El presidente Iván Duque se pronunció sobre la muerte del policía Boris Alexánder Benítez, de 32 años, y afirmó que este hecho solo demuestra que “hay infiltraciones de grupos armados en las manifestaciones indígenas”.
“Entiendo el derecho a la protesta pacífica, pero claramente quienes asesinaron a este policía estaban con armamento, por esto pido a los organizadores que nos colaboren a identificar a esa persona”, dijo el presidente.
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Asimismo, manifestó que desde su administración han demostrado la voluntad para dialogar y conversar con todos los movimientos étnicos. “Mañana irá una comitiva encabezada por la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez para reiterar la necesidad de levantar las vías de hecho y concretar una hoja de ruta”.
Por otra parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca señaló en un comunicado que “la comunidad reporta que vieron al lado de Esmad y Emcar de la Policía hombres vestidos de civil portando armas de largo alcance". También dicen que tres indígenas fueron heridos por los uniformados.
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En el mismo comunicado manifiestan que los medios de comunicación han tergiversado la información, pues ellos desde el principio han sido claros en que no hay "presencia de actores armados tantos legales como ilegales en las movilizaciones".
El uniformado que murió tenía 32 años, era padre de un menor de seis años y miembro del Esmad desde hace nueve años. Fue impactado con una bala de fusil en el sector de La Agustina, corregimiento de Mondomo, municipio de Santander de Quilichao, a mitad de camino entre Popayán y Cali, en un intento por despejar la vía Panamericana y aunque fue trasladado a la clínica valle de Lili, en el sur de Cali, falleció. Otros seis integrantes de la fuerza pública se encuentran heridos, además de cinco comuneros que fueron llevados al hospital de Santander de Quilichao.
Los obispos de Buenaventura, Cali y Popayán enviaron una carta al presidente en la que manifiestan su deseo de ser facilitadores y acompañantes en el supuesto encuentro entre el mandatario y la minga indígena. “Hicimos esto porque la comunidad nos pidió la ayuda ya que esto garantiza que el presidente acuda al evento. Esperamos que las dos partes cedan en las peticiones para lograr un acuerdo”, dijo el obispo de Buenaventura, Rubén Dairo Jaramillo Montoya.