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La lucha contra la violencia de género en la Universidad de Magdalena

Un colectivo de estudiantes del programa de cine entregó en septiembre a la oficina de bienestar universitario un informe con 39 casos de delitos sexuales cometidos por miembros de la institución. Aseguran que la mayoría de casos llegaron al abuso sexual.

Laura Ballesteros
19 de noviembre de 2020 - 01:00 p. m.
La Universidad de Magdalena decidió como medida preventiva que los presuntos profesores implicados realicen investigaciones de manera virtual mientras avanza el proceso.
La Universidad de Magdalena decidió como medida preventiva que los presuntos profesores implicados realicen investigaciones de manera virtual mientras avanza el proceso.
Foto: Camilo Iguarán

Las colectividades feministas y LGBTIQ Yo Denuncio Cine y Cacica enviaron un informe el 14 de septiembre que reúne 39 testimonios de acoso y abuso sexual contra estudiantes y egresadas del programa de Cine y Audiovisuales de la Universidad de Magdalena. Entre las personas que cometieron estos delitos estarían estudiantes, egresados y tres profesores de la institución. El Espectador es el primer medio de comunicación con el que hablan las integrantes de estas colectividades. Sin embargo, las voceras de las organizaciones pidieron no ser identificadas.

“De los casos todos son acoso y la mayoría llegaron a abuso”, dijo una de las mujeres de Yo denuncio cine. La Corte Suprema define que el acoso se da cuando hay una relación de poder con actos repetitivos por parte del acosador con la intención de conseguir favores sexuales no consentidos tanto físicamente como por medios digitales. El abuso sexual se produce cuando los agresores obtuvieron por medio de coacción física o psicológica lo que querían de las víctimas.

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De acuerdo con los testimonios, el método que usaban los agresores era contactar a las estudiantes a través de redes sociales con el argumento de ser amigos e invitarlas a salir. “Muchos ejercieron una violencia directa en el cuerpo de las mujeres ya sea robándoles un beso, con hostigamiento preliminar a que las chicas accedieran a tener relaciones sexuales, la no utilización de condón o retiro del mismo sin consentimiento durante el acto sexual, entre otras formas”, dijo una representante de las colectividades.

Para recolectar los casos hicieron un cuestionario donde las estudiantes y egresadas podían contar lo que vivieron de forma anónima y segura, y adjuntar evidencias si las tenían. Algunas estudiantes respondieron que aceptaron salir con los profesores porque les ofrecían cargos en sus rodajes, la posibilidad de hacer proyectos juntos o por presión.

Las estudiantes no denunciaron antes porque sentían que la universidad no les daba garantías, porque los profesores son amigos de los directivos y porque les podría traer consecuencias académicas y laborales, explicó una vocera de Cacica. “En el cine del Caribe colombiano, que es tan cerrado, donde hay pocas oportunidades y no tiene visibilidad a nivel nacional, entendemos que las mujeres hayan callado”.

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Patricia Ruiz Acero, productora creativa y profesora del programa de cine de UniMagdalena explicó que producir audiovisual en Colombia es complicado en general, pero que sobre todo para las mujeres es muy difícil encontrar oportunidades. “Como profesora noto que, aunque cada vez menos, a las estudiantes mujeres les cuesta más creer en sus proyectos y defender sus ideas creativas debido a los micromachismos en las dinámicas de trabajo”.

Frente a las denuncias, el 15 de septiembre la Universidad del Magdalena rechazó la violencia de género en un comunicado. Como medida principal se activó el Protocolo Institucional para la Prevención y Atención de la Violencia basada en Género y Violencia Sexual expedido el 2019. Este establece una ruta de atención para las víctimas.

La ruta consiste en que el Grupo de Atención de Casos de Violencia de Género (GAV) oriente y acompañe a las víctimas con atención psicológica, asesoría jurídica y el reporte disciplinario contra el presunto agresor. Después toman medidas preventivas y hacen seguimiento del caso. La universidad sostiene que el protocolo les ha permitido identificar 23 casos previos de acoso. Sin embargo, una mujer del colectivo aseguró antes de enviar el informe de los 39 testimonios, algunas de estas acusaciones habían sido puestas formalmente en las instancias de la universidad, pero fueron desacreditadas. “Cuando se hablaba de estos temas rápidamente eran categorizados como chismes de pasillo”.

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El informe de los casos de acoso y abuso sexual por parte de miembros de la comunidad universitaria fue trasladado a la oficina de control interno disciplinario para que abriera un proceso de investigación. También, se envió a la Procuraduría y a Fiscalía donde se asignó en el despacho de la Fiscalía 2 seccional del Caivas de Santa Marta. El caso se encuentra inactivo en el momento por acumulación de conexidad procesal. El Código Penal establece que el fiscal o la defensa podrán solicitar al juez que se decrete la conexidad cuando se impute a una o más personas que hayan cometido uno o varios delitos parecidos, relacionados por un lugar y tiempo. Además, si la evidencia aportada a una de las investigaciones puede influir en la otra. Las denunciantes no han tenido noticias sobre un avance en el proceso.

El rector de UniMagdalena, Pablo Vera, dijo que los docentes mencionados en los casos fueron preventivamente separados de los vínculos directos con las estudiantes y que están desarrollando actividades de investigación de manera virtual. El GAV señala que “la finalidad de la medida fue proteger los derechos de las presuntas víctimas y el derecho al debido proceso y a la integridad de los docentes”.

Para la colectividad esto es clave para proteger a las víctimas. Sin embargo, mencionan que algunos profesores además de clases, están en rodajes y otros espacios de la universidad, lo que constituye un peligro para las mujeres.

Las voceras de Yo Denuncio Cine le solicitan a la universidad que asuma una investigación sólida que repare, dignifique y proteja a las víctimas. Aseguran que les parecen sensatas las acciones que propone la universidad, ya que podrían significar un cambio positivo en la prevención de nuevos casos. No obstante, asumirán un papel de veeduría.

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Este año la Universidad Eafit de Medellín despidió a dos profesores de música tras realizar una investigación interna debido a unas denuncias por acoso y abuso sexual contra estudiantes. En la Universidad de Tolima y la Distrital de Bogotá también se presentaron casos. En esta última se recogieron alrededor de 131 denuncias en contra de un docente. Por otra parte, la Comisión Feminista y de Asuntos de Género del departamento de Antropología de la Universidad Nacional, sede Bogotá, presentó 30 testimonios de estudiantes que afirman haber sido víctimas o testigos de acosos en la institución. En el informe señalaron a siete profesores.

Precisamente la Universidad Nacional realizó una investigación en la que se encuestó a 1.332 estudiantes sobre el tema en 2019. En este se concluyó que al menos el 42% de las mujeres y el 11% de los hombres han sido víctimas de acoso sexual dentro de la universidad. Las cifras llegaron a un 82% en las mujeres y un 45% en los hombres cuando les preguntaron por otras formas de hostigamiento.

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“Nunca pensamos que llegaríamos a este nivel. Nos escribieron mujeres de otros programas de la universidad, no hay solo 39 casos. Las mujeres están cansadas y les urge decir lo que han tenido que reprimir por un tiempo”, dijo una vocera de Cacica.

Si tiene un caso en la Universidad de Magdalena puede contactarlos directamente o escribir al correo de Yo Denuncio Cine, denunciacine@gmail.com. Si vive una situación de violencia de género puede comunicarse con las líneas 155 de atención a mujeres y 123 de la Policía Nacional.

Por Laura Ballesteros

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