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Las autoridades investigan las extrañas circunstancias en las que murió un menor de dos años y 10 meses, en hechos ocurridos el pasado sábado 29 de junio en el municipio de La Plata, en Huila.
En su momento la madre del menor manifestó a las autoridades que el niño se encontraba al lado de una ventana cuando escuchó una detonación y luego vio que caía al piso. Al levantarlo lo vio lleno de sangre y con una herida de bala en su frente. De inmediato, lo llevó al hospital más cercano a donde llegó sin signos vitales.
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La madre argumentó que desconoció de dónde provenía el disparo. Sin embargo, las autoridades desestimaron su versión luego de conocerse el examen de Medicina Legal que determinó que al niño le dispararon desde una distancia muy cercana, contrario a lo que la progenitora dijo.
“Bajo las técnicas judiciales, la versión de la madre no está acorde con estas pruebas técnicas. El examen manifiesta que en el cuerpo del niño se encontró algo que se llama tatuaje y eso significa una quemadura que recibe la piel producto del fuego que se produce en la boca del arma", aseguró a El Espectador el coronel Juan Carlos Restrepo, comandante de la Policía del Huila.
Según el comandante, los tatuajes ocurren cuando "hay disparos a corta distancia. Una bala perdida no causa estas quemaduras”.
La investigación quedó a cargo del CTI que será el encargado de determinar qué fue lo que sucedió realmente con el menor. Hasta el momento ninguna persona ha sido capturada por el hecho.