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La disposición de residuos hospitalarios cumple con la normatividad sanitaria. Así lo afirma la Gobernación de San Andrés, luego de que la Procuraduría General de la Nación le solicitara al Tribunal Administrativo del departamento a principios de diciembre, adoptar medidas cautelares de emergencia por el riesgo que representa la acumulación de seis toneladas de residuos hospitalarios que se encontraban en contenedores en mal estado.
“Estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad de inspección, vigilancia y control sobre el operador del Hospital Clarence Lynd Newball como generador de restos biosanitarios y anatomopatológicos. Se ha verificado el cumplimiento de los procesos de disposición y manejo de residuos”, dijo Juan Herrera, gobernador encargado de la isla.
Según el informe emitido, se evacuaron dos contenedores con 3.550 kilogramos de residuos, teniendo en cuenta los protocolos para transporte y recolección, establecidos por la normatividad sanitaria y ambiental. “Estos, fueron enviados a la viuda de Cartagena vía marítima y se realizó el proceso de disposición final mediante la incineración de los desechos fuera del territorio insular”, dice el comunicado.
Herrera asegura que están pendiente de traslado los anatomopatológicos, que se encuentran almacenados en estado de congelación en cumplimiento de la normatividad sanitaria, debido a que para estos residuos no hay garantía de disposición final en el territorio insular.
También, la Gobernación recalcó que es importante reconocer que “no ha habido en el tiempo reciente acumulación cercana a seis toneladas, como lo afirma la Procuraduría. La Secretaría de Salud Departamental solicitó de manera formal al operador aumentar la frecuencia de evacuación de los desechos para contar un mínimo de dos traslados mensuales y, así, evitar su acumulación: “se pidió dar de baja uno de los contenedores que presentaba fallas estructurales y deterioro. Este fue reemplazado por otro nuevo que es usado actualmente dentro del proceso”.
El 10 de noviembre, la Fiscalía confirmó el hallazgo de una pierna amputada en uno de estos depósitos hospitalarios y se le solicitó a un juez tomar las medidas cautelares y advirtió que "la salud de los habitantes del archipielago estaba en riesgo por posible contaminación". También, miembros del único hospital de la isla, alertaron a El Espectador sobre el posible desbordamiento de estos desechos, causando preocupación no solamente en el cuerpo médico, sino, además, en la población isleña.
Por su parte, la Gobernación puntualiza en que “los tres contenedores que existen actualmente son utilizados única y exclusivamente para almacenamiento y transporte marítimo de los residuos hospitalarios”. Además de asegurar que, en este momento, el hospital está operando con total tranquilidad, debido a la verificación constante de los protocolos de disposición de residuos, para garantizar el correcto final de estos.
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