“Cierre total”, dos palabras comunes para los llaneros

Los cierres en la principal arteria vial de la Orinoquia son una constante con la que deben convivir los usuarios de este corredor, pese a que es uno de los más modernos en el país.

Jhon Moreno / ESPECIAL PERIÓDICO DEL META
03 de febrero de 2018 - 02:21 p. m.
Así lucía el jueves la vía Bogotá-Villavicencio luego del cierre total decretado por el Ministerio de Transporte. Foto: Cristian Garavito / El Espectador
Así lucía el jueves la vía Bogotá-Villavicencio luego del cierre total decretado por el Ministerio de Transporte. Foto: Cristian Garavito / El Espectador

Pese a que expertos ingenieros dicen que esta es una de las vías más modernas del país y con especificaciones técnicas internacionales, en la práctica, los llaneros se han acostumbrado a tener un corredor vial con los peajes más costosos y una de las que más intermitencia tiene en su servicio. 

Antes de que el miércoles en la noche el ministro de Transporte, Germán Cardona, ordenara cerrar la vía al Llano, esta carretera había tenido ya interrupciones. Desde hacía varios meses se presentaban cierres totales, intermitentes y pasos alternos. Las causas van desde medición de gases tóxicos en los túneles, pintura en los puentes, cambio de carpeta asfáltica, reparación de luminarias, hasta obras de las dobles calzada, derrumbes de piedras, accidentes de tránsito, entre otras.

Solo el 25 de enero, quienes debían viajar por la vía al Llano, atravesaban por 12 pasos alternos y con precaución por diferentes puntos de la carretera, debido a las actividades de mantenimiento.

Si bien Coviandes advierte con antelación sobre dichos puntos críticos y los cierres nocturnos que hay con frecuencia, entre los conductores existe la sensación de que el tráfico nunca es fluido por esta carretera y las famosas dos horas que hay entre Villavicencio y Bogotá son ilusión.

“Cuando son cierres programados por mantenimiento, las esperas casi que son de 15 minutos; si son accidentes pueden durar hasta dos horas. Hay temporadas que viajar por esta carretera es una lotería”, dijo Fabio Prada, propietario de una flotilla de vehículos que presta servicio de viajes expresos.

Además, los conductores se quejan porque en los nuevos túneles que se han construido con un solo sentido, han puesto elementos que reducen el paso a una calzada, disminuyendo la velocidad: “Para qué construyen un túnel de doble calzada si van a permitir el paso solo a un carril”, se quejó Alejandro García, otro conductor de servicio de pasajeros.

Esto, sin contar los contraflujos que, cada puente festivo, dejan detenidos en Bogotá a los llaneros que desean viajar hacia Villavicencio y otras ciudades, pues durante ocho largas horas, en lunes festivo, el sentido de la vía es únicamente de Villavicencio hacia la capital del país.

Pero sin duda los “cierres totales”, dos palabras que para los llaneros son comunes en su carretera, representan pérdidas especialmente para los campesinos.

El Meta produce más de 12.300 toneladas de comida al día, de las cuales 8.500 toneladas son llevadas a Bogotá. Se calcula que solo el jueves, cuando estuvo cerrada todo el día la vía fueron 23.400 millones de pesos los que se calcula perdieron los productores.

“Las pérdidas para nuestros trabajadores del sector agropecuario son inmensas y más cuando están saliendo de la crisis de los malos precios de ciertos productos, como el maíz, plátano, yuca, lácteos, cítricos entre otros”, aseguró Alberto Castro, secretario de Desarrollo Agroeconómico del departamento.

A raíz de la decisión inconsulta que cerrar la vía, el alcalde de Villavicencio, Wilmar Barbosa Rozo, fue enfático en afirmarles a los delegados del Ministerio de Transporte, en el sentido de que la vía al Llano es una de las más caras del país y sufre cierres permanentes que afectan la economía del departamento. Según él, estas anomalías en la operación del corredor vial han generado serios problemas en el desarrollo de todos los sectores.

“Nos han vendido esta vía como una de las más modernas del país, pero la realidad nos ha mostrado otra cosa, estamos pagando por una vía que no cumple con nuestras expectativas”, puntualizó Barbosa Rozo.

Después de que el ministro de Transporte ordenara cerrar la vía a la altura del viaducto de Chirajara, el presidente Juan Manuel Santos ordenó el jueves adelantar las gestiones para reabrirla. (Lea aquí: Presidente Santos ordena reabrir vía Bogotá-Villavicencio)

Por Jhon Moreno / ESPECIAL PERIÓDICO DEL META

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