Un diálogo por la protección y conservación del agua

La situación de los ríos Pamplonita y Zulia es alarmante debido a la contaminación. Estas dos cuencas son la fuente de abastecimiento de la séptima área metropolitana del país y continúan en riesgo.

Natalia Barona
03 de octubre de 2019 - 06:51 p. m.
El río Zulia es el mayor afluente del río Catatumbo.   / EEIM - Wikimedia Commons
El río Zulia es el mayor afluente del río Catatumbo. / EEIM - Wikimedia Commons

La situación de las cuencas de los ríos Pamplonita y Zulia es alarmante debido a la contaminación que ambas presentan. Estas dos cuencas son la fuente de abastecimiento de la séptima área metropolitana del país y continúan en riesgo.

El Encuentro por el Agua, que tuvo lugar en Cúcuta el 25 de agosto, es una iniciativa de Isagén en alianza con Bavaria y promovida por El Espectador, con la dirección técnica de WWF y el apoyo de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi). El objetivo de la reunión fue dejar en claro los retos a los que se enfrentan estas dos cuencas y las acciones que deben llevarse a cabo para fortalecer su gobernanza.

Este espacio permite la articulación de diferentes actores y abre camino al diálogo en torno a las exigencias de las cuencas más relevantes del territorio nacional. En esta edición, por primera vez, la iniciativa coincidió con las elecciones regionales y locales. Por tal razón, las conclusiones reunidas por las comunidades y entidades en los diferentes encuentros serán llevadas a los candidatos, para que las tengan en cuenta en sus planes de gobierno.

En Cúcuta, el eje central de la conversación se centró en encontrar una fórmula que permita mejorar la calidad de agua del caudal, para de esta manera aportar a la productividad, según lo recalcó Rafael Navi Gregorio Angarita, director general de Corponor.

Sin embargo, la solución a esa fórmula no solamente la debe proporcionar el sector público; en esta búsqueda, las autoridades locales, regionales y ambientales también juegan un rol importante. Por eso, estos actores, que hicieron parte del conversatorio sobre la importancia de concentrarse en la conservación de este recurso hídrico, recalcaron el aporte que han brindado las empresas que han empezado a entender que la protección del agua es una prioridad.

Para José Manuel Sandoval, director del Centro Nacional del Agua de la Andi, es importante tener claro que “trabajar por el agua es trabajar por la competitividad de los territorios, de las industrias y del país en general”.

Además de ser un compromiso de la autoridad, también es un acuerdo de la comunidad, por eso, para Andrea Yáñez, gerente del Fondo de Agua Alianza Biocuenca, fue pertinente darles la palabra a los participantes. Ellos tuvieron la oportunidad de expresar su perspectiva respecto a la gobernanza del agua y la mayoría coincidió en que trabajar en la concientización y el compromiso de todos debe hacer parte de los retos. Yáñez añadió que es importante dar prioridad a este recurso y dar pasos gigantes hacia la sostenibilidad. Por lo tanto, recalcó, son necesarias la articulación, la gestión y la presencia de las empresas, los gobiernos y de cada uno de nosotros.

Para Daniela Varón Rey, oficial de incidencia en política de WWF Colombia, es de especial relevancia darle continuidad a este proceso y así poder verificar cómo se avanza en los retos y recomendaciones identificados por los actores en encuentros de años previos, ya que son ellos quienes conocen de primera mano el contexto local.

A través de una encuesta online, los actores señalaron la necesidad de continuar trabajando en el nivel de recuperación, conservación, manejo y uso sostenible de ecosistemas estratégicos y áreas de interés ambiental. Hicieron énfasis en que, para ese reto, se tienen avances mínimos en ambas cuencas. Además calificaron el nivel de movilización e implementación de instrumentos financieros y sistemas de compensación respecto al río Pamplonita.

En cuanto al Zulia, se concluyó que es importante concentrar esfuerzos en el nivel de implementación de procesos de fortalecimiento de capacidades de todos los sectores (público, privado, comunitario) y en el nivel de implementación de alternativas de producción sostenible y reconversión para la conservación.

En este encuentro, como en los anteriores, hubo varias mesas de trabajo que tenían el objetivo de analizar la situación actual de los caudales y a partir de la observación proponer soluciones a las prioridades de las dos cuencas. En las conversaciones se señaló que las preocupaciones más grandes, con respecto a la articulación de instrumentos de ordenamiento territorial con planes de gobierno, son la reforestación de bosque natural de los ecosistemas de las cuencas, la adquisición de zonas estratégicas de conservación, la búsqueda de sensibilización, las alianzas estratégicas para el desarrollo de proyectos que fortalezcan la capacidad científica y la participación comunitaria, además del trabajo en el tratamiento de aguas residuales y en estrategias de desarrollo sostenible.

Por otro lado, en cuanto a las prioridades de instrumentos económicos y financieros para la protección del recurso hídrico, se concluyó que debe priorizarse el mejoramiento de las condiciones de la oferta hídrica en la cuenca del río Zulia, la adquisición y protección de áreas estratégicas y el fortalecimiento e implementación del plan integral del cambio climático. También es importante trabajar en la formación de una cultura ambiental.

Además dialogaron sobre el aprovechamiento y la regulación de los servicios ecosistémicos. En este caso, la conclusión fue que la educación y la sensibilización ambiental juegan un papel importante en la funcionalidad ecosistémica de las cuencas, ya que esto permite que las comunidades se empoderen y así se llegue a la gestión de todas las acciones necesarias.

En la mesa se presentaron las prioridades en cuanto a la articulación y el aporte regional a indicadores en el marco de los ODS, y en este punto se concluyó que es necesario hacer una correcta inversión de los recursos para la producción de fuentes hídricas, trabajar en mecanismos de gestión pública, en las compensaciones ambientales y en la capacidad operativa, tanto por parte de las autoridades ambientales como de las comunidades, para realizar un seguimiento a todas estas acciones.

Las cuencas Zulia y Pamplonita son proveedoras del agua de gran parte del departamento y su buen funcionamiento también depende de la conservación y protección del páramo de Santurbán y de los ecosistemas de alta montaña, los cuales son los únicos ecosistemas productores y reguladores de agua para dos millones de personas en el departamento. La calidad del agua se deteriora cada vez más, su protección y conservación dependen del compromiso de la comunidad y de la generación de alianzas productivas hacia la sostenibilidad.

Por Natalia Barona

 

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