Las fallas del Avro 146, el avión en el que se movilizaban los jugadores del Chapecoense

Aunque las autoridades aún tratan de establecer las causas que provocaron que la aeronave se precipitara a tierra, dejando 76 muertos, expertos advierten que este tipo de aviones presentan problemas en su componente eléctrico.

Redacción Nacional
29 de noviembre de 2016 - 02:48 p. m.
Las fallas del Avro 146, el avión en el que se movilizaban los jugadores del Chapecoense

Las autoridades aún tratan de establecer las causas del accidente del avión charter que transportaba al equipo brasileño Chapecoense para disputar la final de la Copa Sudamericana 2016 ante Atlético Nacional. El hecho, registrado en el departamento de Antioquia, deja ya 76 muertos y cinco sobrevivientes, pero las dudas por las condiciones de seguridad y abastecimiento de combustible se mantienen, en especial por las cualidades y antigüedad de la aeronave. (Lea: Posible desabastecimiento de combustible habría causado accidente de avión del Chapecoense)

Una de las versiones que comienza a tomar fuerza es que el accidente estuvo motivado por fallas en la aeronave, adscrito a la aerolínea Lamia Corpotation SRL, de Bolivia, de matrícula CP2933, que provenía de Santa Cruz de la Sierra. (Vea: Primeras imágenes de accidente aéreo del equipo Chapecoense en Antioquia)

Según expertos, el avión –un Avro 146 que es cuatrimotor de corto medio alcance– contaba con más de 15 años de funcionamiento y se dejó de fabricar sobre el año 2003, dado que su mantenimiento era muy alto y costoso. A ello, se suma que este tipo de aeronaves presenta problemas por sobrecalentamiento en su componente electrónico, lo que producía un eventual apagado de sus motores, haciendo pensar que se ha quedado sin combustible.

Aunque se destaca que los motores de este tipo de aeronaves generan poco ruido y son usados habitualmente para operar con carga por la noche, recientes novedades que le fueron agregadas al modelo original como cuatro motores de aviación tipo turbofan, derivaron en fallas adicionales. Los expertos señalan que generan más peso y consumo de combustible.

Incluso, este tipo de aeronaves eran utilizadas por la empresa Sociedad Aeronáutica de Medellín (SAM), que luego fue comprada por Avianca. No obstante, la aerolínea optó por devolver los modelos porque presentaban fallas técnicas. En ese momento SAM fue indemnizado por sus fabricantes, de origen inglés.

Controladores aéreos señalan además que a estos aviones les afecta el calor dado que tienen los motores en la parte baja. Por esta razón, eran los favoritos para volar en países de temperaturas frías como Rusia.

Este avión también es conocido como el BAe 146 o con el sobrenombre de Jumbolino, pues se hizo familiar entre los pilotos de Lufthansa, por ser la versión miniatura de un avión jumbo. Fabricado por British Aerospace tuvo versiones versiones modernizadas ARJ (Avro Regional Jet) o Avro RJ, todos jets británicos con cuatro reactores turbofan y cola en T, luego construidos en sus últimas versiones por BAE Systems entre 1983 y 2002.

Desde 1981, año en el que empezó a operar este modelo de avión, se han producido 394 aparatos con 13 accidentes reportados con más de 200 muertos. Los más graves fueron: en 1987 en el estado de California, a consecuencia del disparo de un pasajero contra la tripulación, el avión se estrelló causando la muerte a 43 pasajeros. 

Según la página web de aviation-safety.net, el 20 de febrero de 1991 el vuelo 1069 de LAN Chile que salió del aeropuerto de Punta Arenas, Chile, hacia el aeropuerto de Puerto Williams se accidentó después de las tres de la tarde. Se le notificó viento intenso y el capitán decidió realizar una aproximación directa para aterrizar en la pista 08, lo logró pero invadió la pista 08 y terminó en el mar, Canal Beagle, causando la muerte a 20 de los 75 ocupantes, la mayoría turistas estadounidenses. Como causa se anota “un fallo de operación debido a la mala planificación realizada por el piloto durante la fase de aproximación cuando decidió cambiar de pista y aplicar incorrectamente el procedimiento de aterrizaje”. Esto, además de factores como “condiciones del tiempo, pendiente negativa, pista mojada y viento, poca acción de frenado, que llevaron a la aeronave a salir de la pista”.

En 1993, 23 de julio, 56 pasajeros del vuelo 2119 de Northwest Airlines murieron en China cuando el avión intentaba despegar en el aeropuerto de Yinchuan, no pudo elevarse y se estrelló.

El 24 de noviembre de 2001, el vuelo 3597 de Crossair que salió de Berlín, Alemania, hacia Zürich, Suiza, se estrelló contra una colina cuando se aproximaba a su destino, causó 24 muertes y se atribuyó a fallas humanas. Dice el reporte: “Los medios para determinar la visibilidad meteorológica en el aeropuerto no eran representativos de la pista 28 del sector de aproximación porque no correspondían a la visibilidad real. Los mínimos visuales válidos en el momento del accidente eran inapropiados”.

Según la misma fuente, el 4 de febrero de 1999 un avión de este mismo modelo estuvo a punto de causar una tragedia en el aeropuerto de Florencia, Italia, cuando se disponía a aterrizar en un vuelo proveniente de Londres, Inglaterra. El vuelo WX281 de CityJet finalmente logró aterrizar de emergencia en la pista 5. Algo similar ocurrió en noviembre de 2015 con un avión del mismo modelo y aerolínea que cubría la ruta entre Londres y Cork, Irlanda, que debió abortar el aterrizaje a causa de una tormenta de viento.

El último accidente reportado data del 9 de mayo de 2015 en Libia, África, donde un avión de este modelo se incendió en el campo petrolero de Dahra.

Por Redacción Nacional

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