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Cerca de 110.000 cartageneros están a la espera de que se terminen 31 centros de salud que fueron contratados en 2014, según la secretaría de Infraestructura de la capital de Bolívar. William Dau, alcalde de la ciudad, ha puesto el tema sobre la mesa varias veces anunciando que van a estar listos, pero las obras no han sido reiniciadas. El 26 de enero fue la última vez que lo mencionó y aseguró que cinco de estos proyectos inconclusos serían terminados este 2021.
Estos proyectos son la Unidad de Atención Primaria (UPA) de Daniel Lemaitre; los Hospitales Canapote y El Pozón; y los Centros de Atención Primaria (CAP) de Barú y Bayunca. Este último tiene un avance del 90%, y de terminarse serían beneficiados 14.000 habitantes del corregimiento. Los otros cuatro están entre el 40% y el 55% de ejecución. El 17 de junio del año pasado, Dau anunció que estas obras serían terminadas antes de acabar el 2020. En ese momento, los contagios de COVID-19 estaban en alza y el alcalde aseguró que para contrarrestar los efectos de la pandemia la ciudad necesitaba fortalecer su red hospitalaria.
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Pese al nuevo anuncio de la alcaldía, todavía no hay fecha exacta de cuándo podrán ser terminadas estas obras. “Estamos en manos del Concejo Distrital. Una vez inicien las sesiones y se pueda debatir y aprobar el proyecto de acuerdo, se incorporaran los recursos necesarios para reiniciar estas obras”, explicó Luis Villadiego, secretario de infraestructura. De acuerdo con la planeación de este despacho, los recursos estarán disponibles en el segundo trimestre del año.
El proyecto de acuerdo al que se refiere Villadiego compromete $21.000 millones y ya había sido aprobado por el Concejo el 30 de octubre de 2020. Dau dijo un mes después que liquidaría los contratos y buscaría nuevos contratistas en 2021. Además, presentó el retiro de este acuerdo, y ahora deberá ser debatido otra vez por el Concejo, como explicó Villadiego.
Los $21.000 millones son un crédito interno, es decir, un préstamo que otorgó el Concejo a la administración de Dionisio Vélez, elegido para un periodo atípico en 2013 hasta 2015 tras el fallecimiento del entonces mandatario Campo Elías Terán. Actualmente, Vélez es investigado por la Contraloría precisamente por la “fallida adecuación y remodelación de instituciones de salud”. El proceso de responsabilidad fiscal busca aclarar qué pasó con $37.810 millones de pesos.
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“Esos recursos no fueron usados porque la administración (de Dau) determinó que había que liquidar estos contratos. Le dije al alcalde que era mejor aprovechar que teníamos los recursos y terminar el de Daniel Lemaitre durante el 2020 ya que solo faltaba la interventoría y tenía un avance importante”, contó a El Espectador Gonzalo Jácome, exsecretario de Infraestructura, predecesor de Villadiego.
Jácome aseguró que esta fue una de las razones por la cual presentó su renuncia. La noticia de su salida fue dada por el mismo alcalde quien afirmó haberle pedido la renuncia por falta de eficiencia en el despacho.
De acuerdo con Jácome, y así lo expresó William Dau en campaña, el argumento de la administración para liquidar los contratos era que las empresas al frente de la construcción de las obras no habían podido terminarlos desde hace siete años. “Hoy serán terminados por los mismos contratistas”, comentó Jácome. De acuerdo a lo informado por la actual secretaría de Infraestructura, los cinco proyectos priorizados serán terminados por los contratistas Salud Heroica, el mismo desde 2014, y por Salud Caribe, a quienes Coinses —contratista original— le cedió el contrato en 2020.
La Contraloría General de la República sancionó a Coinses por incumplimiento en otro contrato de obra pública. Esta fue la razón por la que cedió el contrato. En 2017 esta empresa tuvo otro problema por incumplimiento: la Oficina Jurídica de la Alcaldía de Sincelejo le puso una multa de $146 millones por presentar retrasos en la construcción de la que era la nueva sede de la Alcaldía de la capital de Sucre.
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La apuesta de la Alcaldía de Cartagena es terminar de una vez por todas los 31 centros de salud. Para esto, busca blindar el reinicio de las obras acompañados de la Procuraduría General, que en septiembre del año pasado publicó un informe de elefantes blancos donde Bolívar, con 83 construcciones inconclusas, figura como el cuarto departamento con mayor cantidad. Detrás está Tolima (96), Antioquia (92) y Boyacá (84). Cartagena es la segunda ciudad del país con mayor obras inconclusas (34), solo superada por Ibagué que tiene 39.
De esas 34 obras inconclusas, 25 corresponden a estos centros de salud. El distrito y sus despachos de Infraestructura y Salud, priorizaron estos proyectos en tres etapas según los recursos disponibles. En la etapa uno están los ya mencionados Hospitales de Pozón y Canapote, los CAP de Barú y Bayunca y el UPA de Daniel Lemaitre. Estos tienen recursos disponibles que deben ser aprobados e reincorporados —otra vez— por el Concejo.
“Aquellos que se encuentran en una etapa dos son proyectos que se encuentran iniciados pero que no tienen recursos. La idea es gestionarlos a través de Fonpet (Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales) y una vez nosotros presentemos estos proyectos y sean aprobados técnicamente podrán ser reiniciados. Estos son el CAP de Bocachica, De los Cerros, La UPA de Arroyo de las Canoas, Punta Canoa, Punta Arena y Puerto Rey”, explicó Villadiego. Los 19 centros de salud faltantes están dentro de la tercera etapa. Estos, según datos de la Secretataria de Infraestructura, no tienen recursos y tampoco han sido iniciados.
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Mientras se dan todos los trámites necesarios, los cartageneros tendrán que seguir esperando por centros de salud que estén cerca de sus viviendas. Así lo contó Geidi Marimón, habitante de la isla de Barú. “Si tenemos una urgencia, tenemos que ir a Santa Ana, que está a una hora de la Isla, porque el CAP nada que lo terminan”.