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El turismo rural se fortalece a pesar de la pandemia

Este tipo de viajes serán una gran alternativa para visitar regiones sin aglomeraciones. La Organización Mundial del Turismo (OMT) había elegido el 2020 como el año del Turismo Rural y no pudo ser más pertinente.

Redacción Especiales - mcastano@elespectador.com
12 de noviembre de 2020 - 11:03 p. m.
Vista Hermosa, Meta.
Vista Hermosa, Meta.
Foto: Cortesía: David Ballén

Antes de empezar las cuarentenas o de imaginar los impactos que traería el COVID-19 al mundo y en particular al sector, la Organización Mundial del Turismo (OMT) había elegido el 2020 para que fuera el año del Turismo y Desarrollo Rural, lo cual terminó siendo muy pertinente, ya que tendrá una gran relevancia en el futuro inmediato para quienes deseen viajar evitando aglomeraciones y grandes ciudades.

Ostelea, Escuela de Management en Turismo, indica que en Colombia hay grandes oportunidades en el ámbito del turismo rural, ya que coexisten experiencias consolidadas, como las de turismo comunitario, y propuestas implantadas recientemente por el sector privado y que han contado con algún apoyo del Gobierno Nacional, donde el ecoturismo también es adecuado para reactivar el sector.

Un informe de Ostelea destaca que el país ostenta la segunda posición mundial en variedad de especies de flora y fauna. Además, por ejemplo, según el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia (SINAP), hay 59 espacios protegidos, cuenta con más de 10% de su territorio bajo alguna figura de protección, de los cuales 21 están habilitados para el turismo.

“En el turismo rural podemos destacar líneas estratégicas para dinamizarlo; turismo comunitario, agroturismo y las iniciativas público privadas. La actividad turística como motor de desarrollo rural ha sido una propuesta de numerosos gobiernos del mundo. Por ejemplo, la Unión Europea ha promovido desde la década del noventa los programas LEADER para diversificar la economía rural de sus países miembros, fomentando el turismo desde las primeras ediciones hasta la actualidad. De estas experiencias se han detectado factores que han impedido el éxito de algunos instrumentos”, dice Raquel Santos-Lacueva, docente de Ostelea.

(Lea también: 7 destinos para disfrutar del turismo rural comunitario en Colombia)

Oportunidades para el desarrollo sostenible

El agroturismo está relacionado con la prestación de servicios turísticos (alojamientos, gastronómicos y actividades de ocio) relacionados con la actividad agropecuaria, donde el turista puede participar y ofrece a los agricultores y a las comunidades rurales la oportunidad de integrar su trabajo agropecuario con actividades de turismo y ocio.

Además, estas actividades ponen en valor los trabajos tradicionales y artesanales, promoviendo la conservación y la difusión del patrimonio cultural. El fomento del agroturismo también puede ayudar a visibilizar e incentivar las buenas prácticas, fomentando el desarrollo sostenible del medio rural.

En 2011 el Ministerio de Turismo de Ecuador puso en marcha la Dirección de Productos e Innovación, siendo una de sus líneas de trabajo el Agroturismo.

La cadena agroindustrial del cacao y del chocolate es estratégica para el Gobierno de Ecuador: su importancia no sólo reside en cuestiones socioeconómicas, por ejemplo, el cacao aporta más de 700 millones de dólares a la economía y el país provee más del 70 % de la producción mundial de cacao “fino de aroma”.

Su relevancia también reside en el valiosísimo patrimonio cultural que representa, teniendo en cuenta que el origen del cacao se ubica en la región ecuatoriana del Amazonas hace más de 5.500 años. Para la experta, esto podría replicarse en Colombia con el café, aprovechando además toda la diversidad turística del Eje Cafetero.

De este modo, nos encontramos ante un momento de oportunidad para impulsar el turismo rural en Colombia.

Estas son cuatro grandes oportunidades para el sector, según Ostelea:

  1. Consolidar el desarrollo sostenible del turismo rural. Primero debe analizarse cómo se incorporan los criterios de sostenibilidad en el turismo; después, es el momento de elaborar estrategias que aporten mayores garantías de sostenibilidad, de duración futura, de las actividades turísticas ante un escenario post-covid19 en el medio rural, teniendo en cuenta criterios ambientales, sociales y económicos.
  2. Dar a conocer la oferta de turismo comunitario y agroturismo. Hay que diseñar medidas que pongan en valor los atractivos turísticos del medio rural y animen la llegada de visitantes locales y de otro tipo de turistas que en condiciones sanitarias y de movilidad normales elegirían otro tipo destinos.
  3. Fortalecer la gobernanza de los destinos turísticos. Esta crisis ha generado la cooperación y la colaboración entre numerosos agentes del sector turístico. Estas alianzas, ahora imprescindibles, deben buscar la manera de afianzar estas relaciones más allá de la crisis sanitaria.
  4. Formación. Durante la crisis sanitaria y el cierre de los negocios turísticos, se da la oportunidad perfecta para mejorar la formación de todos los agentes del sector. La capacitación turística ofrece mejores experiencias para los clientes y mayor competitividad de los destinos.

(Lea también: El presente y el futuro de los viajes en Colombia: ¿Cómo y a dónde viajarán los colombianos?)

Al mismo tiempo, para garantizar la sostenibilidad del turismo rural en el escenario post-covid19, las estrategias que se implementen deberán tomar en consideración los siguientes retos:

  1. Mayor exigencia: La crisis mundial del coronavirus reafirma e intensifica la tendencia de un unos turistas más exigentes y más comprometidos, por ejemplo, con el medioambiente, la generación de residuos o la responsabilidad social. Además, se extremará la demanda de los estándares higiénico-sanitarios.
  2. Seguridad de la población local: La adecuación de los protocolos de seguridad y de las estrategias de comunicación será crucial para que la población local no perciba la llegada de turistas como un riesgo para su salud.
  3. Nuevos valores sociales y necesidades: El aislamiento y el confinamiento a nivel global, trae consigo nuevas necesidades y prioridades de la población. El valor de lo humano, de las pequeñas cosas y de las emociones, deben jugar un papel central en el replanteamiento del turismo rural ante el covid19.
  4. Conocimiento e investigación turística: Los retos que deberá enfrentar el turismo requerirán cada vez de mayor conocimiento experto y multidisciplinar. Deben destinarse recursos a generar conocimiento e investigación para mejorar la toma de decisiones, y en consecuencia la competitividad y la sostenibilidad del destino.

Por Redacción Especiales - mcastano@elespectador.com

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