El devastador paso del Huracán Iota, que alcanzó categoría 5, arrasó las islas de San Andrés y Providencia durante la noche del 15 y la madrugada del 16 de noviembre. En Providencia la afectación de la infraestructura fue de más del 98%, cuatro personas murieron y más de 5.000 resultaron afectadas.
Los niños, niñas, y jóvenes constituyen un pilar fundamental en la reconstrucción de las comunidades. La ONG internacional Aldeas Infantiles SOS Colombia, desde diciembre de 2020 viene acompañando a más de 135 niños y niñas y 17 familias de San Andrés y Providencia.
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La pérdida de sueño, el miedo, la incontinencia urinaria, signos constantes de tristeza y desmotivación frente al estudio, son las principales consecuencias que identificó la organización en los niños, niñas y adolescentes que vivieron la tragedia. El proyecto de acompañamiento específicamente se desarrolla en las comunidades de San Luis y Elsie Bar, de San Andrés y San Felipe y Casa Baja, de Providencia.
“Nuestra labor en las islas se ha enfocado en tres frentes de acción: generar espacios protectores para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y sus familias, quienes fueron afectados por la tragedia; desarrollar procesos de atención psicosocial para la niñez y los adultos cuidadores y generar actividades pedagógicas para la prevención de situaciones de emergencia”, afirmó Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Colombia.
Además, la organización adelanta encuentros y talleres - para los niños y niñas, y sus familias - en donde se abordan temas de autocuidado relacionados con el abuso, los tipos de maltrato, y tips de protección y denuncia.
Una de las situaciones identificadas por Aldeas Infantiles SOS Colombia, es que muchos de los niños y niñas de Providencia fueron separados de sus padres por la destrucción de sus casas y llevados a San Andrés para vivir con otros miembros de su familia como tíos, abuelos o incluso amigos cercanos. Frente a esto, la organización implementó la estrategia “Carta sobre el mar”, en la que por medio de las lanchas dispuestas para la emergencia se transportan cartas de un lado a otro.