Autoridades refuerzan medidas de prevención ante situación de orden público en Bello, Antioquia

Este año se reportaron 24 homicidios más que en la misma época de 2018. La alcaldía investiga si los crímenes son cometidos directamente en los barrios o si los cadáveres están siendo abandonados en sitios estratégicos para generar más zozobra.

* Redacción Nacional
10 de mayo de 2019 - 12:48 a. m.
Archivo El Espectador
Archivo El Espectador

César Suárez Mira, alcalde de Bello, Antioquia, informó que en lo que va del año, 51 personas fueron asesinadas en el municipio, 27 más que el mismo periodo de 2018. La situación de orden público en el municipio no mejora, por lo que las autoridades implementaron medidas de pico y placa a parrilleros mayores de 14 años y un toque de queda para menores de edad. Las cifras de mortandad se atribuyen principalmente a las bandas "el Mesa", "Niquía Camacol" y "los Pachelly". 

En contexto: Regresa el pico y placa a parrilleros en Bello, Antioquia

Las autoridades dijeron que la ola de violencia se desató desde febrero de este año, por lo que en los últimos meses se hicieron al menos dos consejos extraordinarios de seguridad. 

“En el consejo de seguridad analizamos los indicadores y vimos que, de los 36 homicidios cometidos desde el 6 de febrero hasta acá, 15 eran desde vehículo tipo moto; eso es casi el 50 %. Eso nos permitió concluir que era necesario reactivar la medida”, dijo Adriana Salas, secretaria de Seguridad del municipio. Esta misma medida se había tomado este año entre el pasado 27 de febrero y el 11 de abril. 

Salas agregó que "en muchos de los hechos se ven involucrados menores de edad; en actividades de microtráfico y sicariato, entonces implementamos la restricción para ellos”. 

Según el alcalde, las bandas delincuenciales quieren controlar el territorio, por lo que todas estas medidas son necesarias. 

Un vocero del gremio de los taxistas le dijo a El Colombiano que cuando llevan pasajeros a esas zonas, paran los vehículos y les preguntan a los conductores su destino y, según el lugar, les permiten transitar o les exigen a los pasajeros bajarse. 

Los conductores denuncian que el servicio se presta, pero con la vigilancia de los "ilegales", por si los pasajeros no son del barrio. 

“Nosotros no podemos desconocer y lamentamos la situación que ocurre en el municipio, pero son varios grupos al margen de la ley que operan y que todos tienen un solo fin, el poder del territorio. Por eso hemos pedido que el Gobierno Nacional nos siga apoyando, sobre todo con recursos, pues con la fuerza que nos han mandado se ha ido controlando la situación”, dijo el alcalde a RCN radio. 

 

Por * Redacción Nacional

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