Después de varios años de seguimiento, la Alcaldía Municipal de Zipaquirá y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) materializó una medida preventiva que había sido impuesta en 2012, contra la mina de carbón San Cristóbal, ubicada en zona del páramo de Guerrero.
Dicha medida fue confirmada en el año 2018 pero, según la CAR, la alcaldía municipal no había tomado ninguna actuación. Sin embargo, este lunes se ordenó la suspensión de actividades de extracción minera, la cual derivaba en captación ilegal de aguas de un pozo profundo y vertimientos sin permisos, que por escorrentía llegaban a un canal, y finalmente a la quebrada Guerrero y otras fuentes hídricas cercanas.
Es de anotar que dicha mina se encontraba realizando estas labores extractivas dentro del área determinada como ecosistema restrictivo de páramo.
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