Los animales, las otras víctimas que dejó el huracán Iota en Providencia

Fundaciones animalistas han unido esfuerzos para rescatar y auxiliar a un gran número de especies que sobrevivieron y resultaron gravemente afectados por el paso del fenómeno de categoría 5 que azotó al archipiélago.

Diego Carranza - Agencia Anadolu
02 de diciembre de 2020 - 04:43 p. m.
Rescate de animales en Providencia, Colombia.
Rescate de animales en Providencia, Colombia.
Foto: Fundación Animal Voices

Las islas de San Andrés y Providencia fueron golpeadas con una devastadora fuerza por el huracán Iota a mediados de noviembre. El fenómeno, primero de categoría 5 que azota a esta región turística, se llevó todo a su paso sin consideración alguna.

En Providencia, de las más de mil casas que había, solo quedaron cinco en pie. Además de la evidente tragedia que significa para los humanos, hay otras víctimas de estos desastres naturales que raramente son visibilizados, hacen parte de cifras estadísticas o reciben cualquier tipo de ayuda, los animales.

Por ello, tres fundaciones colombianas unieron esfuerzos para rescatar y auxiliar a un gran número de animales que resultaron gravemente afectados por el paso del huracán.

Sabina Ramírez De Los Reyes, cofundadora y directora de Animal Voices, una de estas fundaciones, dijo que “infortunadamente la situación es bastante crítica para los animales” en San Andrés y Providencia.

Antes de que todo esto ocurriera, Providencia gozaba de una exuberante vegetación. Ahora parece un desierto lleno de escombros, sin luz, baños o un lugar donde quedarse.

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“La prioridad del Gobierno es evacuar a toda la población. De hecho, los que somos unidad de rescate, ya sea animal o humano, debemos ir y volver. No tenemos el permiso de estar mucho tiempo allá, no hay dónde quedarse. Hay que quedarse en el suelo, en carpas si llevas… no hay comida, tienes que llevar tu comida. Esto hace difícil que uno pueda quedarse mucho tiempo y ayudar”, explica Ramírez.

Este panorama dificulta enormemente la atención de los animales que continúan en esta isla de cerca de 17 km². Sin embargo, a pesar de las aprietos, Animal Voices y otras dos fundaciones (Manejo Humanitario y Adopta No Compres) han hecho todo lo que ha estado a su alcance para socorrer no solo perros y gatos, sino también cerdos, caballos y vacas. Se calcula que hay unos 50 equinos allí.

Sabina Ramírez asegura que “afortunadamente” hay muchísimas donaciones que están llegando tanto para las personas y la comunidad como para los animales”. El problema radica en el cuello de botella que se presentó inicialmente por la dificultad para que todas las donaciones para animales lleguen a la isla, pues hasta hace unos días había “demasiadas ayudas tratando de salir” desde el territorio continental hasta San Andrés y de ahí hasta Providencia.

La directora de Animal Voices indica que estaban incluso tratando de lograr que vuelos comerciales también ayudaran porque “la prioridad es humana, entonces nosotros como somos (rescate de) animales, quedamos de últimos”.

Pero no todo son malas noticias, ya que gracias a la gestión de estas fundaciones y al apoyo de algunos sectores, hacia finales de la semana pasada se logró que 30 toneladas de comida para perros y gatos donada por Ringo y Mirringo, marca de alimentos, llegara hasta esta porción de tierra.

La comida llegó a bordo del buque ARC 7 de agosto de la Armada colombiana, el mismo que ha llevado misiones a la Antártida.

Aún así, debido a las dificultades logísticas, los rescatistas decidieron pedir donaciones en dinero para comprar en San Andrés más alimentos para otras especies, medicamentos y equipos. No obstante, hacen el llamado a personas naturales y empresas de divulgar sus mensajes y en caso de tener algo de lo que necesitan, hacerlo llegar.

“Por ejemplo, necesitamos Propofol, un anestésico, pero está agotado en Bogotá. Entonces, si hay una empresa que venda Propofol y lo tenga y lo pueda donar, pues genial. Si puede hacer una donación que llegue a San Andrés, bienvenida, sino aporte en dinero”, resalta Ramírez.

Estrategia de ayuda

La vocera de Animal Voices explicó que su labor consiste en tres fases. La primera, en la que aún continúan trabajando, es búsqueda y rescate. Esto “implica ubicar donde están los animales, cuál es su situación, empezar a hacer una atención primaria básica, que es suturar, limpiar, alimentar; lo mínimo mínimo que se puede hacer para que ellos puedan estar lo mejor posible”.

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La segunda fase tiene que ver con procedimientos quirúrgicos, pues “hay animalitos que quedaron mutilados, que necesitan alguna cirugía de ortopedia, (por ejemplo), para que sufran lo menos posible”.

“Las vacas, por ejemplo, están súper lastimadas porque como hay tanto escombro en el piso, se laceran”, precisa.

Y finalmente, la tercera sería practicar esterilizaciones, ya que en esta zona “hay una grave problemática de reproducción descontrolada” de animales, “un tema bien complejo que afecta la salud pública”, precisa Ramírez.

Por lo anterior, Animal Voices decidió instalar un punto fijo de atención en Providencia que se extenderá hasta el otro año. “Nosotros tenemos planeado quedarnos hasta marzo de 2021”, indicó Sabina, al explicar que se espera el regreso de servicios públicos para brindar una mejor atención.

“Nosotros llevamos una planta de energía para que las personas en el punto de atención puedan al menos estar comunicados, operar, o darle (el chance) a la rescatista que está liderando el tema, saber cuántos animales quedaron, porque igual muchos quedaron arrasados por el mar”, detalló.

A la fecha, las fundaciones han atendido más de 200 perros y gatos y han sacado de la isla a unos 35 perros con destino a ciudades como Bogotá y Medellín.

Una problemática adicional: la falta de información

A pesar de los esfuerzos realizados, no se sabe a ciencia cierta el impacto de estas ayudas, pues no hay información oficial sobre el número de animales que había antes de la tragedia ni de posibles enfermedades.

Según los cálculos de la fundación, para 2016 en San Andrés se habla de por lo menos 10 mil animales, más o menos. “Imaginémonos cuántos hay hoy en día aquí” en la zona, se cuestiona la vocera.

Y por estimado poblacional, calculan que hay cerca de 600 animales en Providencia. Y eso que muchos murieron arrasados por la tempestad, arrastrados y arrojados al mar.

De acuerdo a Sabina Ramírez, en Colombia “no hay censos oficiales de ningún tipo de animal”, lo que dificulta la toma de acciones.

“Eso no se lleva rigurosamente. Por eso hacemos un llamado (a los gobiernos) de la importancia de tener censos, porque si no existen, no sabemos qué impacto estamos haciendo”, recalca.

Adicional a la ayuda en dinero o especie, Animal Voices pide a la sociedad civil que no se olvide “que esto no es un tema de una semana… que cuando llegue la Navidad no se olvide que hay una isla que nos va a seguir necesitando” y al Gobierno Nacional, a que “no se olvide de los animales”, pues “no puede ser que ellos sean los últimos siempre en recibir atención”.

Por Diego Carranza - Agencia Anadolu

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-(-)02 de diciembre de 2020 - 06:35 p. m.
Este comentario fue borrado.
Luisa(kqdf3)02 de diciembre de 2020 - 09:11 p. m.
ADMIRABLE labor de las organizaciones animalistas del país. Motiva a seguir donando para ayudar a los animales no humanos más necesitados de este infortunio climático. Muchos más éxitos en estas iniciativas!
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