Continúa la búsqueda

La sedimentación y las bajas temperaturas son los principales problemas a los que se enfrentan los 30 buzos que adelantan las labores de búsqueda y rescate de las víctimas fatales del hundimiento de “El Almirante”.

Maryluz Avendaño
27 de junio de 2017 - 02:00 a. m.
 Los cuerpos de socorro siguen trabajando para recuperar los cuerpos de las víctimas.  / Luis Benavides - El Espectador
Los cuerpos de socorro siguen trabajando para recuperar los cuerpos de las víctimas. / Luis Benavides - El Espectador
Foto: AFP - JOAQUIN SARMIENTO

En grupos de a 10 profesionales, entre quienes se encuentran buzos y médicos, salen cada 30 minutos hacia la plataforma instalada para las labores de rescate. El trayecto desde la orilla donde se encuentran los barcos y lanchas turísticas y el puesto de mando unificado hasta el punto del siniestro sólo tarda dos minutos. Todos van con sus equipos, con las indicaciones claras y los deseos enormes de hallar los cuerpos para darles tranquilidad a sus seres queridos.

La plataforma de tonelada y media, ubicada por la Policía Nacional, tiene capacidad para 50 personas. Cuatro lanchas están en cada esquina para demarcar la zona y desde donde se despliegan las actividades del rescate. “Se han tomado todas las medidas en coordinación con los organismos de socorro, quienes comandan el rescate. Esto ha facilitado el trabajo en profundidad de los 30 buzos de la Policía, la Armada, los Bomberos, la Defensa Civil y el club Orcas, además del apoyo de los médicos que están ahí para atender a los buzos”, explica el coronel Geovanni Buitrago, comandante (e) de la Policía de Antioquia.

Cuando los buzos encuentran algún cuerpo, los hombres de la Sijín ingresan y, luego, en la orilla, realizan todas las inspecciones judiciales necesarias.

Aquí no hay dificultad con corrientes de agua que puedan desplazar los cuerpos hacia otro lugar. Una vez terminen de inspeccionar todo el barco, las labores de búsqueda se realizarán 50 metros a la redonda, pues según los expertos algunos cuerpos pueden estar en el fondo y por las condiciones de temperatura, tardar en flotar hasta ocho días.

El trabajo de los buzos y el rescate de las víctimas

En la zona del hundimiento el embalse alcanza una profundidad de 27 metros y una temperatura que varía entre siete y diez grados, dependiendo de la profundidad, pero además la poca visibilidad hace más complicado su trabajo.

Sebastián Monsalve es buzo certificado del club Orcas, se sumergió en la mañana del lunes con sus compañeros luchando contra la poca visibilidad, los elementos flotantes como sillas y vidrios que impedían su trabajo.

Mientras inspeccionaba uno de los pisos del barco, en la carpa acondicionada para los familiares de las víctimas y desaparecidos se encontraba Viviana Guzmán Gómez. Desde la tarde del domingo buscaba a su mamá, Martha Nora Gómez, de 69 años, quien había llegado a Guatapé en compañía de una hija y su nieto para pasear por la represa. “A mi hermana le gusta mucho salir de paseo con mis papás, pero mi papá no quiso venir, ella se subió con mi mamá y el niño de siete años. Como había pocos chalecos, le puso uno al niño y otro a mi mamá. Cuando el barco se hundió ella montó a mi sobrino en una moto acuática y a otro menor de dos años y en ese momento mi mamá se le soltó”, relataba Viviana con la angustia de no saber qué pasó con ella.

“Nos dicen que está en la lista de rescatados, pero la hemos buscado en todos los hospitales y no aparece, nos mandan de un lado a otro y nada”, agrega.

A las 10:35 de la mañana, Carlos Iván Márquez, director del Ungrd, entregó un reporte que no era el esperado. “Acaba de ser rescatado el cuerpo de la víctima número siete, que corresponde a la señora Martha Nora Gómez”.

El rescate lo había hecho Sebastián con sus compañeros, “encontramos el cuerpo flotando en el techo de uno de los pisos, a unos 20 metros de profundidad. Hay mucho sedimento. Estamos buscando en los techos, porque los cuerpos flotan y se pegan ahí, pero toca ir con cuidado porque hay muchas sillas y vidrios”, explica.

Aunque es buzo certificado nunca le había tocado participar en este tipo de rescates. Cuenta que están buscando en cada rincón del barco hasta rastrearlo por completo.

César Acosta es buzo de la Defensa Civil. A diferencia de Sebastián, él sí ha participado antes en rescate en esta represa, “hace unos días estuve ayudando con una familia de pescadores, el tío y el sobrino que habían naufragado, pero además aquí todos venimos a entrenar buceo en altura”.

La temperatura es una de las grandes dificultades “te dan calambres y te dejan inmóvil. Lo otro es la poca visibilidad, la linterna no deja ver más de 30 metros, hay que ir tocando y eso es peligroso”.

Familias buscan seres queridos

Igual que Viviana quien llegó buscando a su madre y pudo encontrarla, Jorge Barragán viajó desde Facatativá. Sus cuatro hermanas y su hija estaban en el barco. Dos fueron rescatadas con vida, dos más, de 58 y 82 años, están muertas y una continúa desaparecida. “Ellas venían de un paseo de la costa, entraron aquí a almorzar y volvían a salir a las 3:00 p.m.”.

Hernán Correa también llegó desde Medellín, seis de sus familiares no aparecen. “Les marcamos al celular y suena apagado, nadie nos da razón. Vinimos a ver si los encontramos”.

Autoridades investigan

Muchas versiones se han escuchado frente a lo que pudo haber ocurrido. Algunos habitantes hablan de que hace un mes y medio, el barco El Almirante sufrió un hundimiento de su parte trasera, “ese barco lo arreglaron ahí mismo”, dicen. “Aquí lo que pasa es que llueve mucho y los barcos se llenan de agua y se ladean, entonces deben sacarla con motobombas. Hace como seis años sí tuvo una avería pero lo arreglaron y trabajó todo este tiempo, eso pasa porque así iba a ser, pero la gente habla mucho”, dice Juan Carlos, un habitante de la zona.

El ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, dijo que les mostraron una foto del hundimiento de la embarcación hace un mes “pero no era por fallas”. Explicó además que se revisó toda la documentación de la empresa que fue habilitada en 2009 y el año pasado se renovó por tener toda la documentación requerida, pólizas de responsabilidad civil contractual y extracontractual, “tenía capacidad para 280 personas y solo iban 170. Sin embargo la normatividad nacional exige que hagan el control de cada zarpe. Esta empresa deberá responder por lo que haya sucedido, se hará una investigación de si tenía los chalecos suficientes o no. En qué irregularidades incurrió, eso lo dirá la investigación”.

Ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, en su cuenta de Twitter informó que “ordenamos el cierre de Asobarcos en Guatapé, Antioquia, no tenía Registro Nacional de Turismo. Alcaldías en zonas turísticas deben hacer cumplir la ley”

En el municipio se declaró la calamidad pública. “Eso nos da instrumentos al gobierno nacional y departamental para que de una forma inmediata logremos conseguir los recursos necesarios”, manifestó el gobernador Luis Pérez.

Por Maryluz Avendaño

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