Archivo / Julio César Turbay, presidente de 1978-1982.
“No le discutimos al doctor Turbay Ayala su derecho a aspirar a la Presidencia, lo que le discutimos es su estilo, la equivocación en que incurre de pensar que puede llegar a la jefatura del Estado, a través de la fonda burocrática y en hombros de una clase política que no puede ser recomendación”. Estas palabras incluidas en el editorial de El Espectador que invitó a votar en blanco antes que apoyar la candidatura de Turbay en 1978, fueron un anticipo de la oposición que iba a desarrollar el periódico contra su gobierno. (Vea el especial 30 años sin Guillermo Cano)
De cualquier manera, frente a la carrera política de Julio César Turbay, ya existía una prevención en El Espectador. En 1971 en un documento titulado Carta al elector, el periódico ya había advertido lo que fue su crítica permanente contra el dirigente del Partido Liberal que antes de llegar a la Casa de Nariño había ejercido dos veces la designatura presidencial. Después del gobierno López, cuando definitivamente el diario tomó distancia total del Partido Liberal, al llegar la era Turbay había más motivos para hacerlo. (Lea algunos textos de Guillermo Cano)
Un mes después de su posesión como presidente, el 6 de septiembre de 1978, el gobierno Turbay expidió el decreto 1923, conocido como el Estatuto de Seguridad. Un férreo instrumento jurídico que le dio amplias facultades a la Fuerza Pública para enfrentar los retos del orden público, pero que terminó por desatar una grave crisis de derechos humanos. En uno de sus primeros editoriales, El Espectador comentó que los excesos de autoridad no eran la mejor política, como terminó demostrándose. (Así era Guillermo Cano como director de este diario)
En ese tiempo, ya en su columna personal Libreta de Apuntes, Guillermo Cano escribió varios editoriales contra el Estatuto de Seguridad y la era Turbay Ayala. Tres de ellos fueron muy comentados en su momento. ¡Qué viene el lobo…!, publicado el 4 de marzo de 1979; “Y eso es oposición”, firmado el 15 de julio de 1979; y ¿Estado policial o Estado de Derecho?, publicado en enero de 1981. Al tiempo, Guillermo Cano, el caricaturista Héctor Osuna, a su manera ejerció la crítica, con los equinos de las caballerizas de Usaquén, comentando la triste suerte de los detenidos políticos en guarniciones militares. (Lea: Héctor Osuna y Guillermo Cano: inseparables)
Por Redacción El Espectador
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