FAC aclara que no pretende restringir práctica del parapentismo en Colombia

La Fuerza Aérea explica que lo que busca es conservar la seguridad aérea en zonas de influencia de la avición colombiana.

Kelly Rodríguez / kelly.joh.rodriguez@gmail.com
09 de marzo de 2018 - 05:11 p. m.
Pixabay.
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Una serie de parámetros para la ejecución de actividades de aviación deportiva, como el parapente y ala delta – paramotor, en zonas restringidas y peligrosas operadas por la Fuerza Aérea y otros entes de la Aviación Civil del Estado, despertaron la preocupación de varios integrantes del gremio de deportes extremos, que vieron en la normatividad una limitación para la realizar libremente estas actividades.

Los discutidos parámetros consisten en que, si un parapentista quisiera volar por zonas restringidas (espacio aéreo en el cual pudiera existir un peligro potencial para la operación de aeronaves), el representante legal del club de aviación deportiva deberá informar con cinco días de antelación a la Unidad Militar Aérea (UMA) sobre su intención; tendrá que garantizar una comunicación efectiva antes, durante y después de la actividad, a través de los canales de comunicación previstos por la UMA; y deberá suministrar una serie de datos que se especifican en el documento.

En diálogo con El Espectador, el parapentista profesional Daniel Vallejo, propietario de Parapente Cali, una empresa que cuenta con certificación de la Aeronáutica Civil en la enseñanza y realización de vuelos inductivos, manifestó estar sorprendido por la “cantidad de información sin fundamento, ni razón de ser, alrededor de este tema”.

“Toda la vida ha existido la regulación en aérea y el documento me parece lo más lógico, porque lo que nos están diciendo es que por favor no volemos sobre espacios militares y, si es necesario hacerlo, entonces hay que avisar. Eso a mí no me afecta porque el espacio aéreo colombiano es suficiente para que quepamos todos y las medidas aplican es para las zonas restringidas que no están prohibidas, pero que tienen regulaciones”, señaló el deportista.

Según Vallejo, el problema real de toda esta polémica es que mucha gente sin conocimiento, experiencia y educación sobre el espacio aéreo, está haciendo parapente, y a estas personas les preocupa el tema porque, al no estar certificados, no pueden tramitar los permisos ni presentarse ante la autoridad.

“Estas personas sin conocimiento, sin regulación, sin equipos certificados, sin experiencia y sin conocimiento de por dónde se puede volar, invaden un espacio aéreo restringido y ponen en riesgo, no solo el deporte como tal, sino a la persona que está volando y a las que están abajo en su cotidianidad”, expresó.

Añadió que la Fuerza Aérea está reaccionando a una situación potencial de peligro ya que todos los fines de semana hay accidentes de parapentes cayendo en techos, rompiendo cuerdas de energía y exponiendo su vida y la de otros a un riesgo letal.

“Yo no puedo llegar a Suiza y volar sobre su Ejército porque me tumban, no puedo ir a Estados Unidos y volar sobre la Casa Blanca. Aquí el nivel de ignorancia es tan alto que pensamos que podemos ir volando como mariposas por todo lado” afirmó el parapentista, quien hizo un llamado a la FAC y a las autoridades de turismo para que coordinen el crecimiento “desbordado” de parapentes sin certificación.

Lo dicho por  Vallejo, responde a una serie de opiniones negativas sobre el instructivo, que empezó a regir el 1 de marzo, y que no tuvo buena acogida por algunos deportistas, comerciantes y promotores de parapente, especialmente en el norte del Valle del Cauca. “Es un duro golpe a la economía de estos municipios (Roldanillo, La Unión, Bolívar, Toro, La Victoria, Ansermanuevo) que desde hace varios años le apostaron a acoger a los pilotos de ese deporte”, dijo a la Revista Semana Ubaner Giraldo, presidente de la Asociación de Comerciantes de Roldanillo (Valle del Cauca).

A este descontento se sumó la diputada conservadora Amanda Ramírez quien, el pasado martes 6 de marzo, a través de sus redes sociales, advirtió que “estos parámetros afectarían la economía local de los municipios vallecaucanos” y aseguró haber citado a todos los entes oficiales involucrados en el tema para que diera una explicación sobre la situación real del parapente.

En un intento más por aclarar la situación, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) emitió, en las últimas horas, una nueva comunicación en la que reitera que este procedimiento lo que busca es garantizar la seguridad aérea evitando cruces peligrosos entre aeronaves y la aviación deportiva, en zonas restringidas que representan peligro.

El oficio indica que “la medida surge como resultado del análisis de los continuos incidentes que ponen en riesgo la operación”. El más reciente ocurrió el pasado 1 de febrero cuando un parapentista norteamericano aterrizó sin previo aviso en el aeropuerto Heriberto Gil Martínez “Farfán”, en el municipio de Tuluá, (Valle del Cauca).

“La Fuerza Aérea manifiesta su firme apoyo y compromiso con la comunidad, la aviación turística y deportiva, que contribuye a la economía y desarrollo de las poblaciones donde se realizan estas actividades. Por lo que, considera necesario y pertinente la regulación de estas operaciones de manera ordenada, bajo unas normas claras que garanticen la seguridad de los deportistas y las tripulaciones de las aeronaves, además, que brinden una precisa orientación y asesoría para el desarrollo de esta práctica deportiva”, aclaró la institución.

El brigadier general Carlos Silva, director de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, de Cali, dijo a El Espectador que, aunque la Aeronáutica Civil ha otorgado áreas específicas para hacer parapente, hay algunos parapentistas "aventureros" o inexpertos que cruzan los límites y empiezan a convertirse en un riesgo. "Queremos recordarles a los deportistas que pueden utilizar nuestras áreas, pero antes de hacerlo se trata de establecer una comunicación para coordinar cuándo se van a usar estas zonas, con el fin que todos operemos de una manera segura".

Agregó que cada parapentista debe estar afiliado a un club, según una disposición de la Aeronáutica Civil, y que estos clubes deben estar afiliados a la Federación de Deportes Aéreos, para que haya una buena conexión entre la norma y los usuarios. "No cumplir con esto se convierte en una maniobra ilegal que acarrea sanciones" advirtió el oficial.

Entre tanto, Daniel Vallejo recomendó que quienes deseen volar parapente deben tener en cuenta que se trata de una actividad catalogada como extrema y, por tanto, su ejecución debe contar con las mayores garantías de seguridad posibles. "Entren a la Federación Colombiana de Deportes Aéreos y busquen qué piloto está certificado en la ciudad a la que pretenden ir y, después, consulten en el Viceministerio de Turismo cuáles empresas están certificadas en calidad turística para ofrecer este tipo de servicio".

Por Kelly Rodríguez / kelly.joh.rodriguez@gmail.com

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