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A menos de siete días para el paro nacional del 21 de noviembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) dio a conocer su posición, proponiendo seis reflexiones a los colombianos ante la próxima jornada de movilizaciones en contra de las posibles reformas pensionales y laborales, los hechos violentos contra comunidades indígenas, la Ley de Financiamiento, entre otros hechos.
Los obispos recordaron la invitación que hizo el Papa Francisco luego de su visita en el país hace dos años de “no decaer en el esfuerzo por construir la unidad de la nación” a pesar de los obstáculos y diferencias sobre la manera de construir la convivencia pacífica.
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Para la iglesia, “el cansancio y el descontento, que están manifestando ciertas movilizaciones ciudadanas, revelan problemas graves que no hemos logrado superar y que tienen su origen y su expresión en la corrupción, la inequidad social, desempleo y la imposibilidad de amplios sectores para acceder a los servicios básicos de alimentación, salud y educación”.
El comunicado, que también firma el vicepresidente y el secretario general del episcopado, recordaron que las movilizaciones son “un derecho democrático cuando son expresión de libertad y responsabilidad ciudadana”.
Por esa razón, la iglesia pidió “evitar que la movilización ciudadana degenere en agresión, saqueo, vandalismo y muerte (…) Esto alimenta el círculo de violencia que dolorosamente hemos vivido durante años, que deslegitima cualquier reclamo y que no trae sino nuevos y más graves males”.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, recordó que “la Iglesia católica reafirma que el camino hacia la superación de los problemas sociales y el desarrollo integral de nuestro país pasa por la escucha y el diálogo con la participación de todos los actores sociales”.
Finalmente, invitaron al Gobierno, instituciones, empresas públicas, privadas y comunidad en general a trabajar en equipo para concretar iniciativas que promuevan “un futuro con esperanza” para Colombia y a unirse en oración por el país este domingo 17 de noviembre, día en el que la iglesia realiza la Jornada Mundial de los Pobres.
“La iglesia católica quiere ser la primera en acompañar procesos en la línea del desarrollo integral y de la convivencia pacífica”, comunicó la CEC.