Hubo señales de riesgo en Manizales

El Espectador tuvo acceso a documentos en los que Corpocaldas advierte del riesgo en esa ladera por la filtración de aguas lluvias.

Alexánder Marín Correa / Enviado Especial, Manizales
10 de noviembre de 2011 - 12:26 a. m.

Las autoridades han insistido en que la ladera del barrio Cervantes de Manizales, que se desprendió el pasado sábado, no estaba catalogada como zona de riesgo y que el fuerte invierno fue el que causó el desastre que, al cierre de esta edición, había cobrado la vida de 48 personas. No obstante, en la zona hubo voces de alerta casi ocho meses antes, frente a algunos hechos que pudieron haber contribuido a la desestabilización del talud. Los vecinos indican que, de haber sido atendidas a tiempo, quizá no se hubiera registrado la calamidad.

Las alarmas las habían encendido los dueños de la vivienda ubicada en la carrera 26A número 32-02, que quedó en la parte alta de la ladera, al borde del precipicio. El pasado 21 de febrero enviaron un derecho de petición a la empresa Aguas de Manizales, con copia a Corpocaldas (autoridad ambiental de la ciudad), en el que advertían del riesgo.

El documento, conocido por El Espectador, estaba firmado por Amanda González Hoyos. Allí se lee: “Las aguas lluvias provenientes de las cubiertas de las viviendas realizan su descarga a través de las bajantes a una cuneta, que luego descarga el agua en la ladera (…). El tránsito de flujos se manifiesta en la parte inferior del talud, factores que incrementan la amenaza por deslizamiento, colocando en alto riesgo a los moradores (…). Esto ha ocasionado asentamientos que se manifiestan en grietas en la parte interna y posterior de mi vivienda, lo que implica, entre otras, un alto riesgo para los moradores y posible afectación de la estructura”.

El oficio, que tiene sello de recibido en la empresa de acueducto del 28 de febrero de 2011, dicen los vecinos, no fue contestado en el tiempo de ley. Quien sí respondió fue Corpocaldas, que realizó una inspección técnica en la que le daban la razón a los peticionarios. Con oficio número 353433 del pasado 12 de abril, Jorge Alberto Hernández y John Jairo Chisco Leguizamón, de la Subdirección de Infraestructura Ambiental, enviaron el resultado de la revisión en la que confirmaban lo anunciado por los residentes en cuanto a las irregularidades en el manejo de aguas lluvias y cómo algunas viviendas presentaban agrietamientos.

“Los indicios hallados en campo, como cicatrices de desprendimientos y relieve irregular en la ladera, evidencian la anterior ocurrencia de movimientos de masa en este sitio. Aunque al momento de la visita no se observaron afloramientos de agua, el tipo de vegetación existente sugiere una alta saturación en el sitio. Es preciso recalcar que cualquier aporte de agua concentrado en la ladera, tal como sucede con el de aguas lluvias, puede influir de manera importante en la inestabilidad de la ladera”, precisó Corpocaldas.

Los funcionarios recomendaron, desde abril, arreglar el problema con el manejo de aguas lluvias, evitar la libre disposición de aguas en la ladera proveniente de los lechos de las viviendas aledañas, conformar el terreno mediante un perfilado que elimine el relieve irregular existente, así como efectuar obras para el manejo de las aguas, como zanjas conductoras y canales longitudinales a la pendiente. Pese a las recomendaciones, según vecinos del sector, no se tomaron las medidas en ese momento y el agua lluvia se siguió descargando a la ladera.

Justo hace una semana llegaron funcionarios de Aguas de Manizales a realizar trabajos en uno de los tubos de suministro que cruza por la zona. “Trabajaban hasta altas horas de la noche. No dejaban ni dormir, con unos aparatos para romper el concreto. Hasta el día antes del derrumbe estuvieron ahí. Al otro día, en medio del dolor de la gente, llegaron corriendo a recoger todo y se fueron”, dijo Luceli Iglesias.

Ante esto, los habitantes de Cervantes refuerzan la hipótesis de que existían advertencias previas sobre el riesgo en la zona. Algunos vecinos sacaron un comunicado en el que indicaban que nunca tuvieron problemas con la ladera y le atribuyen el deslizamiento a los trabajos que adelantó Aguas de Manizales en la zona sobre un tubo de suministro del líquido. La Fiscalía indaga.

Por Alexánder Marín Correa / Enviado Especial, Manizales

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