Gustavo Penagos fue alcalde encargado de Neiva, entre el 1 de junio de 1997 y el 31 de diciembre del mismo año. El exmandatario fue asesinado hace 21 años, el 7 de febrero de 1998, tan solo un mes y ocho días después de dejar el puesto.
Pese a estar muerto, se supone que Penagos debe responder en el Tribunal Administrativo de Huila por los recursos que perdió el municipio en la indemnización a comerciantes ante la demolición de la plaza de mercado promovida por él, el 24 de diciembre de 1997. Lo anterior según contó el diario La Nación del Huila.
La administración actual entabló una acción de repetición, que es una figura que permite juzgar a gobernantes y exgobernantes para recuperar recursos. Ya que la deuda no puede ser asumida por el exalcalde Penagos, sus herederos deberán responder por la deuda. El problema es que ninguno de los herederos tuvo una relación directa o cercana con el exalcalde, ni recibieron su herencia.
La indemnización a los 351 comerciantes costó 4.674 millones. Ese es el monto de la deuda que tendrían que asumir quienes hayan disfrutado de la herencia que dejó Penagos.
El motivo de la demolición de la plaza de mercado fue el problema de sanidad que tenía este espacio. En ese momento se estaba construyendo un nuevo lugar para los comerciantes, pero no estaba lista en el momento del desalojo.
Penagos fue declarado objetivo militar por las Farc. El asesino escapó luego en un automóvil azul oscuro, marca Nissan Sentra, conducido por una mujer, según los archivos de prensa.
Aunque sobre el asesinato de Penagos no hay condenas, el 20 de febrero de 1998 un grupo que se auto denominó Comando Anticorrupción, se atribuyó la autoría de los hechos.