Pequeños empresarios del Caribe cuestionan a multinacional portuguesa

Representantes de medianas y pequeñas empresas de la construcción, a través de una carta pública, exigen a la multinacional Mota Engil, así como al Gobierno Nacional a través del Fondo para la Infraestructura de la Educación (FFIE), que cesen los abusos de dicha compañía que, según los afectados, los ha llevado a la quiebra.

Edgar Salas @edgarjsalas
21 de noviembre de 2018 - 10:19 p. m.
Fachada de las obras en la IED San Juan Bautista de El Retén, pese a que solo le falta un cinco por ciento para su terminación tiene siete meses de atraso su entrega. / Cortesía
Fachada de las obras en la IED San Juan Bautista de El Retén, pese a que solo le falta un cinco por ciento para su terminación tiene siete meses de atraso su entrega. / Cortesía

El primero de julio de 2016 se firmó el contrato suscrito entre el consorcio del Fondo para la Infraestructura de la Educación, FFIE, alianza BBVA y el consorcio Mota Engil, por la suma de cuatrocientos cuarenta mil millones de pesos ($440.000.000.000) a fin de desarrollar en el grupo 3 (zona costa Caribe) nuevas infraestructuras en colegios de educación pública.

Si bien hoy se desarrollan obras de nuevos colegios o ampliación de otros que ya estaban, en municipios de Magdalena como Guamal, Santa Bárbara de Pinto, Pivijay, Ariguani, Santa Marta y El Retén, entre otros, la queja es la misma: los proveedores apostaron su patrimonio para el desarrollo de la infraestructura, pero no les pagan lo invertido.

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“Qué triste pensar que primero los españoles vinieron por el oro y ahora los portugueses llegan por la plata”, dice contrariada la ingeniera Claudia León, quien trabaja para la firma Glend SAS. “El modus operandi de Mota Engil es igual en todas partes: firma un contrato, nos dice ‘arranquen la obra que en 30 días tienen su anticipo’, pero pasan 40, 50 días, luego meses, y uno sigue invirtiendo su patrimonio, luego hacen un pequeño pago, cuando vamos a ver ya no tenemos plata y entran ellos con sus abogados a hablar de sanciones, multas e incumplimientos; así nos han arruinado a todos”.

En diálogo con El Espectador, representantes de otras medianas y pequeñas empresas como Suministros Rogelio, Arv Solutions, Hermar ingeniería y arq, Grupor SAS, Ferretería el Albañil, Formaletas y Equipos, Anuar SAS, sostienen la misma versión: la multinacional portuguesa Mota Engil, pese a su muy prestigioso crédito mundial, en el Caribe colombiano lo que ha traído es ruina.

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“Más que salvar mi patrimonio - me deben 28 millones de pesos - lo que quiero es que los organismos de control y las autoridades competentes tengan conocimiento de esta acción de la compañía, porque tengo entendido que sus obras no solo están en el Magdalena, sino en el resto del Caribe y también en Bogotá, Antioquia y otros departamentos”, dice desde Fundación Magdalena, Rogelio Martínez García.

“Las cláusulas de sus contratos son satánicas, y uno con las ganas de trabajar cae en el juego, estos señores qué hicieron: nos dieron trabajo, nos dieron un poco del dulce para ganar confianza y cuando uno ha invertido su plata, le salen con que no pagan y sacan a relucir sus abogados a fin de que terminen de joderlo a uno”. Explica el afectado.

De la misma forma, otros ciudadanos, como Pedro Fuentes, Ana María Mora y Alexander Silvera, esperan una respuesta de la multinacional Mota Engil porque aún no les paga el dinero, que se ve reflejado en las obras que hoy están en pie.

El profesor Jorge Luis Hernández Arrieta, rector de la institución educativa departamental San Juan Bautista, en el municipio de El Retén, señala: “aquí en este pueblo no ha habido una obra como esta, son siete mil millones de pesos que cuesta el nuevo colegio y estamos orgullosos de que ya esté a punto de ser terminado, pero han pasado siete meses de atraso y nada; la obra no está paralizada, viene alguien y pinta una puerta y otro que pone un ladrillo, pero si vienen varios trabajadores, de inmediato otros a los cuales les deben no dejan trabajar, así que esto es un verdadero dilema, y nada que se recibe el nuevo colegio”.   

En su momento el contrato de obras fue firmado por el representante del consorcio del FFIE, Francisco José Schwitzer, y el representante legal del consorcio Mota Engil, Paulo Miguel De Castro Ferreira Medeiros.

Por Edgar Salas @edgarjsalas

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