José Arcila y Sebastían Castella, triunfadores en la noche de la Virgen de la Macarena

El torero manizaleño José Arcila y el francés Sebastián Castella cortaron dos orejas, respectivamente, en el festival taurino de Manizales. Arcila hizo recordar a toreros de otros siglos, con detalles de taurimaquia antigua. Fenomenal.

Miguel Jaramillo Ángel
10 de enero de 2020 - 06:59 p. m.
Cerca de 14 mil personas llenaron la plaza de toros de Manizales en el festival taurino, para acompañar a la Virgen de la
Macarena y a los toreros en una noche llena de espiritualidad. / Plaza de Toros de Manizales - Bryan Santiago Grisales Chica.
Cerca de 14 mil personas llenaron la plaza de toros de Manizales en el festival taurino, para acompañar a la Virgen de la Macarena y a los toreros en una noche llena de espiritualidad. / Plaza de Toros de Manizales - Bryan Santiago Grisales Chica.

Virgen sevillana, la de las saetas y las romerías; virgen la más guapa, la llevada en andas bajo el sol ardiente.
De la vieja España que te reverencia, Macarena mía.
Vuestro ruego todo lo alcanza, María de gracia llena; sed siempre nuestra esperanza, Virgen de la Macarena.

Solemnidad. Abrió plaza la virgen de los toreros, la poderosa Macarena, con 14 mil faroles que hicieron una sola luz para rendirle homenaje. En el ruedo, una circunferencia de antorchas por donde caminaron y oraron toreros, subalternos y personalidades de la fiesta brava.

La luna acompañó los pasos lentos de los españoles Enrique Ponce, Julián López 'El Juli', Manuel Jesús 'El Cid', Pablo Aguado; el francés Sebastián Castella y los colombianos David Martínez y el manizaleño José Arcila, quienes escoltaron a su virgen.

Con la misma solemnidad del inicio descrito anteriormente, Enrique Ponce recibió a Clarinete, novillo negro (430 kilos) de la ganadería manizaleña de Ernesto Gutiérrez.

Verónicas lentas y templadas del español para empeza su faena de capa, calcando las que realizó de salón minutos antes. Repitió las embestidas, humillando, Clarinete.

Buen puyaso del picador de la cuadra que acompañó a Ponce. Dos veronicas y una media para dar paso a las banderillas.

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Buenos pares de Emerson Pineda y Álex Benavides, quienes recibieron una fuerte ovación del público.

Brindó Ponce desde el centro del ruedo con su sombrero de ala ancha. Empezó la faena doblándose con el toro en las tablas del tendido dos de sombra y se lo llevó al centro del ruedo.

Clarinete demostró poca casta y falta de repetición en sus embestidas. Muleta a la mano izquierda, ante un toro que buscó el cuerpo del español. Lo aguantó Ponce, y con mucha paciencia y la toreria que le cabe en su mente lo llevó muy suave, estrategia que repitió en la tanda siguiente con la mano derecha. Lo embarcó en la muleta. Dos molinetes para el cierre de la tanda. Lo intentó con la izquierda, y a fuerza de técnica y utilizando el ayudado implementó cuatro naturales a media altura. Le tapó la salida al toro y dio una nueva tanda con la derecha.

Molinete. Voluntarioso el torero, quien logró una faena larga. Pinchó en lo alto del morrillo en su primer intento y estocada desprendida en el segundo. Saludo desde el tercio.

Decano, novillo negro de 446 kilos, le correspondió a 'El Juli'. Salida alegre del animal al ruedo, que se repitió con transmisión para seis veronicas y un remate torero a una mano. Quite con el capote por chicuelinas.

Brindó 'El Juli' a una plaza que lo adora. Llevó al toro hasta el centro del ruedo para una tanda de acople con la derecha, templada. Decano, tardo y de medias embestidas, fue llevado por el español al ritmo que el novillo indicó. Muletazos con la mano izquierda y cierre con el pase de la firma.

Motivó la embestida con un molinete, derechazos más ligados y un nuevo molinete como recurso para ligar la faena. Tanda por el pitón izquierdo, en la que el torero dejó todo para llevarlo muy toreado.

Se salió de la suerte en el primer intento para entrar a matar y pinchó. Historia que se repitió en tres oportunidades más. Estocada en el quinto intento. Descabello. Silencio.

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El tercer novillo de la tarde, Bolaefuego, negro de 412 kilos, fue el último toro que lidió 'El Cid' en Manizales, quien se despidió de los ruedos.

Cinco verónicas del español con el capote y medias rematadas a cada lado de la cadera. Desaciertos en el tercio de banderrillas. Brindó 'El Cid' al capellán de la plaza José Pablo Escobar. Inició la faena con la mano derecha, en el centro del ruedo, ante un Bolaefuego que tardaba para embestir y que se quedaba corto en sus recorridos.

Por la izquieda, el comportamiento del toro no cambió, sin permitir el lucimiento del torero. Poco o nada de emoción. El español lo intentó, pero la baja nota en la casta del animal no se lo permitió. Fin de faena, fría como el viento de la noche.

Estocada trasera y contraria. Silencio para El Cid y pitos en el arrastre para Bolaefugo. Sin emociones ni toreo del bueno pasaron los tres primeros toros de la noche. Desasón.

Salieron al ruedo Cadenero y el francés Castella, con la ilusión de cambiar la historia. Verónicas en las que el novillo echó la cara abajo, a tal punto de untarse el ocico de arena. Humilló con calidad.

Llevó Castella a Cadenero con mucha cadencia y suavidad. Recorte torero para dejarlo frente al caballo. Vara en buen sitio y tumbo. Tres chicuelinas y una rebolera en un quite en el que el toro mostró nuevamente que su mejor pitón era el derecho.

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Dos grandes pares de banderillas de La cuadra de Sebastián Castella, quienes saludaron ante la ovación.

El francés empezó la faena con la muleta con ayudados por alto, toreando con la izquierda, muy templado, dejando al toro en el centro del ruedo.

Cuatro derechazos profundos, pase forzado de pecho y la faena para arriba. Nueva tanda templada con la derecha, que remató con el pase de la firma.

Con la izquierda, seis naturales muy ligados y un remate por bajo. Circular invertido, pase de las flores y un nuevo circular que fue coreado con un fuerte olé. Derechazo, y cambio de muleta a la mano izquieda, todo con mucha quietud y temple.

Trabajó el francés en el detalle de la igualada del toro para entrar a matar. Espadazo completo, ligeramente trasero. Dos orejas para Castella y regresó de la alegría a la noche taurina. Palmas en el arrastre para Cadenero.

Con estas dos orejas, Castella completó cinco en la feria de Manizales y es uno de los candidatos a ganar el trofeo réplica de la Catedral de Manizales.

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El quinto de la noche, religioso, novillo negro de 444 kilos, fue para José Arcila, torero de la tierra. El número auguraba algo especial. Salió decidido el manizaleño, que ejecutó cuatro verónicas, una media y una rebolera invertida. Bien llevado el toro al caballo, por
delantales y remetando a una mano de forma elegante.

Quite por gaoneras y una rebolera. Quieto, claro con el capote, variado y muy templado, exponiendo siempre su integridad con valor.

Muy bueno par de banderillas de 'El Pino', subalterno de la cuadra de Arcila.

El manizaleño brindó la muerte de Religioso a su plaza, tras sonora ovación.

Detalle de tauromaquia de otro siglo: empezó Arcila su faena sentado en un taburete, dando los primeros pases con mucha torería y arte.

Calidad en la embestida de Religioso. El manizaleño le dio una tanda por el pitón derecho, con suavidad y temple, bajando mucho la mano.

De la derecha se pasó la muleta a la izquierda, con muchos recursos, para darle dos narurales, un farol y rematarlo con el pase de la firma, como si fuese un autógrafo.

Sonó el pasodoble Supiros de España y recordó Arcila todo lo que ha crecido y madurado en los ruedos españoles. En torero, seis derechazos, templados y aplomados.

Molinete de rodillas, y un pitón derecho del toro por el que nunca dejó de embestir. La plaza rota en aplausos. Hizo lo que soñó desde niño: lo cuajó, se rompió y bordó el toreo.

Entró a matar y cerró con broche de oro una gran faena, que recordará por siempre y que le abre las puertas para estar en la próxima temporada taurina de Manizales. Dos orejas y éxtasis en la plaza. Vuelta al ruedo para Religioso como premio a su casta.

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La calidad del toro correpondió a un torero que se olvidó que tenía el peligro de morir a centímetros, y cuando eso sucede llega la forma más natural de torear, que es magia y esencia.

Compartió su triunfo con su amigo y compañero de batallas, el torero manizaleño Andrés de los Ríos; a quien hecha de menos por su fallecimiento hace dos años.

No se quizo quedar atrás el colombiano David Martínez, y es que cuando un torero triunfa eso se contagia. Rodilla en tierra para una larga cambiada, verónicas y chicuelinas muy lentas.

Tomó las banderillas Martínez, con los colores de la bandera colombiana. El primero trasero y sin reunión. El segundo, en lo alto, al encuentro; y el tercero al violín, en excelente ubicación. Emoción en los tendidos y ovación para el torero.

Brindó Martínez al público. Cuatro derechazos y el pase de pecho de rodillas. Florismarte, sin terminar de humillar, a media altura su embestidas, acudió a dos nuevas tandas en las que faltó la emoción.

Tomó las banderillas Martínez, con los colores de la bandera colombiana. El primero trasero y sin reunión. El segundo, en lo alto, al encuentro; y el tercero al violín, en excelente ubicación. Emoción en los tendidos y ovación para el torero.

Brindó Martínez al público. Cuatro derechazos y el pase de pecho de rodillas. Florismarte, sin terminar de humillar, a media altura su embestidas, acudió a dos nuevas tandas en las que faltó la emoción.

Muleta a la mano izquierda, sonó la banda, que ha estado impecable en la feria, y que resuena y cala en los toreros, por que saben que es un reconocimeto a su bien hacer en el ruedo.

Poco por el pitón izquierdo. Volvió a la derecha, pero faltó temple y reunión.

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Fue por la espada. Molinete y pases por bajos, pero trompicados. Deslucido con el acero, tras pinchazos interminables.

Salió al ruedo Pablo Aguado, quien recibió a Turpial, novillo de embestidas broncas y violentas. No se pudo ver al español con el capote.

Tomó la muleta, plegada en su brazo izquiredo y brindó el toro a El Cid. Llevó a Turpial hasta el centro del ruedo. En los tendidos la expectativa por verlo torear era máxima, tras sus triunfos en las plazas de Madrid y Sevilla el año pasado.

Todo quedó en expectativa, ante un novillo complejo y de embestidas desacompasadas. Lo intentó Aguado, pero no sucedió nada. Silencio.

El español tendra revancha hoy viernes, cuando a las 3:30 p.m. lidie toros de Juan Bernardo Caicedo, cartel en el que lo acompañan Enrique Ponce y Luis Bolívar.

Resumen
Enrique Ponce. Saludo desde el tercio
Julián López. Silencio
El Cid. Silencio
Sebastián Castella. Dos orejas
José Arcila. Dos orejas
David Martínez. Silencio.
Pablo Aguado. Silencio.

Por Miguel Jaramillo Ángel

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