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Después de dos años de una ardua investigación que incluyó seguimientos, interceptaciones e inspecciones, la Fiscalía General de la Nación logró la captura de 31 personas que presuntamente hacían parte de “Los reyes de la marihuana”, como es conocida la más grande organización criminal dedicada al cultivo, trasporte y distribución de esta droga en el país.
Los hermanos Garro, quienes se presume son los cabecillas de la estructura, así como los dueños de cultivos y encargados de las finanzas, fueron judicializados gracias a la operación “Génesis”.
Los capturados deberán responder por los delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes agravado; destinación ilícita de bienes muebles e inmuebles; uso de menores de edad para la comisión de delitos; tráfico y porte de armas de fuego y municiones; y cultivos ilícitos.
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Los investigadores de “Génesis” establecieron que esta organización, además de ser la más fuerte en el tema de distribución de marihuana, estaba presente en los demás eslabones de la cadena productiva de la droga, que va desde la importación de semillas hasta la entrega en manos de quien la demande.
Así funcionaban “Los reyes de la marihuana”
Los Garro trajeron las primeras semillas de marihuana desde Holanda y España a diferentes municipios del norte del departamento del Cauca. Allí fueron cultivadas bajo tecnología de invernadero, aire acondicionado y otras disposiciones que mejoraban la calidad de la planta -aumentaban la concentración de su principio activo hasta en un 30%-, lo cual le daba más valor en el mercado.La Fiscalía denunció que durante este proceso se daba “una nueva forma de explotación a los habitantes de la región”, pues “pagaban precios ínfimos por los jornales, pero condicionaban a las comunidades indígenas a entregar toda la producción a la organización para distribuirla en el país”.
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Una vez recolectada y empacada, la marihuana se repartía desde el Cauca hasta las capitales principales. Más de 300 horas de grabación obtenidas por el ente investigador revelaron que los medios de transporte que se encargaban de la distribución iban desde “empresas de mensajería y camiones adaptados con caletas” hasta “transporte público de pasajeros y pesado que sacaba productos agrícolas de la región”.
La comercialización, informa el reporte, se realizaba por medio de un call center que “despachaba los pedidos las 24 horas del día y a todos los sitios”. Las entregas más frecuentes se hacían en universidades, oficinas y residencias de estratos altos, reveló la investigación.
Dentro de los hallazgos, la Fiscalía descubrió la existencia de nuevos dispositivos en la cadena de distribución, como lo son las caletas electrónicas en forma de materas en los jardines de los barrios y artefactos instalados en postes del alumbrado público que permiten subir y bajar una canastilla para entregar en pedido. El narcomenudeo, práctica que suele usar a los menores para ofrecer la droga, también era un mecanismo utilizado por la organización criminal.
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Además de la marihuana, esta estructura comercializaba drogas sintéticas como LSD líquido, éxtasis, poper y cocaína. Durante la investigación, la entidad se encontró un nuevo y cruel método para generar dependencia a las drogas en los niños a través de chupos impregnados con LSD que regalan a las afueras de los colegios.
El megaoperativo, adelantado en los departamentos de Cauca, Antioquia, Bogotá, Valle y en los Llanos Orientales dejó también la incautación de nueve vehículos de diferente gama, una motocicleta, celulares y 27 armas de fuego.