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Desigualdad en los permisos a reclusos

A un recluso de la cárcel de Paz de Ariporo (Casanare) le negaron el permiso para ir al funeral de su padre y sus familiares tuvieron que llevarle el féretro hasta el centro de reclusión.

Diana Alejandra Cortés Gaitán
23 de mayo de 2013 - 11:54 a. m.
Desigualdad en los permisos a reclusos
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A la hora de otorgarles permisos a los presos en el país para salir temporalmente de prisión, tal parece que existen internos de primera y segunda categoría. Al menos, así lo demuestran hechos como el de un recluso en Casanare, al que a pesar de haber obtenido el permiso para asistir al entierro de su padre tuvieron que llevarle el féretro hasta el centro de reclusión para que le diera el último adiós porque el Inpec no tenía suficientes guardias para su traslado. Este hecho contrasta con la facilidad con la que los controvertidos empresarios Nule, detenidos por el escándalo del carrusel de la contratación de Bogotá, han obtenido permisos para salir de sus centros de reclusión a firmar papeles en consulados o a ceremonias religiosas.

Estas desigualdades han generado fuertes críticas y denuncias en el país, al punto de que hoy se habla de reformar la norma que regula este tipo de autorizaciones. Por ejemplo, el abogado David Teleki, cuestiona el hecho de que mientras hay reclusos que llevan meses pidiendo permisos para ir a citas médicas y otros a los que les niegan la posibilidad de asistir a funerales de sus parientes más cercanos, hay otros a los que se les están otorgando estas autorizaciones, incluso, sin cumplir los requisitos que exige la ley.

De acuerdo con el profesional en derecho, la norma es clara. Existen dos clases permisos de carácter legal: cuando el personaje ha cumplido una cantidad considerable de su pena y otros excepcionales de carácter humanitario. En el caso de los permisos por carácter humanitario, en el estatuto penitenciario y carcelario (Ley 65 de 1993) existen permisos excepcionales, pero hay unos requisitos que cumplir. Las únicas justificaciones para otorgarlos deben ser por muerte de un familiar cercano o por una situación de emergencia. En estos casos, cuando se trata de una persona condenada, su autorización no puede ser por más de 24 horas y se deben cumplir medidas de seguridad adecuadas.

Para el abogado Teleki es evidente que las juntas al interior de cada cárcel están evaluando de manera diferente y existe una falta de igualdad con otros reclusos. “Siempre las razones deben ser acontecimiento de particular importancia en la vida del interno. Aunque en la ley esa parte es demasiado abstracta, debe ser de importancia vital, por eso se habla de situaciones de muerte, nacimiento o grave enfermedad.” Y agregó: “Lo que hemos visto en el caso de los Nule no tiene sustento: es extraño que se concedan estos permisos cuando hay otras personas que están rogando por ir a ver a sus familiares enfermos o asistir a funerales. No están destinados para complacer los caprichos de los reclusos, una primera comunión no es una situación de carácter humanitario” dice el abogado.

“El problema no es solo en el caso de los Nule, es un problema estructural de las cárceles donde no hay disciplina, no hay un régimen penitenciario severo. Pareciera que existieran permisos para reclusos de primera y de segunda clase. Además del incumplimiento de los protocolos de seguridad por parte del Inpec. Situaciones como la de Rubiel Medina Cardona, alias ‘Mono Amalfi’, jefe de la organización criminal de Los Rastrojos quien se fugó mientras se dirigía a una cita médica a la que un juez le había permitido ir y fue recapturado o el de Germán Alfonso Díaz Quintana, ‘El Ronco’, sindicado del asesinato del ex ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, ponen en duda la parcialidad y cumplimiento por parte de las autoridades del Estatuto penitenciario y carcelario del país”, concluyó.

Ante esto, el representante a la Cámara y presidente del Partido Verde, Alfonso Prada, afirma que este desbalance e injusticia respecto a los permisos, se debe a la subjetividad que tienen los jueces y es algo que se tiene que acabar, lo que se busca es igualdad de condiciones y de tratamiento. Por eso dentro, del proyecto de ley que plantea la reforma al Código se especifica que solo en dos casos se le otorgarán permisos de salida a los reclusos: “solo se autorizaran permisos por enfermedad del interno y muerte de un pariente dentro del primer núcleo familiar” aclarando que “se acabarán los permisos religiosos, las fiestas familiares”, concluye el representante.

Por Diana Alejandra Cortés Gaitán

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