Una dura verdad presentó el Instituto Javeriano de Salud Pública a los motociclistas, las autoridades viales del país y las empresas que venden motos. En su estudio Patrón de mortalidad en motociclistas en Colombia 2000-2014, los investigadores javerianos establecieron que los motociclistas pasaron de representar el 24% de las muertes en siniestros viales en 2001 a más del 45% en 2014.
Entre el año 2000 y 2014, cerca de 28.000 motociclistas fallecieron, de los cuales 86,6% eran hombres. Mientras esto ocurría con los motociclistas, la tasa de mortalidad por lesiones causadas por el tránsito se reducía de 19,8 a 14,3 por 100.000 habitantes.
La mortalidad anual de motociclistas tuvo un crecimiento constante durante los 14 años. El incremento, plantearon los investigadores, puede deberse al aumento exponencial en el parque automotor de motos que se produjo en el país. En 2000 era de 1’200.000 y pasó a ser cerca de 5’440.000 en 2014.
Para 2013, cerca del 24% de los hogares en Colombia eran poseedores de motos. Las razones del aumento son diversas. Los datos resaltan las bajas cuotas para su financiación y pago; sólo representan una fracción del gasto mensual para una persona en el trasporte público; está el imaginario social sobre su economía, velocidad y sostenibilidad ambiental, lo cual las convierte en la primera opción para quienes devengan entre uno y dos salarios mínimos legales vigentes.
Los investigadores del Instituto Javeriano de Salud Pública analizaron los registros provenientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y del Instituto Nacional de Medicina Legal.
El departamento que registró más muertes fue Antioquia (17,5%), seguido de Valle (15,2%) y Bogotá (6,7%). Pero al ajustar las tasas de mortalidad por cada 100.000 habitantes otra es la realidad. Esta lista la encabezan Casanare (22,1), Arauca (17,5) y Huila. El grupo comprendido entre 15 y 34 años de edad concentró el 64,7% de las muertes.
“Existen algunas razones que pueden explicar el incremento en la compra y uso de motocicletas en el país”, señalaron los investigadores.
Entre las razones económicas sobresalen: la exención de impuestos para motos de 125 cc o menos, el no pago de peajes y que puede costar menos que movilizarse en transporte público. Adicionalmente, para muchos usuarios los tiempos de desplazamiento en motocicleta a través de las ciudades es menor al invertido en el trasporte público u otros tipos de vehículo particular.
“Un factor determinante es que muchos motociclistas no son conscientes de su mayor vulnerabilidad ante los siniestros viales”, apuntaron los especialistas, quienes consideran que en Colombia se deben realizar procesos de gestión, regulación del acceso, venta y disponibilidad de las motocicletas, al igual que regular la expedición de licencias de conducción y supervisar las escuelas de conducción que las expiden. Sin un control cabal de la legislación vial, creen que Colombia seguirá pagando con vidas el bajo precio de movilizarse en motocicleta.
* Periodista Universidad Javeriana.
