Después del motín y del incendio que se presentó en la noche de este lunes en el patio siete de la cárcel La Modelo de Barranquilla y en el que murieron 10 personas, las autoridades locales, la Policía y el Inpec, tras un consejo de seguridad, decidieron implementar un aserie de medidas para prevenir una mayor catástrofe.
Entre las medias está la posibilidad de trasladar alrededor de 400 internos a la cárcel Distrital de Barranquilla. Con esto las autoridades buscan reducir el hacinamiento y lograr tener el control total de los patios ya que en el que se presentó la riña había más de 700 reclusos cuando la capacidad era para 400.
Otra de las posibilidades es acelerar los procesos de excarcelación, pues con la nueva ley del Código Penitenciario varios presos se hicieron merecedores de obtener la libertad. Asimismo, las autoridades locales le solicitarán a la empresa de telefonía 15 módulos para que los reclusos puedan contactarse con sus seres queridos como lo habían venido exigiendo los internos.
Toda esta situación se inició tras una requisa sorpresa que hicieron los guardias del Inpec para encontrar armas y drogas alucinógenas. En medio del operativo se generó una riña en la que varios internos terminaron heridos con armas blancas y provocaron un incendio al quemar los colchones.
Al interior de la cárcel murieron seis personas y otras cuatro fallecieron en centros asistenciales.
También tuvieron que ser llevados a diferentes centros asistenciales 42 presos que resultaron heridos tras el motín en el que además del incendio, la Policía utilizó gases lacrimógenos. Los cuerpos de quienes murieron al interior del centro de reclusión no han sido entregados a sus familiares ya que se encuentran en proceso de identificación.
Finalmente, las autoridades anunciaron que ya están identificando a los responsables de los hechos para trasladarlos a otros centros penitenciarios y así adelantar el proceso penal correspondiente.