La debilidad de las Farc

Para algunos sectores, los recientes ataques de las Farc –como la masacre de 13 soldados en Arauca, ocurrida el pasado 24 de agosto– son una muestra de que el gobierno de Juan Manuel Santos ha bajado la guardia y ha descuidado la seguridad nacional por enfocarse en los diálogos con las Farc en La Habana (Cuba). No obstante, para la Fundación Ideas para la Paz, estos ataques son todo lo contrario: muestras evidentes del debilitamiento de esa organización guerrillera.

¿La razón? Pese a que las Farc sigue realizando ataques, estos no son comparables con los que se realizaban hace 20 años, cuando se llevaron a cabo las negociaciones de Tlaxcala, en México, y Caracas, en Venezuela, o hace 10 años, cuando se llevaron a cabo los diálogos del Caguán. Ideas para la Paz, siguiendo una metodología del Departamento Nacional de Planeación, analizó los ataques perpetrados por las Farc en años anteriores a los distintos acercamientos que ha habido entre esa organización guerrillera y el Gobierno.

Después dividió entre ataques de un mayor esfuerzo militar, como, por ejemplo, ataques a batallones y tomas guerrilleras como la de Mitú (Vaupés), perpetrada el 1 de noviembre de 1998; ataques de un esfuerzo militar mediano como, por ejemplo, hostigamientos y emboscadas, y ataques de un esfuerzo militar menor, como actos de terrorismo, sabotaje y ataques perpetrados por francotiradores.

Con base a esta división, Ideas para la Paz encontró que los ataques que implican un esfuerzo militar mayor "han perdido relevancia dentro del total de (ataques). Después de constituir el 40%, en 1988, desde 2007 hasta 2012 no representaron más del 10% anual, siendo casi inexistentes en este último año, cuando empiezan los diálogos de paz con el actual gobierno".

Por ejemplo, "en los años previos a las negociaciones del Caguán –es decir entre 1996 y 1998– la ofensiva de las FARC se hizo frecuente e intensa por medio de acciones con capacidad para atacar y destruir de forma simultánea puestos de policía, instalaciones militares y controlar las dinámicas políticas y económicas municipales". Pero, ahora, casi 15 años después ataques como el realizado contra la base militar de Las Delicias (Putumayo), el 30 de agosto de 1996, o como el perpetrado contra una base del Ejército en el cerro de Patascoy (Nariño), el 21 de diciembre de 2007 son cosa del pasado. Por su parte, las acciones de un esfuerzo militar mediano se mantuvieron durante este lapso siempre por encima del 30% anual del total de acciones de las Farc pero en 2012 fueron, apenas, el 30% de las acciones, el registro más bajo de todos los años analizados.

De esta manera, los atentados terroristas, el sabotaje y los ataques perpetrados por francotiradores; es decir, acciones de un esfuerzo militar menor, representan, en este momento, la mayor parte de los actos realizados por esa organización guerrillera con un 60% de todos los ataques. .

Y a esto se suman otras cifras reveladoras. Por ejemplo, entre 1989 y 1991, de 356 combates entre el Ejército y las Farc, 192 se realizaron, por así decirlo, por iniciativa de las Farc. Entre 1996 y 1998, de 705 combates, 300 fueron por cuenta de un ataque inicial por parte de las Farc. Ya en años recientes, entre 2010 y 2012, de 1.494 combates, 551 se presentaron por un ataque inicial de ese grupo armado ilegal. Los otros 943 fueron por iniciativa del Ejército.

De la misma forma, si entre 1989 y 1991 las Fuerzas Militares fueron superiores militarmente en 108 de los municipios donde se presentaron combates, entre 2010 y 2012 las Fuerzas Militares fueron superiores en 175 municipios. "A diferencia de los periodos anteriores, las negociaciones actuales empiezan en un contexto en que las iniciativas armadas estatales superan a las acciones guerrilleras, a diferencia de 1991 y 1998, cuando el accionar de las Farc superaba a la Fuerza Pública", puntualizó Ideas para la Paz.

Ideas para la Paz es enfática: "En el actual proceso que adelanta el gobierno Santos, el aumento de las acciones de un esfuerzo militar menor y el repliegue hacia zonas de frontera, alejadas de los principales centros administrativos y políticos del país, en vez de indicar un fortalecimiento de las Farc, revelan una significativa pérdida de las posiciones estratégicas y el poder ofensivo que tuvieron en el pasado, en los momentos en que iniciaron los anteriores diálogos de paz".

Y concluye que todo esto no es sino una muestra "palpable del debilitamiento que aqueja a las Farc en el momento actual". Mientras tanto, en La Habana, las Farc y el Gobierno continúan dialogando. Santos ha dicho que es el momento para la paz. En otros años, las Farc se sentaron a dialogar y salieron fortalecidas, el objetivo ahora no es otro que, de llegarse a un acuerdo, las Farc salgan sin armas y a ponerle punto final a un conflicto de 50 años.