Un colombiano muerto y el decomiso de municiones y armas es el saldo de un enfrentamiento entre unidades de la policía de fronteras de Panamá con un grupo de desconocidos en la provincia selvática del Darién, fronterizo con Colombia.
En las cercanías del puesto binacional del poblado panameño de La Olla se provocó un intercambio de disparos entre efectivos de la Agrupación de Fuerzas Especiales del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), que tuvo contacto con un grupo al margen de la ley.
En la intervención policial se incautaron dos armas de asalto AK-47, dos pistolas calibre 9 milímetros, tres proveedores del fusil AK-47, tres proveedores 9 milímetros, 18 municiones 9 milímetros, 108 cartuchos de 7,62 milímetros para AK-47 y un chaleco verde militar.
Senafront indicó que la operación se efectuó en una región donde concurren las bandas delincuenciales, además que se registró como parte del Plan Binacional Escudo, ofensiva de seguridad contra el crimen trasnacional organizado que tiene como propósito asegurar el control territorial y amplificar los resultados contra la ofensiva de drogas ilícitas.
"Continuamos empleando todas nuestras capacidades para cerrar los espacios y evitar el almacenamiento, distribución y comercialización de narcóticos que presentan un riesgo y perjuicio a la ciudadanía", señaló un comunicado de la institución de seguridad.
El Senafront hace énfasis de que realizan una ofensiva contra el delito, y que los resultados son contundentes, por lo que seguirán intensificando su trabajo en beneficio de la seguridad de las poblaciones fronterizas para generar un ambiente de tranquilidad y paz a los ciudadanos.
En lo que va de 2019, el Ministerio Público junto al Senafront, Servicio Aeronaval y la Policía Nacional de Panamá han decomisado más de 9 toneladas de drogas. El año pasado se decomisó al menos 84,6 toneladas de droga, la mayoría cocaína, una cifra récord de acuerdo con los datos oficiales.
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Migrantes
Alrededor de 2.300 migrantes que buscan llegar a Norteamérica se encuentran en tres distintos puntos de Panamá sometidos a un proceso de verificación, tras el cual saldrán ordenadamente del país, informó el director del Servicio Nacional de Fronteras, Eric Estrada.
Estos migrantes se encuentran en dos puntos de la provincia de Darién, y en otro situado en la provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica.
La llegada incesante de migrantes llevó a Panamá y Costa Rica a aplicar de manera conjunta un programa llamado "flujo controlado", que es un proceso de verificación sanitaria y también biométrico, para comparar información con bases de datos de Estados Unidos y otros países a fin de tener un perfil de estas personas y determinar si generan o no un alerta migratoria.
Los migrantes que llegan al Darién panameño lo hacen desde la vecina Colombia, como parte de una ruta que es manejada por grupos dedicados al tráfico y trata de personas procedentes de todo el mundo y que buscan llegar a Norteamérica.
El brigadier general colombiano, Oscar Gómez, declaró en el marco de la reunión binacional que han identificado que "las personas que migran vienen de 33 países, especialmente de África, pero también de Haití y Cuba".
Gómez comentó que recientemente en su país se identificó "una estructura dedicada al tráfico de migrantes", integrada por ciudadanos colombianos y "8 de los cuales fueron capturados y han sido judicializados".
Los grupos de migrantes indocumentados están siendo además "extorsionados" por grupos armados organizados como el Clan del Golfo, considerada la mayor banda criminal de Colombia, dijo por su parte el comandante de la Séptima División del Ejército colombiano, Juan Ramírez Trujillo.