oeste del país.

Con Obama en la Casa Blanca, Interior se ha convertido en la punta de lanza de las políticas para mitigar el cambio climático, pero Zinke, del mismo modo que Trump, se ha mostrado escéptico con el consenso científico internacional de que el calentamiento del planeta tiene su origen en la actividad humana.

“El clima está cambiando. No creo que eso se pueda negar, pero el clima siempre ha cambiado”, dijo recientemente Zinke, que considera la mano del hombre una causa “probable” de ese fenómeno aunque es algo que “todavía” está, según él, “en estudio”, por lo que pretende abolir las normas de Obama que “no se sustenten en ciencia sólida”.

Además del desarrollo del programa extractivo de Trump, también es partidario de ampliar el uso y acceso de las tierras federales bajo control del Departamento del Interior para actividades de ocio como el esquí o la bicicleta de montaña, además de sus favoritas, la caza y la pesca.

Zinke se considera discípulo del expresidente Theodore Roosevelt que hizo de la protección de los recursos naturales una prioridad de su paso por la Casa Blanca y quiere tomar un testigo que considera que se ha malinterpretado a lo largo del último siglo.

El nuevo titular de Interior, cuya nominación -como es preceptivo en estos casos- debe aprobar el Senado de EE.UU., está casado y es padre de tres hijos.

Por EFE

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