Turismo

Como si fuera la primera vez

¿Cómo es viajar en Colombia en la nueva realidad?

Hay muchas novedades, además de la emoción de regresar a un lugar querido, hay que tener en cuenta cosas que antes no existían. Estas son algunas recomendaciones para disfrutar de un viaje sin contratiempos.

María Alejandra Castaño Carmona - mcastano@elespectador.com
07 de octubre de 2020 - 06:58 p. m.
Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida reabrió sus puertas el 18 de septiembre.  / Cortesía: Marriott
Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida reabrió sus puertas el 18 de septiembre. / Cortesía: Marriott
Foto: Cortesía: Marriott

Después de tantos meses en casa, es momento de volver a las pasiones, sentir de nuevo la vida, reencontrarnos con la naturaleza, volver a la emoción de un despegue y la sensación de alegría cuando el piloto anuncia que estamos próximos a nuestro destino.

En tiempos de cuarentena, uno de los principales actos de amor era cuidarnos, y la mejor forma de hacerlo era quedándonos en casa; hoy en día, cuando cada vez somos más conscientes de que debemos vivir con el virus y las maneras de prevenirlo, cuidarnos sigue siendo prioridad, pero adaptarnos a la nueva realidad también requiere confianza y responsabilidad.

En el aeropuerto

Sin duda hay muchas novedades, además de la emoción de regresar a un lugar querido, hay que tener en cuenta cosas que antes no existían y, por encima de todo, recuerde el uso correcto y permanente del tapabocas. Tampoco olvide lavarse frecuentemente las manos y aplicarse alcohol o gel antibacterial.

En el aeropuerto El Dorado de Bogotá, por ejemplo, hay más de 1200 dispensadores de gel antibacterial en toda la terminal aérea y 482 lavamanos con 280 dispensadores de jabón, 40 lavamanos portátiles distribuidos en diferentes zonas y 40 tapetes de desinfección de zapatos, entre otras.

Recuerde que para su viaje nacional deberá llegar solo con dos horas de antelación a la hora prevista de su vuelo y el ingreso de acompañantes al aeropuerto no está permitido. También debe descargar la aplicación CoronaApp e imprimir o generar su pasabordo de forma digital desde la aplicación de su aerolínea.

A su llegada identifique las puertas de ingreso que estén habilitadas. Conserve dos metros de distancia con otras personas y haga la fila ocupando los espacios demarcados. Desinféctese manos y pies. Cuando le toque su turno, comprobarán su documentación, el código QR de CoronaApp y su temperatura corporal.

La recomendación es ir lo más liviano de equipaje posible. De acuerdo con la Aeronáutica Civil, para los vuelos nacionales, está permitido llevar en cabina un morral pequeño que no sobrepase los diez kilos y quepa debajo de la silla. Todo lo demás debe ser enviado por bodega.

En Colombia, la prueba de COVID-19 solo es requisito para viajar a Vichada.

Por otro lado, vale la pena recordar que, según expertos del Ministerio de Salud, la probabilidad de contagiarse del virus en un vuelo es de menos del 1 %.

“Los aviones son absolutamente seguros en cuanto a la circulación y filtración del aire, ya que cuentan con un sistema denominado High Efficiency Particulate Air (HEPA) que parte del principio de recolección del aire fresco del exterior de la aeronave, para ser almacenado en el aire acondicionado del avión, y de inmediato es filtrado por el sistema HEPA, permitiendo una recirculación del aire en la aeronave”, aseguró Carlos Álvarez, médico infectólogo y asesor del Gobierno Nacional para el COVID-19.

Otra variable importante es el tiempo de exposición, entre más largo el viaje, mayor riesgo. Normalmente muchos brotes descritos aparecen en vuelos largos de más de tres horas. Para tener en cuenta, en Colombia la mayoría son de menos de una hora.

En el destino

En el primer vuelo desde la reapertura del turismo resulta ser una buena idea sentarse cerca de niños. Ellos no han dejado de ser quienes muestran con mayor naturalidad cada emoción, y ya que sonreír con los ojos y aprender a interpretar miradas ha sido otra de las lecciones de la pandemia, las sonrisas escondidas por el uso estricto del tapabocas y algunos gritos de asombro al despegue y aterrizaje del avión acompañaron los constantes anuncios de los auxiliares de vuelo recordando el estricto cumplimiento de los protocolos.

De nuevo en tierra, el COVID-19 logró lo que nadie había podido: que se bajaran primero los de las filas de adelante, de dos en dos, manteniendo el distanciamiento físico. Saliendo del avión, más antibacterial y el tapabocas siempre muy bien puesto.

Finalmente, otra vez al nivel del mar, otro acento, otro clima, más organización. A pesar de que hubo meses en que el aeropuerto Simón Bolívar, de Santa Marta, estuvo cerrado, lo cual generó desempleo y pérdidas económicas para quienes viven del turismo en la bahía más linda de América, las personas son respetuosas con los viajeros, no se aprovechan de los precios y respetan el distanciamiento. Seguro saben que es la mejor forma de protegerse y evitar que vuelvan a cerrar su destino.

En el trayecto al hotel, el taxista mostró su emoción, dijo que para esta semana se espera un gran flujo de pasajeros. “Era muy triste ver todo solo, no oír aviones, las playas vacías, no teníamos nada que hacer. En Santa Marta estamos felices de recibirlos, prometemos cuidarlos”, comentó.

En el hotel

Al llegar al Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida, las cosas no cambiaron mucho; al contrario, se fueron intensificando gracias a una calurosa bienvenida, sin muchas palabras, más bien gestos y sonrisas con el mar de fondo, infinito.

No encuentro una palabra que describa la emoción de volver a sentir el aire caliente y respirar. ¿Lo ha sentido últimamente?

En Santa Marta, además, es tan especial, porque a la brisa marina la acompaña el aire fresco que baja de la Sierra Nevada; una experiencia difícil de contar, pero completamente recomendable para sentir.

Por otro lado, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, la digitalización ha sido fundamental durante la pandemia y las personas se sienten cada vez más cómodas con una experiencia de viaje sin contacto. Característica que se destaca en la aplicación Marriott Bonvoy.

A través de esta, por ejemplo, podrá hacer check-in desde cualquier lugar con el Registro de llegada móvil. Además, podrá elegir su hora de ingreso y le enviarán una notificación cuando su habitación esté lista, seguro antes de lo previsto.

La Llave móvil también es una buena herramienta, pues con ella nunca tendrá que preocuparse por pensar dónde la dejó, ya que con su celular podrá abrir su habitación y otras áreas del hotel.

Marriott Bonvoy también cuenta, entre otros, con Soluciones móviles, que le permite pedir en cualquier momento decenas de comodidades, desde toallas y artículos de tocador adicionales hasta servicios como el de limpieza de habitación; servicio, tecnología y seguridad en cada momento.

Y es que ya lo ha dicho el viceministro de turismo, Julián Guerrero: el mayor reto para el turismo es generar confianza, y eso, los hoteles lo tienen muy claro, pues en cada momento de la estadía es evidente el cuidado que tienen con cada huésped.

Desde el ingreso, donde hacen la desinfección del equipaje, manos y pies del viajero, y el respectivo control de temperatura; también al llegar a la habitación, donde hay un sello que solo se rompe al abrir la puerta e indica que luego de la desinfección nadie más entró; hasta los estrictos protocolos que todos siguen en las áreas comunes, como la playa, la piscina, los bares y restaurantes; donde, entre otras, se debe mantener el distanciamiento social, y, solo mientras está comiendo, o dentro del agua, quitarse el tapabocas.

Costumbres como el desayuno tipo buffet ya no están disponibles, pero no es impedimento para que disfrute de un manjar cuidadosamente seleccionado por Alirio Rodríguez, chef del hotel, creador de la carta y protagonista de “Chef a la mesa”, una experiencia exquisita que pueden disfrutar los miembros de Marriott Bonvoy.

¿La atención? Impecable. ¿El servicio? Mejor que siempre. ¿La seguridad? Imposible sentirse mejor cuidado. Marriott ha cambiado muchos detalles para brindarnos seguridad y confianza, pero la calidez de todo el personal sigue intacta. Alirio, Walter, Yeis, Javier, Maira, César, cada una de las personas del hotel están dispuestos hacerlo sentir tan cómodo y seguro como en casa.

Volver a viajar para sentirnos vivos, para ver cómo, aunque estamos en una nueva realidad, hay cosas que nunca cambian, como la emoción de volver a volar, sentir el mar y sentirnos cómplices a pesar de las diferencias. Y usted, ¿ya planeó su próximo viaje?

Vea, en fotos: ¿Cómo es viajar en tiempos de pandemia?

Por María Alejandra Castaño Carmona - mcastano@elespectador.com

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