Comienza la reconstrucción en Mocoa

Gobierno pone en marcha medidas para recuperar los servicios de energía y acueducto en Mocoa, así como para mejorar las vías de acceso. Continúa identificación de víctimas mortales de la avalancha. Ya van 254 muertos.

Marcela Osorio granados
03 de abril de 2017 - 03:31 a. m.
Foto: Gustavo Torrijos. /El Espectador
Foto: Gustavo Torrijos. /El Espectador
Foto: GUSTAVO TORRIJOS

Tres días después de la tragedia, en las calles de Mocoa sólo reinan la incertidumbre y la desolación. Sin agua, sin luz y, en muchos casos, sin certeza alguna sobre la suerte de familiares y amigos, los habitantes de la capital putumayense comienzan ahora el duro y largo proceso de la recuperación. (Leer Lo que sabemos sobre la catástrofe en Mocoa y lo que puede hacer).

En el hospital y el cementerio se siguen registrando largas filas de personas que buscan información sobre sus allegados, pues las labores de identificación de los cuerpos -aunque han sido rápidas- todavía no concluyen.

Y las cifras oficiales que deja la tragedia siguen variando. El último reporte entregado por el presidente Juan Manuel Santos daba cuenta de 254 fallecidos -entre ellos 43 menores de edad-, 203 heridos y 17 barrios afectados. El número de damnificados, así como el de desaparecidos, es indeterminado.

El reporte del director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Valdés, indicaban anoche que después de más de 30 horas continuas de trabajo se habían efectuado 108 necropsias, 45 identificaciones plenas por dactiloscopia y entregado 34 cuerpos.

“(…) Estamos haciendo el mayor esfuerzo. 108 necropsias en 30 horas se considera una labor récord. Estamos trabajando sin descanso, por turnos y haciendo relevos. Pedimos paciencia a la ciudadanía, no queremos que se entreguen cadáveres equivocadamente”, refirió Valdés, quien dijo que este lunes 30 funcionarios más llegarán a Mocoa para apoyar las labores de los técnicos dactiloscopistas de la Dijín y del Cuerpo Técnico de Investigación, pues el objetivo es concluir hoy la identificación.

Insistió en que no se pueden entregar los cuerpos solamente por identificación visual, dado que “lo avanzado del tiempo transcurrido de muerte y la presencia de fenómenos cadavéricos alteran las características físicas”. Una vez se culmine el proceso se realizarán los servicios funerarios, cuyos gastos correrán por cuenta del Gobierno y a cada familia se le entregará una ayuda, a través del Fosyga, de $18,5 millones.

La ciudad, entre tanto, permanece bajo estado de calamidad con el fin de tener facilidades presupuestales y acelerar tanto las tareas de búsqueda de personas como la entrega oportuna de ayuda humanitaria para las víctimas.

Las extenuantes jornadas de trabajo han reunido a 600 hombres del Ejército, 600 de la Policía, 100 de Bomberos, 89 de la Cruz Roja, 107 personas de la Gobernación, 12 de la Unidad de Gestión y 37 de la Alcaldía.

También se puso a disposición más de 10 helicópteros, 6 aviones, 63 vehículos y 7 botes. Además, hay habilitados cinco albergues, donde son atendidas 554 personas, ubicados en el Instituto Tecnológico de Putumayo, los polideportivos América y Jardín, la Organización Indígena y la Cruz Roja.

La directriz desde el Gobierno es que desde ya se pongan en marcha las medidas, proyectos y obras necesarias para reconstruir a Mocoa y dejarla incluso mejor de lo que estaba antes de la tragedia. Con ese objetivo en mente, los trabajos están dirigidos a atender los temas que más preocupan a la población y que requieren pronta solución: agua, luz, vías, salud y vivienda. Las decisiones ya comenzaron a tomarse. Como medida inmediata se habilitaron 26 carrotanques con capacidad para transportar 410 mil litros de agua diarios para abastecer a los habitantes de los barrios más afectados. En tres ríos cercanos se instalaron motobombas y plantas de tratamiento móviles para garantizar la potabilidad del líquido.

Según la ministra de Vivienda, Elsa Noguera, se invertirán $15.000 millones para optimizar el sistema de acueducto que tiene la ciudad y que ampliaría la cobertura del servicio para el 100 % de la población. En cuanto al tema de vivienda, será la Unidad de Riesgo la encargada de determinar cuáles fueron las más afectadas y en cuáles se decretará la pérdida total. La solución a corto plazo será entregar subsidios de arrendamiento de $250 mil mensuales a las familias afectadas. Recursos que se suman a los $1.200 millones destinados a apoyar la reconstrucción y mejora de empresas y negocios con el fin de recuperar la actividad económica.

En materia de salud, el reto está en la atención de los refugiados en albergues y la prioridad será tomar las medidas necesarias para evitar brotes de enfermedades. “Vamos a tener presencia de puestos de salud en los albergues que se están creando (...) vienen tres personas del Instituto Nacional de Salud, expertas en gestión de riesgo, para que no se nos vayan a presentar brotes. Estamos trabajando también en el cementerio, donde hay una morgue improvisada que estamos haciendo con Medicina Legal para un adecuado manejo de los cadáveres y evitar problemas de salud pública”, añadió el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, al señalar que se van a acelerar las obras del nuevo hospital que se estaba construyendo en la ciudad.

Gaviria aseguró que ayer llegaron 500 kilos de medicamentos e insumos médicos, y que se están evaluando cuáles son las necesidades existentes “Quiero cruzar las necesidades que vimos, lo que entregamos y qué nuevas necesidades están emergiendo para trabajar con el hospital, donde tenemos en todo caso una situación difícil”.

En términos de vías de acceso, los avances se están dando. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la Concesión Aliados para el Progreso S.A.S. y el Instituto Nacional de Vías (Invías) comenzaron a trabajar en la construcción de un puente metálico en la vía que comunica a Mocoa con Pitalito, cuyo paso pudo ser restablecido provisionalmente en la madrugada del domingo.

El proceso será largo y la resolución de los problemas estructurales tomará tiempo, por eso el llamado del Gobierno es a tener calma y fortaleza en medio de la adversidad. “Hay que tener paciencia, templanza, esta es una tragedia muy dolorosa, pero estamos aquí para ayudar y para resolverle los problemas a la gente”, aseguró el presidente Santos.

 

Por Marcela Osorio granados

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