Motilonas Rap, hip hop desde las montañas del Catatumbo

"También hacemos revolución. Pero esta revolución es sin armas, es con arte, con vida, con mísica".

Joseph Casañas - Twitter: @jcmentefacto
04 de julio de 2018 - 02:04 a. m.
Motilonas Rap, hip hop desde las montañas del Catatumbo

Autor: Joseph Casañas 

“¿Y quién me aleja de entre las tinieblas de la muerte?, ¿y quién me levanta cuando me siento deprimida?, ¿quién en tu cara, escupe verdades desenmascara?, ¿quién destraba tu garganta con la fuerza de un volcán?”, cantan con fuerza. Con rabia. Son las voces de las argentinas Malena D'Alessio, Karen Pastrana y Alicia Dal Monte. Han pasado ocho años desde que se cantó por primera vez esa canción (Para mí el hip hop) y el hip hop sigue siendo la respuesta a todas esas preguntas. La respuesta, pero también la excusa.

Casi al mismo tiempo que este tema irrumpía en las villas de Buenos Aires, en el Catatumbo, Norte de Santander, explotaba una bomba, asesinaban a un líder social, secuestraban a un comerciante o las Farc se daba bala con el Ejército, el ELN o los paramilitares. Cualquiera cosa era posible en el marco de esta guerra.

El futuro, a juzgar por la situación, no era más que una palabra que se cruzaba de cuando en vez en una canción o una cuña radial. Las opciones para los jóvenes que intentaban vivir en este ambiente no eran muchas: Las Farc, los paras, los narcos o el Ejército.

“Cuando empezamos sentimos la urgencia de mostrar cosas diferentes del territorio. Nuestra lectura de la realidad era muy diferente a la que todos tenían. Esa era una visión muy negativa y nosotros creíamos (y creemos) que hay que visibilizar las cosas bonitas: el arte, la música, la naturaleza”, dice Sol Johana Ortega Cabarico. El pasado 21 de mayo cumplió 20 años.

Históricamente, en los once municipios que conforman el Catatumbo han hecho presencia, principalmente, grupos armados de izquierda. Tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc, el vacío de poder ha sido copado por el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (EPL). Ambos grupos, en algún momento, han justificado el uso de las armas para las mejoras sociales del pueblo. A eso le llaman revolución. 

“Nuestras canciones llevan un espíritu de revolución. Pero es una revolución que no necesita armas. Es una revolución para generar transformaciones. Una revolución de conciencias”, explica Aleida Cáceres Cabarico.

“El Catatumbo, más que un pedazo de tierra o una región, es la gente que demuestra día a día lo aguerrida que es. Cuando cantamos no lo hacemos con rabia. Llevamos un sentido social que esperamos despierte a nuestra gente, que se convierta en una respuesta pacífica para tolerar cualquier agresión”.

La música, su música: “es una herramienta de transformación social, una herramienta para trabajar directamente con la comunidad. La música es la fuente que permite tener un vínculo más ameno para llevar un mensaje”.

El mensaje, su mensaje:  “El rap es un elemento que nos regala la cultura hip hop para expresar nuestras ideas, para proponer en la sociedad un modelo y denunciar”.

¿De qué hablan sus canciones?

“Hablan de la reivindicación de la mujer. Del respeto hacia la vida, de la reivindicación de las raíces y de las resistencias de muestra gente campesina e indígena”.

Sol y Aleida hablan fuerte. No están de mal humor. Entienden que esa forma de ser, de hablar, de expresarse, tiene mucho que ver con sus antepasados. “Nos llamamos Motilonas porque es un reconocimiento a nuestros ancestros. A la comunidad Barí, porque nuestra manera de ser viene de allí. La forma de hablar es una forma de resistir”.

¿Por qué es la guerra entre el ELN y el EPL que deja muertos y desplazados en el Catatumbo?

Por Joseph Casañas - Twitter: @jcmentefacto

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