Publicidad

Joven asesinado en Cali fue víctima del rencor

Las autoridades siguen investigando lo sucedido con el adolescente que, al parecer, fue asesinado por un policía de La Buitrera.

Redacción Judicial
21 de noviembre de 2012 - 12:06 a. m.
Familiares de Clisman Túquerres durante su sepelio realizado ayer.  / Pilar Ruiz.
Familiares de Clisman Túquerres durante su sepelio realizado ayer. / Pilar Ruiz.

La lista de quejas de parte de la comunidad de la Buitrera, zona rural de Cali, es larga. Señalan amenazas, agresiones y abusos de parte de los policías del sector. Lo sucedido con Clisman Eduardo Túquerres Coque, un joven de 19 años que, al parecer, fue asesinado por un policía, sería apenas el último incidente de un historial de tensión entre los 31 mil habitantes de las 17 veredas de este corregimiento de Cali y la Fuerza Pública.

Al medio día de ayer, entre lágrimas, algunos de los asistentes al sepelio de Clisman, realizado en la iglesia Centro de Fe y Esperanza, recordaron lo sucedido el sábado 17 de noviembre, día en el que, al parecer, un uniformado disparó contra el joven. De acuerdo con los testigos, un hermano de Clisman se encontraba molestando con unos amigos en la cancha de futbol del complejo del que hace parte la subestación de la Policía, el puesto de salud y el colegio José María García Toledo, de donde Clisman se graduó de bachiller y al que sus padres, Dagoberto Túquerres y Noralba Coque, le prestan servicios de seguridad y aseo.

Entonces un uniformado los recriminó y le pegó en la cabeza al hermano de Clisman. De inmediato, Clisman le reclamó al policía por ello. La gente cuenta que entonces al policía se le cayó la pistola, la recogió y le disparó en la cabeza al adolescente. La bala entró por detrás de la oreja y salió por la frente. El joven permaneció en muerte cerebral durante 24 horas y el domingo falleció. De él, sus allegados dicen que era un joven “buena gente, echado para adelante, muy trabajador”.

Por su parte, para sus padres, oriundos del Darién (Valle del Cauca) y desplazados por la violencia, Clisman era un hijo ejemplar, hacía todos los trabajos que le pusieran, jardinería, latonería, pintura y hasta llegó a ser obrero de construcción, porque quería progresar. “Mi hijo aspiraba ser tecnólogo en sistemas y estaba matriculado en el Sena, ya había pagado $75.000 para su ingreso”, comentó su padre Dagoberto Túquerres A las afueras del centro religioso donde se realizó el sepelio, habitantes de La Buitrera protestaron pacíficamente porque, dicen, no es el primer abuso que comete la Fuerza Pública en este sector de Cali.

Una madre de familia dijo que los adolescentes de La Buitrrera están muy enojados con la Policía y que esperan ayuda de la Alcaldía de Cali para apaciguar los ánimos. La Comisión Especial de la Personería que escuchó a la comunidad de La Buitrera indicó que los habitantes se quejan de abusos de la Policía, amenazas y agresiones contra los jóvenes de la zona, choques y maltratos contra los muchachos. Incluso se denunció que algunos uniformados habrían matado a un perro del sector porque ‘les ladraba mucho’.

El comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Nelson Rincón, afirmó que ya se tomaron los correctivos, de acuerdo con las quejas de la comunidad de La Buitrera para terminar con los abusos que dice la gente. Por eso paulatinamente comenzará el cambio de personal policivo en el corregimiento.

Ayer se posesionó en la subestación el teniente de Sergio Jiménez. “Rechazamos la violencia contra la sociedad, la orden dentro de la institución es el respeto a la vida. No se puede estigmatizar a todos los agentes por este hecho, sabemos que hubo fallas y será la justicia la que decida la suerte del homicida”, dijo el coronel Rincón, quien agregó es una tragedia para todos, porque la familia de quien supuestamente cometió el crimen también está sufriendo y recalcó que el agente está siendo asistido por un sicólogo porque al parecer ha intentado suicidarse.

Gilberto Zuleta, subdirector de Derechos Humanos de la Personería de Cali, le exigió a la Policía el respeto de los protocolos cuando hay gente desarmada y menores de edad. “Ahora nos preocupa el impacto sicológico de quienes presenciaron el hecho, entre ellos muchos niños, por eso se pedirá apoyo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar”.

La tensión en La Buitrera está a flor de piel. Mientras tanto, al cierre de esta edición Clisman era enterrado en el cementerio municipal de Cali.

Por Redacción Judicial

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar