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“Cali representa el 90 % de las estaciones de gasolina vandalizadas en el país”: distribuidores de combustible

Este diario conoció el relato de dos empresarias que fueron víctimas de ladrones que saquearon todo el combustible de tres estaciones de gasolina en la capital del Valle. Aunque es difícil establecer un número exacto de galones de combustible robados, se estima que fueron más de 63.000.

Andrés Felipe Carmona Barrero
10 de mayo de 2021 - 01:14 a. m.
Durante aproximadamente cinco horas, esta intimidante valla estuvo colgada a las afueras de la estación de gasolina Terpel del barrio Santa Fe, nororiente de Cali.
Durante aproximadamente cinco horas, esta intimidante valla estuvo colgada a las afueras de la estación de gasolina Terpel del barrio Santa Fe, nororiente de Cali.
Foto: Tomado de twitter @JulianJaraUribie

Redes organizadas de delincuencia común robaron, por al menos cinco días consecutivos, la gasolina de estaciones de servicio en Cali sin que ninguna autoridad se pronunciara al respecto ni lo frenara. Así lo aseguró Juliana*, a quien llamaremos así por seguridad. Ella es propietaria de dos “bombas” de combustible en el norte y sur de la ciudad que fueron saqueadas por personas que abrieron las válvulas de los tanques sin ningún tipo de pericia y seguridad, para revenderla de manera ilícita.

La Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce) aseguró que en Cali por lo menos 63 estaciones de servicio (de 120 existentes en la ciudad) fueron asaltadas por completo. Aunque es difícil establecer un número exacto de galones robados, se estima que fueron más de 63.000. Desde el sábado 8 de mayo, la alcaldía de Cali comenzó a controlar la venta según el último número de la placa de los vehículos, en apenas 12 estaciones que se salvaron de ser vandalizadas por completo.

Para dimensionar el daño hecho en la ciudad por cuenta de los ladrones, basta con saber que los Bomberos de Cali cada dos días estaban recibiendo 43 llamados de ciudadanos reportando algún tipo de saqueo o robo de gasolina y Acpm, siendo los barrios San Fernando, Lido, Meléndez, Sucre, Obrero, Primero de Mayo y Mayapán, junto a los corredores de la Calle 5 y Carrera 15, los más afectados. Esto se traduce en casi una llamada por hora. Una de las estaciones que estuvo más controlada, fue la Terpel del barrio Santa Fe (nororiente de Cali), en la que los ladrones incluso intimidaron a la población al ubicar una valla que decía “Estamos cuidando y el que se meta le damos plomo”.

Aunque las autoridades locales han puesto en marcha el reabastecimiento con carrotanques, el gremio se sigue sintiendo desprotegido, amenazado e intimidado. Una empresaria, en diálogo con El Espectador, contó que se topó de cerca con la muerte luego de estar “atrincherada” por tres días (desde el jueves 29 de abril hasta el 2 de mayo) en una de las estaciones de gasolina de su propiedad al sur de Cali.

(Lea también: Así está el panorama de los problemas de abastecimiento de combustible)

“Ellos estaban muy bien organizados: primero llegó un grupo de motorizados, unos 20 más o menos, rodearon la estación como viendo quiénes estaban en ese momento prestando el servicio. A los minutos se replegaron en el sitio y empezaron a tumbar las cámaras de seguridad y levantaron las tapas de los tanques. Mientras eso pasaba, una persona simuló ser cliente y empezó a preguntar por algo en el centro de servicios, luego salió del lugar y sacó un radioteléfono, pero no escuchamos qué hablaba. Después llegaron más personas en moto, con los cascos puestos, y otras a pie, entraron al centro de servicios donde estábamos, nos intimidaron y amenazaron si llamábamos a la Policía o seguridad privada”.

Mientras todo eso sucedía, según la dueña de la estación, “otras personas vandalizaron y robaron todo lo que se iban encontrando a su paso: estanterías, mesas, sillas, productos que estaban a la venta, dinero en efectivo, infraestructura de la estación de gasolina, mangueras... de todo. No podíamos hacer nada, sólo quedarnos resguardados en un espacio de la oficina con mucho miedo, porque durante esos días siempre estuvieron personas robando el combustible. Militares y miembros del Esmad llegaron, pero no pudieron hacer nada porque eso se volvió una batalla campal, se lanzaron gases lacrimógenos y sonaron muchos disparos contra las autoridades, todo fue un caos ”, explicó Juliana*, quien también denunció haber recibido amenazas por intentar recuperar las estaciones de gasolina de su propiedad. “Me dicen que ellos ya tienen el control total de las estaciones”.

La empresaria hace cuentas de lo que perdió en estos saqueos y dice que, de una sola estación, se le robaron por lo menos 3.000 galones de combustible que estaban en varios tanques subterráneos, mientras que las pérdidas materiales superan los $500 millones. Según el gremio de distribuidores de gasolina, las pérdidas en Cali podrían superar los $13.500 millones desde que comenzaron los saqueos. La empresaria cuenta, además, que esos tres días que estuvieron resguardados en la oficina, -porque los robos fueron 24 horas en las estaciones-, vivió momentos de terror, por lo que no le quedó otra opción que abandonar la “bomba” y dejarla a merced de los delincuentes para que terminaran de saquearla.

La forma en la que fueron tomadas sus estaciones de servicio es la misma que quedó en evidencia en videos que han circulado por redes sociales y grupos de WhatsApp: grupos de personas organizadas que se agolparon en las estaciones de servicio con motocicletas alrededor de los tanques de almacenamiento de la gasolina o el Acpm. En una de las grabaciones se ven ciudadanos que llegan a robar la gasolina de un tanque subterráneo utilizando unas mangueras largas para succionar el líquido y sacarlo a la superficie.

(Vea: En vivo: Tensa situación por desabastecimiento de gasolina en Cali)

En una imagen conocida por este medio, queda en evidencia que en Cali se revendió la gasolina robada, tanto presencialmente en las bombas controladas ilegalmente, hasta por WhatsApp, en recipientes de plástico por valores que iban desde los $10.000 hasta los $40.000 (botella de dos litros).

Todo esto sucede en una ciudad que tiene 182 organizaciones vinculadas a la ilegalidad y con diferentes niveles de criminalidad, como lo diagnosticó la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), en un informe presentado en el 2019 y en el que quedó en evidencia que la capital del Valle alberga grupos armados que van desde pandillas juveniles, bandas de crimen organizado que envían cargamentos de droga hacia Centroamérica hasta ser el ‘dormitorio’ de integrantes que hacen las veces de enlaces para grupos subversivos de Cauca y Nariño.

También, este organismo de la ONU, según el mismo documento, había recomendado a las autoridades locales “fortalecer los controles policiales para cerrar el paso de manera efectiva a los insumos como cianuro, mercurio, gasolina, ACPM, entre otros, utilizados por las organizaciones criminales”. Los peligros de estas prácticas ilegales alertaron a los Bomberos de Cali, que informaron que el peligro radicaba en los vapores que salían de los tanques de gasolina cuando estaba siendo extraída de forma ilegal, lo que podía generar una explosión de grandes dimensiones.

“Los ladrones extrajeron gasolina de estaciones de servicio sin ninguna seguridad, este combustible es altamente inflamable por los vapores que se están desprendiendo y que son peligrosos. Están llenando tarros y recipientes de todo tipo. Encontramos que de forma violenta rompieron una tubería de gas natural que alimentaba los surtidores y, además, a cinco metros estaban extrayendo combustible, mezclándose el gas natural con los vapores de la gasolina”, expresó John Fitzgerald Rodas, jefe de Emergencias del Cuerpo de Bomberos de Cali.

(Lea también: En Cali se están robando el combustible de forma artesanal)

El riesgo de esa práctica ilegal, sumado a las amenazas que siguen recibiendo los propietarios y trabajadores de las estaciones de gasolina, desencadenó en una “bomba de tiempo” que en cualquier momento pudo causar una emergencia, como lo advirtió Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo de Cali, al indicar que una mala práctica, mezclada con los gases de la gasolina, generarían una conflagración que podría arrasar con todo a su paso en un radio de 60 hasta 100 metros a la redonda.

En una simulación hecha en internet, con punto de ubicación la Plaza de Cayzedo (centro de Cali), se logró determinar que en una explosión con onda expansiva de 100 metros a la redonda borraría por completo el parque principal, la Catedral de San Pedro y demás negocios ubicados alrededor de esa plaza, así como también se afectarían las fachadas del edificio de la Dian y entidades bancarias. En total serían ocho manzanas afectadas, pero gravemente seis de ellas.

Aunque la normalidad llegó de forma paulatina y muy lenta, la zozobra entre el gremio persiste. “Esto es terrible. Uno no se puede acercar a las estaciones de gasolina, así sea con trabajadores, porque nos amenazan diciendo que no podemos tomar fotos, ni grabar videos. Si alguien pretende acercarse le quitan el celular. Tengo paradas 50 personas sin poder trabajar, veníamos de una pandemia y pasa esto, yo ya no sé qué hacer por la gente. Acá no hay nadie, ni policías tampoco, ni militares”, cuenta Juliana* al añadir que ya instauró una denuncia ante la Fiscalía por hurto.

Este medio intentó comunicarse con la Policía Metropolitana de Cali, para conocer qué información tienen respecto a los saqueos de gasolina por más 96 horas consecutivas, pero hasta la publicación de esta nota, no se obtuvo respuesta. Para el cabo Marco Antonio Gómez Montaño, coordinador del Centro de Telemática de los Bomberos Cali, la ciudad por varios días estuvo en riesgo porque un milimétrico error de las personas que se robaban el combustible y la tragedia pudo llegar a ser de las dimensiones de lo ocurrido en el corregimiento de Tasajera, Magdalena, el año pasado, cuando un camión cisterna cargado de gasolina se volcó y su líquido fue robado por personas que se agolparon a lo largo de una vía, lo que terminó en una fuerte explosión que mató a 45 personas.

“Para que haya un incendio debe existir una fuente de calor que se mezcle con el vapor del combustible, lo que generaría un fogonazo letal en el ambiente, quemando todo lo que tenga a su paso. Si hay 30, 40 o 50 personas, o hasta 100, las quema gravemente (heridas superiores al 2 y 3 grado). Incluso, con riesgo de amputación de extremidades por la complejidad de las heridas”, explicó el funcionario de los Bomberos hace unos días.

Todo inició con un comunicado falso que se regó como “gasolina” a través de mensajes de WhatsApp en la capital del Valle. En este se indicaba que en las estaciones de servicio había combustible guardado y que se iba a vender más caro, lo que desencadenó el robo masivo del líquido. Así lo afirma otra empresaria de la capital del Valle, a quien llamaremos Andrea*, por seguridad, y que lo perdió todo a manos de la delincuencia.

“Ese comunicado falso prendió todo. Por ejemplo, en mi estación de servicio se llevaron el combustible, una caja fuerte con dinero y todo el mobiliario de la oficina con otro dinero que también tenía ahí. Ellos (los delincuentes) abrieron sin ningún tipo de seguridad los tanques que tenemos y empezaron con mangueras a succionar la gasolina, y lo peor es que había gente haciendo fila para pagarle a los mismos ladrones”, dijo la mujer.

Ella dice que un ejemplo de la grave situación que vivió Cali fue que el miércoles 6 de mayo a uno de sus trabajadores lo apuñalaron tres veces por intentar recuperar el control de su estación de combustible. El trabajador permanece en un hospital de la capital del Valle y su estado de salud es desconocido. Se robaron todo a su paso, aparte de la gasolina, los delincuentes tumbaron las estanterías para llevarse lubricantes, aditivos, aceites y demás complementos. “Ya pusimos denuncia ante la Fiscalía y la Policía nos dice que nada puede hacer, ni siquiera la empresa de seguridad”, afirmó la empresaria.

Ante las reiteradas denuncias del robo de gasolina en estaciones de servicio, la Alcaldía de Cali anunció el reabastecimiento de vehículos particulares, de carga y motocicletas desde el sábado 8 de mayo, en las 12 únicas estaciones que están aptas para prestar el servicio. La dinámica es de acuerdo al último dígito de la placa, por ejemplo hoy solo lo harán matrículas terminadas en 1, 3, 5, 7 y 9 por ser una día impar, mientras que las placas 2, 4, 6, 8 y 0, que son pares, lo podrán hacer día de por medio.

La venta sólo estará habilitada entre las 8:00 a.m. y 7:00 p.m. de cada día. El único valor autorizado para vehículos particulares es de $20.000, para las motocicletas de $10.000 y para vehículos de carga de $200.000. “Llevamos haciendo fila por más de 8 horas, desde las 5 de la mañana (del domingo 9 de mayo) para abastecer el carro con gasolina y todavía faltan como 2 kilómetros para llegar, esperamos que cuando sea nuestro turno, todavía haya gasolina. Es muy triste saber que las autoridades no hicieron nada para prevenir esto”, dijo José Carranza, residente de Cali, a El Espectador.

“En Cali se creó un mercado paralelo ilegal de combustible”

El caos que vivió Cali por cuenta del robo de gasolina y Acpm tiene muy preocupado al gremio, pues la capital del Valle representa el 4 % del mercado nacional de combustibles y es el principal aportante del Valle y suroccidente de Colombia, como lo aseguró Juan Pablo Fernández Marín, presidente ejecutivo de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos, quien indicó que la mitad de las estaciones de servicio de la ciudad fueron completamente vandalizadas y su combustible robado.

“A hoy, Cali concentra el 90 % del fenómeno de robo de gasolina en estaciones de servicio de todo Colombia, el porcentaje restante está en episodios aislados que han sucedido en Soacha (Cundinamarca) y Copacabana (Antioquia). Las pérdidas en cada estación vandalizada son incalculables, repararlas costará cientos de millones”, expresó el directivo, que dijo que la capital del Valle movía diariamente en venta de combustibles, hasta antes de la pandemia, unos $3 mil millones.

Fernández Marín indicó que el gremio ya le envió comunicaciones al Senado de la República y a la Presidencia pidiendo que a través del Ministerio de Minas se defina algún tipo de respaldo económico o que se asuman algunos gastos referente a la recuperación de la infraestructura robada y vandalizada.

“Las pólizas contractuales y extracontractuales de las estaciones de servicio no cubren daños generados por asonadas y daños a la infraestructura, por eso estamos enviando un SOS al Gobierno para ver si a través de la aseguradora estatal apoyan a los propietarios de estaciones de servicio en Cali que tuvieron que abandonar estos lugares”, expresó el presidente ejecutivo de Comce.

Las afectaciones van desde daño de vidrios y surtidores hasta robo de marcos, gasolina y afectaciones a los tanques de las estaciones de servicio porque “ordeñaron los tanques al estilo ‘pimpinero’: metieron tubos y tarros de todo tipo para sacar el combustible y lo revendieron, creando un mercado paralelo de combustible que es prohibido”.

Por el momento, insiste, no hay fecha estimada para que la atención en las estaciones de servicio vandalizadas vuelva a la normalidad de forma completa, será paulatino y lento, por lo que le pide a los ciudadanos que tengan paciencia y que solo recarguen el combustible necesario, no más de ahí, pensando en la sobredemanda que se vive por cuenta de la reactivación. “Volver a poner en marcha una estación de servicio, de forma completa y normal como antes, tomará tiempo y dinero, no hay cálculos del valor exacto que costaría reparar y reconstruir lo vandalizado”, puntualizó el directivo del gremio.

Por Andrés Felipe Carmona Barrero

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Ricardo(68260)10 de mayo de 2021 - 10:31 p. m.
No. Cali no representa el 90% de las estaciones de servicio vandalizadas. Puede ser que en Cali estén el 90% de las estaciones de servicio que han sido vandalizabas, pero eso no es lo que Cali representa.
raul(37582)10 de mayo de 2021 - 11:48 a. m.
Me pregunto... pasó tanto tiempo y la policía no apareció? Complicidad o inutilidad?, los organizadores de manifestaciones a cargo de animar el caos y el desorden no tienen responsabilidad en estos hechos? Los más culpables en esta historia son los hps que compran esa gasolina robada
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