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Después de que el Gobierno anunciara la recuperación de una un total de 130.000 hectáreas de tierras que supuestamente usurpó el, "Mono Jojoy", las Farc no vaciló en tildar al Ejecutivo de ser un “pinocho”.
Juan Manuel Santos, lideró un acto de recuperación y entrega de tierras en San Vicente del Caguán, municipio que sirvió de sede para los frustrados diálogos de paz del Gobierno del expresidente Andrés Pastrana, justo cuando se cumplen once años de su fracaso.
"Hoy, once años después, en lugar de estar siendo despojados por las Farc, estamos despojando a las Farc de su terreno mal habido y les estamos entregando a los campesinos la tierra que les corresponde y que les pertenece", enunció Santos.
En este acto, el mandatario identificó a Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Mono Jojoy" como "uno de los grandes terratenientes" de Colombia que hizo su patrimonio a costa del Estado.
Y es que, detalló, esta extensión "había sido usurpada ilegalmente por el 'Mono Jojoy' del propio Estado, porque los baldíos son del Estado", y ahora pasarán a formar parte de un "banco de tierras para que todos los campesinos tengan la posibilidad de tener" sus predios.
Entre esas tierras se encuentra la finca "Tranquilandia", que al parecer servía de habitual residencia al "Mono Jojoy" y de base militar para el Bloque Oriental de las Farc.
Santos advirtió que autoridades investigan todavía si los dominios del "Mono Jojoy" y las Farc en el sur del país llegaron al medio millón de hectáreas.
El Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) explicó por su parte en un comunicado que prevé haber terminado de examinar esas 500.000 hectáreas en 2014, en cuatro fases que se completarán en la Serranía de La Macarena, en el Meta, y en el Parque Nacional Tinigua.
La inteligencia militar identificó estos terrenos a partir de la información hallada en los computadores decomisados al "Mono Jojoy" tras su muerte en un bombardeo en 2010, y fue posteriormente confirmada por guerrilleros desmovilizados y capturados.
Por su parte las Farc, en boca de Jesús Santrich, indicó que “el gobierno colombiano se parece a pinocho, cada vez más le crece la nariz (…) ojalá que las preguntas en adelante se refieran a este asunto (las tierras), y que exista participación ciudadana (...) De verdad pinocho le queda pendejo (al Gobierno)”
Asimismo indicó que “el estado no puede penalizar como lo intenta y lo hizo, castigando a las personas por tener diálogos con la insurgencia. (…) Debería entonces con este instrumento propiciar la participación social plena para la construcción de la paz”.
Las Farc y el Gobierno negocian precisamente en La Habana una solución al problema de la tierra en Colombia, concentrada en pocas manos y que origina grandes problemas de desigualdad e insuficiencia en el uso de los terrenos.