Así se hacen los mapas del país en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi

Visitamos las instalaciones del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), para que nos contaran de sus actividades y para conocer a dos de los funcionarios que estuvieron en la comisión de deslinde de Belén de Bajirá.

Steven Navarrete Cardona..
18 de junio de 2017 - 02:00 a. m.
La producción de un mapa puede involucrar a más de cuarenta personas y se hace con los más modernos sistemas de información geográfica.  / Fotos: Juan Zarama
La producción de un mapa puede involucrar a más de cuarenta personas y se hace con los más modernos sistemas de información geográfica. / Fotos: Juan Zarama
Foto:

Un tremendo revuelo causó la publicación por parte del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) del mapa definitivo que ubica a Belén de Bajirá en el Chocó. Las molestias no se hicieron esperar por parte de la Gobernación de Antioquia y de quienes se han sentido vulnerados por esta definición, logrando gran resonancia mediática y despertando sentimientos regionalistas. Eso que apenas comienzan a visibilizarse una serie de procesos de deslinde, como el que tiene lugar actualmente en algunos sectores entre Boyacá y Santander.

Algo que impactó a la comunidad científica fue la desacreditación técnica del IGAC por parte de quienes no estuvieron de acuerdo con los resultados de su investigación, tratando de imponer la política sobre la ciencia. ¿Qué tanto conocemos los colombianos de las labores de dicho instituto y sus funcionarios?

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi nació en 1935, pero en el año de 1957 adquirió el carácter de entidad descentralizada adscrita al Ministerio de Hacienda y desde aquella época tiene su funcionamiento junto a los predios de la Ciudad Universitaria. Su labor ha sido fundamental para el ordenamiento territorial y el conocimiento de los recursos con que cuenta el país. Además, en el escenario de posconflicto, sus servicios serán una herramienta fundamental para la realización del catastro de carácter multipropósito, el cual proveerá de información predial detallada para la reforma rural integral pactada en el Acuerdo de Paz. El actual director del IGAC, Juan Antonio Nieto Escalante, ha estado plenamente comprometido con este propósito, lo que no ha dejado de molestar a algunos sectores que temen que la justicia llegue al esclarecimiento sobre la posesión y tenencia de la tierra en Colombia.

¿Cómo se hacen los mapas hoy?

En sus instalaciones, el IGAC cuenta con un museo pedagógico que les muestra a los niños cómo se hacían los mapas antaño, los instrumentos y métodos que los primeros geógrafos usaron, como los astrolabios y la brújula, hasta llegar a los más modernos sistemas de información geográfica. La creación de un mapa hoy no es un proceso nada fácil y rápido y más bien se necesita tiempo, mucha dedicación, trabajo con la comunidad y alta tecnología. Su proceso comienza en la Red Geodésica Nacional, herramienta en la que se encuentran todas las “medidas” del país, para luego hacer uso de un avión para las fotografías aéreas, y la información se complementa con apoyo de otras herramientas de georreferenciación. Dicho material es complementado aún más con trabajo de campo una y otra vez, hecho de nuevo con los más modernos sistemas de investigación geográfica varias veces hasta el producto final de calidad. Para obtener una plancha en la cual se reproducirán los mapas intervienen más de 40 personas. “Trabajamos con Micro Station, Arc GIS, Auto CAD básico, Erdas, entre otros, que son softwares diseñados sólo para cartografía. Lo que pasa es que, debido a las características de la topografía colombiana, no nos podemos adaptar a un solo software”, dice Alejandro González, director del soporte técnico de la subdirección, quien agrega que “todos estos procesos tienen estándares de calidad que garantizan el producto que la institución le da al país”.

¿Cómo se hizo el mapa de la discordia?

En dos figuras claves recayó la investigación sobre Belén de Bajirá: Arturo Perilla, presidente de la Comisión de Deslinde, oriundo de Puerto Boyacá, y Marco Tulio Herrera, coordinador del Grupo Interno de Deslinde de Fronteras y Límites de Entidades Territoriales, nacido en Bogotá y con más de 36 años de trabajo en el IGAC. Egresados de la extinta carrera de ingeniería geográfica de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, funcionarios ejemplares con una amplia experiencia de décadas de trabajo de campo y la serenidad del conocimiento científico.

Luego de que se hizo un estudio cartográfico y de las reuniones previas con las comisiones en el IGAC, se procedió a hacer una diligencia de campo, donde se iba leyendo la descripción de la Ley 13 del 47 y se buscaban las descripciones de los ríos; al encontrarlos se georreferenciaban. “Con el apoyo en pleno de la Fuerza Pública, buscamos las cabeceras del río Tumaradocito, de ahí buscamos el divisor de aguas entre el mencionado río y el río Tumaradó. También se acudió a la desembocadura del Tumaradó en el Atrato, cerca al sitio llamado el remolino de las Pulgas, se hizo el acta de la diligencia de campo y posteriormente se realizó el acta final de deslinde, donde quedó el resumen de todo lo hecho. Luego de otros procesos, se envió el informe a las comisiones de Ordenamiento, tanto del Senado como de la Cámara”, anota Herrera. “En campo pudimos recorrer todos los sitios y levantar toda la información que se quería. Contamos con una cartografía con alta precisión, escala 1:25.000, imágenes satelitales y fotografías aéreas”, señala Perilla. Es decir, la investigación científica que dio como resultado la comprobación de que Belén de Bajirá se encuentra en Chocó no se hizo a dedo, ni resultó de una concesión política, sino que fue producto de un prolongado trabajo de campo.

“No tenemos ningún interés en perjudicar a Antioquia o algún otro departamento del país. Sólo hacemos nuestro trabajo”, aducen Perilla y Herrera para responder a los señalamientos de parcialidad del IGAC.

Frente a la polémica desatada, la máxima comunidad científica en el ámbito de los estudios territoriales, la Sociedad Geográfica de Colombia, mostró su respaldo a los estudios hechos por el organismo que lidera Nieto. “Es pertinente declarar que, analizados los resultados del trabajo del Instituto Agustín Codazzi-IGAC, el cual condujo a las conclusiones finales sobre los límites en cuestión, existe coincidencia con los que se tienen en los archivos de la Academia de Ciencias Geográficas y que constituyen la base para la demarcación del lindero correspondiente”. Los expertos han hablado.

Por Steven Navarrete Cardona..

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar