:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/-96uw_NkC33lDV1UrljAU3v26Do=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/OHWZ5JB2JVA3NFORIRNEYLK4IU.jpg)
¿Cómo se puede calificar, desde el sector privado, la situación que atraviesa la ciudad?
Esta es una situación impresionante y es preocupante que no hayamos podido consolidar los empresarios, los políticos y el pueblo cartagenero una apuesta de ciudad que ayude a construir. Si le preguntas a cualquier político o empresario, quiere ayudar a que la ciudad crezca, pero no logro entender qué nos sucede como sociedad.
El próximo alcalde va a tener poco tiempo para ejecutar por ser un período atípico. ¿Cuáles deben ser las prioridades?
Coincido en lo que ha propuesto Sergio Londoño, alcalde encargado de la ciudad. El próximo alcalde tiene que aprovechar estos 18 meses que le quedan para trabajar en una puesta de restructuración organizacional de la alcaldía. También se le debe apostar fuertemente al mejoramiento de los procesos de contratación.
Asimismo, abrir el diálogo entre la comunidad y los empresarios. Si el próximo alcalde hace eso, pasa a la historia. Es necesarios hacer el seguimiento de los proyectos que ya están en marcha, como la protección costera, y dejar el los cimientos para los siguientes.
¿Qué tanto ha afectado al sector privado y empresarial los años de crisis administrativa?
Esta ciudad tiene desarrollo económico a pesar de ella. Es algo sorprendente que una ciudad con tantos problemas de índole política siga creciendo. Imagínate cómo hubiese sido si hubiésemos tenido una continuidad en la política desde la alcaldía. Claro que Reficar ha aportado, pero en tres años hemos pasado de 8.000 a 14.000 habitaciones en el sector hotelero, hubo un crecimiento con la entrada de 12 nuevas líneas de alto nivel, sigue creciendo el nivel de ocupación hotelera.
Contexto: Cartagena se juega su futuro: radiografía a una semana de las elecciones atípicas
Hay inversiones importantes, como Serena del Mar o el proyecto de Argos. También el desarrollo que tiene el área de Bonanza, ente Turbaco y Arjona. La ciudad vuela, pero se empieza a ver la afectación de la crisis política. El año pasado hubo 50 % menos de licencias de construcción solicitadas y, por supuesto, sí hay un proceso de contracción económica, especialmente, en el sector comercial. El sector industrial sigue fortalecido, Reficar ayuda mucho, así como el sector de astilleros. Pero podría ser mucho más si hubiese estabilidad en la gobernabilidad.
¿Cuál es el candidato de los empresarios?
No te voy a responder eso. Te voy a decir que el mejor candidato es el que quede y así tenemos que sentirlo los empresarios, pero queremos que trabaje con todos y que tenga claro que la ciudad requiere unas políticas de desarrollo social de largo plazo.
En la ciudad se escucha mucho que hay un sector que pone alcaldes y otro que los quita. Hay una gran posibilidad de que Quinto Guerra quede de alcalde, pero también| de que la Procuraduría lo destituya y la ciudad quede en interinidad. ¿Qué opina de esa posiblidad?
Es terrible. Volvemos a la la crisis de gobernabilidad. Quien quede tiene que tener un compromiso con la ciudad y el próximo alcalde debe saber que los empresarios los vamos a acompañar, porque si no, la crisis va a ser casi que infinita.
¿Cuál es la invitación a la ciudadanía para este próximo domingo?
La invitación es a que vote y que acompañe a quien quede, y que quien llegue a la Alcaldía sepa que hay un trabajo muy fuerte que hacer, sobre todo, en el ámbito social. Necesitamos que las políticas de desarrollo económico y social tengan una continuidad y un asidero de transparencia y estrategia.
¿Cuál es objetivo principal de la Cátedra "Cartagena en integración iberoamericana", que organiza la Cámara de Comercio?
Esta cátedra surge porque hay un momento de crisis de la democracia latinoamericana. Los principios de la democracia y los conceptos en los que se fundamenta han perdido fuerza. Pasa también en muchas otras parte del mundo. No hay coherencia ni liderazgo colectivo. Todos estamos abogando por derechos, pero pocos reconocemos que tenemos deberes.
El segundo elemento es que hay que abrir el diálogo y recuperar la confianza. Aquí los políticos hablan mal de los empresarios, y viceversa, el pueblo no cree en sus políticos ni en sus empresarios, pero todos nos utilizamos. En Colombia, hoy, ser funcionario público es motivo de vergüenza, y eso no puede ser. Esos dos elementos, aunados a una historia de desaciertos, son los que fundamental la creación de esta cátedra, que será un espacio de diálogos entre líderes políticos, académicos y empresariales de Latinoamérica e Iberoamérica.
¿La iniciativa es una consecuencia de la crisis institucional de Cartagena?
Esa situación, por supuesto, que lo pone a uno a pensar, pero va más allá. Este es un proceso internacional y diplomático, pero, más que por lo que ha vivido Cartagena, es por lo que significa la ciudad como centro que une a Latinoamérica e Iberoamérica. Es una ciudad que, históricamente, ha integrado y es el espacio de encuentro de muchos sectores.
¿Cómo lograr que esta iniciativa que empieza pueda tener una continuidad?
Eso es un trabajo. Hay una ventaja y es que estamos comprometidos nosotros, como Cámara de Comercio, que tenemos los recursos para financiarlo y una junta directiva que lo apoya. Estos procesos que apuntan a la integración regional, aportan para que se construya un inventario de hechos que puedan hacer que Latinoamérica pueda trabajar de manera conjunta.